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La misteriosa historia del casillero de Pelé en el camerino de Santos; no lo abren hace 48 años
El fallecimiento de ‘O Rei’ abrió el debate sobre si debería permanecer cerrado como homenaje a su memoria.
La muerte del mítico Edson Arantes do Nascimento ha despertado toda la melancolía de los aficionados del Santos, el club al que le fue fiel durante casi dos décadas, antes de tomar la decisión de emigrar al New York Cosmos de Estados Unidos.
Pelé vivió en Vila Belmiro, nombre popular del estadio, las épocas más gloriosas de su carrera, y forjó allí los argumentos para ser llamado a la selección de Brasil a tan temprana edad, teniendo en cuenta que con 18 años fue convocado a la Copa del Mundo, pero no solo eso, pues recibió el respaldo de los más experimentados para ser pieza importante en el primer título de la historia de la canarinha, en el año 1958.
Cuatro años más tarde, con algo más de experiencia, Pelé volvió y deslumbró al mundo llevándose otra copa de manera consecutiva. La tercera llegaría en 1970, ya con el rótulo de leyenda en la espalda, algo que nunca le pesó y, en cambio, lo hizo más fuerte para liderar a su selección hacia el tricampeonato.
Todo eso lo alternaba con una carrera impecable como futbolista de Santos, club con el que conquistó seis títulos del campeonato local, además de dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales, siendo la punta de lanza de una generación dorada. Aunque desde Europa le llegaron propuestas, ‘O Rei’ nunca se quiso ir de Brasil, asegurando que no necesitaba estar en otro continente para sentirse en el mejor equipo del mundo.
El casillero
Es por eso que la muerte de Pelé golpea tan fuerte a los hinchas de Santos, que el próximo lunes tendrán 24 horas para despedir a su ídolo en la cámara ardiente, dispuesta en el centro del campo del estadio en el que tantas veces hizo estallar de júbilo a la afición y el mismo del que se despidió en 1974 para mudarse a Nueva York.
Vila Belmiro esconde además una curiosa historia sobre el casillero del astro brasileño, que no se abre desde que él mismo lo cerró el 2 de octubre de 1974. Después del último partido oficial que jugó allí, ante el Ponte Preta, Pelé se arrodilló y rezó durante algunos minutos, antes de depositar una prenda que, según explican los guías del estadio, permanece tal cual como la dejó hace 48 años.
A lo largo de los años, el camerino del conjunto local se ha reformado, pero el único casillero que no se ha tocado es el que tiene impresa una imagen del máximo ídolo con la número 10 en la espalda.
Santos tiene pensadas algunas reparaciones en su escenario y ahora el debate que existe entre los dirigentes es qué harán con el famoso casillero, que guarda un misterio enorme entre teorías de lo que hay dentro. Algunos aseguran que están los botines, otros que una camiseta, mientras que otras versiones apuntan a que está completamente vacío.
En Brasil aseguran que la decisión más apoyada en el peixe es que nunca se abra y se mantenga como el recuerdo más preciado de su historia. Incluso si todo el camerino es levantado, el ‘secreto’ de Pelé será desmontado sin abrir y lo ubicarán nuevamente en su sitio cuando las modificaciones al estadio queden completas.
Además del casillero, en Santos también existe un duro debate sobre lo que debe pasar con el dorsal número 10, que nunca se eliminó después de su retiro. A oídos del propio Pelé llegó dicha discusión, no obstante, según cuenta un expresidente del club, él prefería que lo siguieran usando las nuevas generaciones.
“Hablé con Pelé. Teníamos un proyecto de marketing para retirar la camiseta número 10. Y me dijo: ‘No me gustaría que retiraran la camiseta con el número 10 porque tengo miedo de que se olviden de la mística de la camiseta con el número 10 y se olviden de mi nombre’”, contó el exdirigente Marcelo Teixeira en UOL.