Pekín 2022
Juegos Olímpicos de Pekín 2022, con nieve artificial y acusaciones de daños al medioambiente
Según el comité organizador, no faltará nieve en los Juegos Olímpicos de Pekín. Los expertos no están de acuerdo con eso y critican la falta de protección ambiental y de sostenibilidad en el uso de nieve artificial.
¿Juegos Olímpicos de Invierno sin nieve natural? Este es uno de los temas más debatidos, además de los Derechos Humanos en China y el posible contagio con coronavirus de los atletas. El Comité Organizador de Pekín (BOC) ha prometido organizar unos Juegos Olímpicos sostenibles y respetuosos con el medioambiente, pero existen serias preocupaciones ambientales por la nieve de las competiciones. En los últimos meses se ha informado que serían necesarios unos 186.000 metros cúbicos de agua para producir suficiente nieve para las pistas olímpicas.
Sin embargo, Carmen de Jong, profesora de Hidrología de la Universidad de Estrasburgo, cree que la cantidad real es mucho mayor: “186.000 metros cúbicos de agua es más o menos la cantidad necesaria para hacer nieve en una sola pista de esquí”. Pero, según afirma, “eso está muy lejos de la cifra real, de unos 2 millones de metros cúbicos (alrededor de 2.000 millones de litros)”, escribió por correo electrónico respondiendo a DW.
De Jong aseguró que “para las laderas de Pekín, la demanda de agua es de dos a tres veces mayor que en los Alpes, es decir, más de 10.000 metros cúbicos de agua por hectárea. Esto se debe a que el clima allí no es adecuado para la fabricación de nieve”.
¿Impacto en la seguridad del agua local?
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Zhangjiakou, donde se llevarán a cabo las competiciones de esquí alpino, es una de las zonas más secas de toda China. Allí apenas llueve. Por lo tanto, el agua para los cañones de nieve debe transportarse a través de kilómetros de distancia, a las montañas al noreste de Pekín. También hace mucho viento por lo que se necesita entre dos y tres veces más agua que en condiciones ideales.
El BOC no ve ningún problema en ello, e informó a DW que las sedes, donde tienen lugar las competiciones, pasaron los controles y fueron “muy elogiadas por los expertos de la industria”. Sin embargo, “para diseñar los recorridos de las competiciones y garantizar que todos los atletas compitan en las mismas condiciones”, se requiere la fabricación de nieve para todas las instalaciones.
El BOC no comparte los temores sobre los cañones de nieve y su impacto en el medioambiente y la seguridad del agua local. Sin embargo, China Water Risk, un grupo ambientalista con sede en Hong Kong, no está de acuerdo: un informe de 2019 ya señaló que Pekín es una ciudad “con muy poca agua” y que los recursos hídricos locales per cápita en Zhangjiakou son de menos de una quinta parte del promedio nacional.
Sin nieve natural
De Jong además criticó que “casi no hay nieve natural en las montañas, por lo que todos los juegos se realizarán con nieve artificial en un 100 por ciento”. “Además, todos los caminos de acceso a las pistas deberán estar colmados de nieve artificialmente para que puedan circular los accesorios de esquí y las máquinas pisanieves”, aseguró.
“El hecho de que vayamos a esquiar sobre nieve artificial en los Juegos Olímpicos de Invierno es otra señal de advertencia de lo que está pasando en el mundo, y de lo que nos depara el futuro”, dijo la esquiadora estadounidense River Radamus en el pódcast Living Planet, de DW, quien añadió que la nieve artificial no representa “el espíritu de los Juegos Olímpicos de Invierno” y que “no es algo que me gustaría ver en el futuro”.
Destrucción de reservas naturales
La destrucción medioambiental en favor de la construcción de las nuevas sedes de competición ha sido objeto de acalorados debates. Los lugares de competición Yanqing y Zhangjiakou están ubicados en la Reserva Natural de Songshan. El BOC señaló que se realizaron informes de compatibilidad ambiental. Se protegió a animales y plantas de la mejor manera posible durante las obras de construcción, se evitó en gran medida el trabajo nocturno y se establecieron corredores para animales salvajes.
Carmen de Jong, en cambio, no está de acuerdo: “En 2015, biólogos chinos señalaron este problema y recomendaron trasladar las sedes”. Ella comparó mapas e imágenes de Google y descubrió que “se mantuvieron las sedes y se eliminaron 1.100 hectáreas de reserva natural, que es el 25 % del área total. El área central se destruyó por completo con pistas, caminos de acceso, helipuertos, estacionamientos y caminos”.
Los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 ya dejaron profundas heridas en la naturaleza, incluso antes de comenzar. Y eso seguirá siendo visible mucho después de que se haya derretido el último copo de nieve artificial olímpica.