La futura promesa del BMX colombiano es un barranquillero

En el BMX, Mariana Pajón Londoño, Carlos Alberto Ramírez y Vincent Pelluard son los tres colombianos que por el escalafón de la Unión Ciclista Internacional se clasificaron a los Juegos Olímpicos de Tokio. La delegación colombiana ya inscribió oficialmente a los 70 atletas, la tercera cifra más alta de las 20 participaciones olímpicas que competirán del 23 de julio al 8 de agosto en las justas deportivas más importantes del mundo. Son 48 hombres y 22 mujeres

Hasta donde están Mariana, Carlos y Vincent sueña llegar algún día Wilson de la Hoz, quién a sus 9 años le apostó al bicicrós, y en los peraltes, los saltos y la velocidad se ha consolidado dos veces como el campeón nacional de BMX categoría expertos 10 años. Además, fue el mejor de nuestro país en la categoría principiante en 2019.

Pero detrás de cada campeón está el esfuerzo de una familia. La de este pequeño, como la de muchos deportistas en Colombia se ha unido para hacer rifas, vender hayacas, jugos y pasteles a las afueras de la pista de BMX de Villa Carolina, en Barranquilla. De esta manera, Wilson García Vallejo y Viviana de la Hoz, padres de Wilson, han logrado que su hijo esté en diferentes válidas nacionales y obtenga grandes resultados tanto para su club, el Team Caimanes, como para el Departamento del Atlántico: “Llevarlo a cada válida sale en promedio en un millón y medio o dos millones de pesos. Por eso nos toca hacer rifas en las empresas o vender los pasteles”, contó su padre a El Heraldo, mientras que su hijo afirmó a este mismo diario que admira a la doble medallista olímpica Mariana Pajón a quién le hará mucha fuerza para que consiga su tercera presea en las justas olímpicas: “Me gusta el BMX porque es un deporte extremo, me gustan los saltos y la disciplina. Me divierto haciendo sostenidos”.

Wilson García a su edad ya sabe lo que es el sufrimiento deportivo. El año pasado en la válida de BMX en Bogotá sufrió una fuerte caída que no le permitió subir al podio el primer día. Sin embargo, en la jornada siguiente, sin importar los raspones ni el dolor, compitió como todo un guerrero y terminó segundo de la competencia. Wilson estudia actualmente en el Christophoro Colombo y quiere que las secretarías de deporte en la ciudad de Barranquilla reconozcan sus triunfos y lo apoyen en su carrera mientras él sigue pedaleando con las mejores instrucciones que le dicta su profesor, Álvaro Pacheco, desde los 4 años en la capital del Atlántico.