DEPORTES
Lance Armstrong ¿No fue el dopaje?: la verdadera razón por la que habría ganado varios Tours de Francia
Un investigador de sus casos de dopaje ha dicho que el EPO no fue la clave para sus victorias en la ronda gala.
Al parecer las trampas de Lance Armstrong fueron más allá del dopaje. Ahora el ciclista es acusado de haber usado motores en sus bicicletas para lograr sus títulos del Tour de Francia.
Su acusador es Jean-Pierre Verdy, antiguo jefe de la Agencia Antidopaje Francesa entre 2006 y 2015, quien ha hecho impactantes revelaciones en el libro Ma guerre contre las tricheurs (Luché contra el truco).
“Lance Armstrong es la mejor estafa. Con complicidad a todos los niveles. Recibió un trato especial. Muchos me dijeron que no debía atacar a las leyendas, que me iba a encontrar solo. Pero creo que tenía un motor en la bicicleta”, escribió Verdy sobre el ciclista que ahora tiene un programa de podcast.
El dirigente señaló que sus dudads empezaron en una etapa de montaña en la que Armstrong sobrepasó las cualidades de la Eritropoyetina (EPO), la sustancia que confesó haber utilizado en el programa de Oprah Winfrey.
“Todavía tengo las imágenes en la cabeza de una etapa de montaña donde dejó a todo el mundo en el suelo. Al final de la etapa, llamé a todos los especialistas que conozco y no entienden cómo fue posible su rendimiento, incluso con EPO. Algo andaba mal y todos los especialistas me decían lo mismo. Sin embargo, eran personas del medio, quienes conocían bien la carrera. No fue la EPO la que marcó la diferencia”, agregó Verdy.
Aunque nunca se ha podido comprobar el uso de motores en el ciclismo nombres como Sylvain Chavanel, Tom Skujins y del campeón mundial Fabian Cancellara están ligados a esta trampa.
¿Cuándo comenzó a doparse?
El exciclista reconoció en un documental de la cadena estadounidense ESPN que había comenzado a doparse “probablemente con 21 años”, al inicio de su carrera profesional.
“Esto comenzó fuerte, yo tenía probablemente 21 años”, responde Armstrong a la periodista Marina Zenovich, que pregunta a cuándo se remonta su primera experiencia de dopaje.
“La forma más fácil, es decir que no es respetar las reglas. ¿Recibíamos inyecciones de vitaminas y otras cosas así antes (de tener 21 años)? Sí, pero no era ilegal. ¿Preguntaba siempre lo que se me daba? Siempre supe lo que había en las inyecciones y fui siempre yo el que tomé la decisión”, explicó.
“Nadie me dijo ‘no preguntes, te damos esto y ya está’. Nunca habría aceptado eso. Me informé, y fue un paso que di”, señaló Armstrong.
El estadounidense, que fue el rey del ciclismo profesional en los años 2000, ganó siete ediciones consecutivas del Tour de Francia de 1999 a 2005.
Pero el antiguo líder de los equipos US Postal y Discovery Channel fue desposeído de sus victorias tras haber sido suspendido de por vida en 2012 tras una investigación abierta por la Agencia Estadounidense Antidopaje (Usada), que estableció que estaba al frente del “sistema de dopaje más sofisticado, más profesional y más eficaz de la historia del deporte”.
En 2013, reconoció haberse dopado a partir de 1996 en una entrevista muy seguida, acordada a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey.
Aunque comenzó a doparse a las 21 años, por tanto en 1992 o en 1993, lo que podría poner sombras en su título mundial conquistado en 1993 en Oslo.