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Las glorias del fútbol colombiano que se reunieron para dar el último adiós a Freddy Rincón
‘El Coloso de Buenaventura’ recibió un conmovedor homenaje en el estadio Pascual Guerrero.
“¡Viene Colombia, Dios mío!” es una de las frases de oro en la historia del fútbol profesional colombiano. Fue William Vinasco Ch. quien las pronunció, aquel 18 de junio de 1990, cuando la ‘tricolor’ empató con Alemania en el mundial que Italia organizó ese año.
Un pase de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, que desacomodó a todo el conjunto alemán, abrió las puertas para que Freddy Rincón anotara el gol con el que hoy, 32 años después, se sigue enorgulleciendo todo un país. ‘El Coloso de Buenaventura’ se hizo leyenda.
Rincón volvería a los encabezados, sin embargo, lo hizo en las condiciones que ningún fanático del fútbol y seguidor de su legado lo hubiera esperado. En la madrugada del pasado lunes, 11 de abril, en Cali, la camioneta en la que se movilizaba el exfutbolista de la Selección Colombia chocó con un bus de servicio público del MIO. Días después, se confirmó lo peor: Freddy Rincón falleció, a sus 55 años.
Este sábado, 16 de abril, el estadio Pascual Guerrero fue escenario de un conmovedor homenaje para dar el último adiós al ‘Coloso’. Familiares, hinchas y colegas futbolistas acudieron al llamado para despedir a su ser querido, a su amigo, a su ídolo.
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Al estadio Pascual Guerrero se vio ingresar a Francisco ‘Pacho’ Maturana, quien fue director técnico de la Selección Colombia en el año 1989 y quien, según Freddy, le habría dicho que “si no dejaba la timidez” en el campo, “no iba a llegar a ser nadie en el fútbol”. Asimismo está en el epicentro del homenaje Víctor Hugo Aristizábal, el también exfutbolista que compartió con el fallecido Rincón y quien está bastante afligido.
Así mismo, asistió el exportero de la Selección Colombia, Faryd Mondragón, quien en diálogo con Win Sports dijo: “Freddy con los jóvenes fue muy especial, Hárold, ‘Aristi’, ‘Carepa’, él nos acogió de manera muy cariñosa”.
A las 10:46 a. m. ingresó al estadio Pascual Guerrero el féretro con el cuerpo del gran Freddy Rincón, custodiado por 6 militares. Allí también se encuentran acompañando a la familia los hinchas y fanáticos del futbolista.
“Dios limpiará con su manos el llanto que has derramado. En el brillo de unos ojos, con deseo de vivir. En la paz que hay en el rostro de aquel que vive feliz”, la intervención fue aplaudida por los asistentes que vestían camisetas de la Selección Colombia.
De igual forma, en el estadio se escucharon notas tocadas en la marimba, un instrumento musical típico del Pacífico colombiano, interpretado por un hombre afrodescendiente que lucía ropa blanca en el homenaje.
“Tratábamos de pasarla bien, permanentemente estábamos riéndonos”. El día del 5-0 con la selección de Argentina, me dijo: “Paisano, le voy a dedicar un gol” y en el segundo gol que hizo, “él me señala y se viene directamente, esas imágenes siempre van a permanecer en mi corazón”, recordó Mondragón.
Entre otros de las íconos que asistieron están el técnico Jorge Luis Pinto, Óscar Córdoba, Leonel Álvarez, René Higuita, Harold Lozano y Faustino ‘El Tino’ Asprilla, quien dijo que va a “seguirlo recordando siempre”, y mencionó que estuvo acompañándolo cuando se accidentó en Buga; además, dijo que esta vez esperaban que saliera adelante como aquella vez, pero mencionó que “hay que aceptar que Freddy ya no va a estar más con nosotros”.
Y recalcó que entre los momentos más lindos que vivió con Freddy está cuando “iba todos los diciembres a mi casa, yo le decía que Nacional era más grande y él siempre defendía a su América. Nosotros dimos todo por la camisa de la Selección, le dimos alegría a la gente”, concluyó el goleador.
⚽❤️ #PorSiempreFreddy pic.twitter.com/yElq03rszc
— Win Sports TV (@WinSportsTV) April 16, 2022
En el transcurso de la ceremonia se realizó una misa encabezada por el Arquidiócesis de Cali en la que se reflexionó sobre el fragmento bíblico en el que se habla sobre: “¿Qué nos puede separar del amor de Cristo? Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.