MUNDIAL RUSIA 2018
La historia desconocida de Kylian Mbappé, la joya de Francia
El prodigio francés estuvo destinado para la grandeza desde los cuatro años. Esta es la historia del hijo de inmigrantes que ha deslumbrado en el Mundial de Rusia 2018.
En la cancha de Bondy, el jugador más pequeño corría para celebrar un gol que había marcado después de superar a los otros niños como si fueran conos de entrenamiento.
La velocidad del pequeño era inigualable. A esta corta edad ya tenía la motricidad para llevar la pelota en sus pies, con el mismo virtuosismo de un niño de 12 años. En su festejo, que quedó grabado en video, al chico se le ve corriendo con los brazos abiertos, buscando la cámara y sacando la lengua en una clara señal de que estaba pasando el mejor rato de su vida.
Este mismo gesto se repitió cuando el futbolista de 19 años le marcó un gol a Argentina en los cuartos de final del Mundial de Rusia. En ese día, Kylian Mbappe se convirtió en el jugador más joven en lograr un doblete desde Pelé. O Rey lo logró en la final del Mundial del 58 frente a Suecia cuando tenía 17 años.
Cerca de la misma cancha en Bondy, en la que Mbappe ya dejaba a todos boquiabiertos con solo cuatro años gracias a su velocidad y manejo de balón, hay un mural gigante con su foto y la frase: “Bondy, la villa de las posibilidades”.
Bondy es un suburbio a 10 kilómetros de Paris en el que la violencia se pasea por las calles. Kylian nunca vivió esa cruda realidad de cerca gracias a su entorno familiar. Su padre, Wlifried, era un inmigrante camerunés que siempre lo motivó a practicar deporte. Era entrenador de fútbol. Mientras que su madre, Fayza Lamari, de origen argelino, era exjugadora de balonmano.
Desde temprana edad, Kylian era sensación en el estadio Léo Lagrange. Siempre se le veía con un balón en sus pies.
Cuando solo tenía 6 años, Mbappé recibió el premio como el mejor niño futbolista de Francia por parte de la Federación de ese país. Y todo gracias a su excelso nivel a tan corta edad. A partir de ahí su carrera solo fue en ascenso.
Aunque sus padres lo llevaron practicar otros deportes como natación y tenis, su único interés siempre fue la pelota de fútbol. Con ella hacía maravillas que dejaban en ridículo a los niños con lo que se enfrentaba.
Al ver su gran talento, los padres de Kylian decidieron inscribirlo en una escuela especial cuando tenía 11 años. Al ser uno de los más pequeños de la clase siempre le tocaba en las primeras filas donde sus maestros lo podían controlar más fácilmente.
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El mayor de los Mbappe Motin era hiperactivo y tenía serios problemas de atención. Siempre que terminaba clases se quedaba en la cancha para jugar con la pelota y descargar toda esa energía.
En una nota de Europe 1, Nicole Lefebvre, maestro de Mbappe, revela: "Por su pequeño tamaño siempre estaba adelante cerca de mi mesa. Él era un buen estudiante, generalmente aprendía sus lecciones, pero también tenía ese lado donde estaba cerca de la impertinencia, tenía que ser canalizado, de lo contrario se aburría y se volvía insoportable".
A los 12 años, el cuarto de Mbappe era un mural dedicado a su ídolo, Cristiano Ronaldo. Coleccionaba decenas de afiches del jugador portugués. Era un altar en honor a Ronaldo con la camiseta del Real Madrid. Por esos días, Mbappe ya era seguido por clubes profesionales. Muchos querían quedarse con la joya del fútbol francés.
El SM Caen fue el primer equipo que mostró interés en Kylian pero las condiciones económicas que le ofrecieron y el momento por el que pasaba el club, que luego cayó a segunda división, impidió que se concretara la operación. "Quieres atraer a un tiburón con una caña de pescar", contó su padre cuando le preguntaron sobre este primer acercamiento.
Además de los incontables carteles de CR7 en su habitación, Mbappé también tenía un modelo del Estadio Santiago Bernabéu, escenario que conocería solo dos años después.
Apadrinado por Zinedine Zidane, que en esa época era jefe de las divisiones menores del club merengue, el joven viajó junto a su padre a Valdebebas, sitio de entrenamiento del Madrid en donde tuvo la oportunidad de conocer a su ídolo, Cristiano Ronaldo.
El club merengue estaba muy interesado en que el joven francés se uniera a sus fuerzas básicas pero su padre consideró que aún era muy joven para dejar su hogar y prefirió esperar para dar el salto a un equipo profesional.
Mbappé regresó a Paris y cuando todavía era un adolescente fue fichado por el AS Mónaco. Este club había hecho un elevado gasto fichando jugadores como Falcao García y James Rodríguez. Todo con el dinero del magnate ruso Dimitri Rybolovlev.
Pero esta inversión fracasó y el nuevo mando del equipo le apostó a fortalecer sus divisiones inferiores contando con el pequeño Kylian. Él debía ser la piedra angular de este nuevo inicio que no dependía del dinero del magnate sino de la idea de que el equipo le apostara a un proceso.
Con 16 años y 347 días, la joya francesa se convirtió en el más joven en debutar en la historia del club monegasco, superando el récord de Thierry Henry, jugador con el que lo comparan por su estilo de juego veloz y por el gran manejo de balón.
En la temporada en la que debutó Mbappé, al equipo regresó Radamel Falcao García, que había tenido dos duros años después de haber sufrido una lesión de rodilla, esa que lo llevó a quedarse por fuera del Mundial de Brasil 2014 y a tener un serio bajón en su nivel.
En 2016 las cosas cambiaron. El joven de 17 años y el Tigre de Santa Marta conformaron la dupla de delanteros más peligrosa de Europa, y condujeron al Mónaco al título de la Liga de Francia y a las semifinales de la Champions League.
En esa época, Mbappé enalteció al colombiano en una entrevista: “Soy el jugador con más suerte del equipo porque empecé mi carrera jugando al lado de un goleador como Radamel”.
A propósito de Kylian Mbappé figura de Francia. Sus palabras sobre @FALCAO "Soy el jugador con más suerte porque empecé mi carrera jugando al lado de un gran goleador como lo es Radamel" pic.twitter.com/OXjkPixfzQ
— Semper Fi (@JhonBallesteros) June 30, 2018
En esa campaña, la dupla del equipo del principado marcó 57 goles, Falcao logró 30 y Mbappé 27, siendo una de las más productivas en toda Europa. En esa temporada ganó el Golden Boy, el premio al mejor jugador del mundo menor de 21 años.
Tras este gran año en el Mónaco, Mbappé fue contratado por el PSG por una cifra récord de 180 millones de euros. Debido al fairplay financiero el club no pudo comprar su pase sino que acordó un préstamo. En esta temporada conformó una tripleta temible junto con Neymar y Edinson Cavani.
A Rusia, llegó con la expectativa de ser el jugador diferente de su Selección y ha cumplido. Lleva 3 goles y 2 asistencias. Ha llevado a su equipo a la gran final. En caso de ser inicialista se convertirá en el segundo más joven en la historia en jugar la final, otra vez solo siendo superado por O Rey Pelé.
En caso de que tenga una brillante actuación en el partido definitivo podría aspirar a quedarse con el premio del balón de oro del certamen.
Un joven de Bondy que desde niño estaba destinado para la gloria.