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“Lo que más extrañé fue a mi perro”: Fernando Gaviria habló sobre el coronavirus y el Giro
El corredor colombiano es uno de los favoritos en las etapas planas y de la ‘maglia ciclamino’, la clasificación por puntos del Giro de Italia, que empieza este sábado.
Fernando Gaviria estaba tranquilo. Había sido segundo en una de las etapas del Tour de los Emiratos Árabes y estaba a la espera de lograr una victoria para su equipo, que era local en esas tierras. Eran los últimos días de febrero. Sin embargo, llegó la pandemia, la carrera se canceló intempestivamente cuando se encontraron casos de covid entre los corredores y todos sus planes se fueron al suelo.
Fue cuando se enteró de que él también tenía coronavirus.
Su equipo nunca lo confirmó oficialmente. Sin embargo, todos supieron que él era el colombiano que aparecía en las listas de contagiados. Estuvo aislado durante días en hoteles y hospitales del país, hasta que, finalmente, logró volver en abril a su casa en La Ceja, Antioquia, donde acabó de recuperarse.
Ahora, Gaviria se proyecta como uno de los grandes protagonistas del Giro de Italia, que comienza este sábado. Sus objetivos son simples: ganar etapas y repetir la ‘maglia ciclamino' que le otorgan al líder de la clasificación por puntos y que ya consiguió en 2017, cuando participó en la primera competencia de tres semanas de su carrera.
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“La temporada había iniciado muy bien y cuando viajamos a Emiratos Árabes Unidos teníamos la ilusión de una etapa, pero siempre sentía que mi cuerpo no daba el máximo, pero no se sabía el porqué. Eran dos oportunidades para ganar etapas en la carrera de casa del equipo, cuando nos llegó la noticia de que cancelaban la carrera. Unas pruebas dieron negativas y la mía fue positiva. Entonces fue un golpe difícil porque estaba lejos de casa y no comenté mucho del tema porque no quería que se preocuparan. Solo tuve dos días de fiebre muy alta, pero al final me atendieron a la perfección. De tener el virus... Creo que no lo pude tener en un mejor lugar”.
Gaviria compartió su experiencia el sábado pasado durante un conversatorio que organizó Colsubsidio. Allí, el colombiano aceptó que sintió temor cuando debió ir al hospital y vio que todos los médicos usaban equipos de protección para atenderlo: “Tuve miedo cuando inició la fiebre porque no sabía qué iba a pasar. Estaba casi seguro que lo tenía (el virus) porque inició con un ardor de ojos. Pensé que era porque pasaba mucho tiempo en el celular, pero luego me tomaron la temperatura y tenía fiebre, ahí estuve seguro. En el hospital me empecé a asustar al notar que a los médicos solo se les veían los ojos... Ahí como que entra la incertidumbre”.
El ciclista dijo que en ese momento no le importó el deporte. Lo más importante para él fue recuperarse de la enfermedad: “Llega un punto en que el ciclismo pasa a un segundo plano porque estábamos ante un virus desconocido. Tocaba hacer pruebas y tomar medicamentos para intentar contrarrestar el virus, que estuvo mucho tiempo en mi cuerpo. Creo que me pusieron a hacer mucha cuarentena, incluso más de lo debido. Yo no pensaba mucho en el ciclismo, pensaba en aliviarme”.
A Gaviria le tocó vivir en carne propia el inicio de la pandemia. Mientras en Colombia los casos se contaban por unidades, él ya estaba hospitalizado y pensaba en su casa, en La Ceja, y en su familia. Después, cuando la situación en el país se hizo crítica, también despertaba incertidumbre el hecho de volver.
“Lo más difícil fue no estar con mi perro", dice. Con mi familia podía hablar, pero no con mi perro. En esos momentos que estás solo en una habitación puedes extrañar cosas mínimas que pueden ser muy tontas, como estar en casa”, dijo el ciclista que pasó en total 52 días de cuarentena.
“Mi cuarentena duró todo eso porque cuando llegué a Bogotá estuve encerrado. Primero fue en una habitación de hotel con Maxi Richeze, con quien al menos podía hablar; luego fueron 27 días en el hospital, completamente solo, hablaba con las enfermeras; luego pasé otros 10 días en un hotel y finalmente llegué a Colombia y estuve 15 días aislado en Bogotá”, señaló Gaviria.
El ciclista expresó también que su primer entrenamiento para regresar a la temporada de ciclismo fueron los rodillos. Luego pudo salir y logró un estado físico con el que se siente a gusto para asumir el Giro de Italia. Para él será un reto y su principal objetivo como embalador del UAE –el equipo de Pogačar, que viene de ganar el Tour de Francia– es lograr victorias en las etapas planas. Para eso, Gaviria tendrá dos lanzadores de lujo: Sebastián Molano y Maxi Richeze.
“Nosotros salimos a intentar ganar y ponemos a corredores a controlar para que todo sea perfecto en el esprint. Ahí lo que pueda pasar es incierto, pero se propicia todo”, explicó.
“Todos en la preparación somos profesionales. En Colombia y en Europa entreno solo. Cuando llegamos a una carrera, somos un equipo y hacemos las cosas por un líder que a veces soy yo, cuando me lanzan un esprint. En la carrera siento mucha presión porque en algunas ocasiones me ha tocado trabajar y sé lo difícil que es. He dicho que es más difícil trabajar que los esprint porque ahí todo dura solo 10 segundos, mientras que el que es gregario tiene que estar ahí durante horas”. Y añadió: “Yo siempre agradezco a mi equipo porque conseguir las victorias sin equipo es casi imposible”.
El colombiano también manifestó que las críticas lo alimentan porque puede demostrarles a sus detractores que están errados: “En ocasiones me ha tocado que no van las cosas como uno quiere y recibimos más criticas que apoyo, pero cuando ganamos no nos critican. Yo agradezco a los que critican a los deportistas porque gracias a ellos creamos una motivación extra para mostrarles que las cosas no son como ellos piensan”.
Con respecto a la aparición de embaladores en Colombia, Gaviria dijo que los equipos se los llevan porque hay mucho talento, pero que la mayoría de pruebas ciclistas en el país son de montaña y por eso hay más corredores fuertes en este terreno. El antioqueño también destacó a Álvaro Hodeg, excompañero de equipo suyo que ahora, en el Deceuninck, será uno de sus principales rivales en la ‘Corsa Rosa’, como llaman en Italia al Giro.
“Álvaro es demasiado fuerte. Formé con él en el equipo Quickstep. Y sobre la evolución del ciclismo, lo que pasa en Colombia es que solo piensan carreras para escaladores y por eso solo sacamos eso. Los equipos de Europa se fijan en los esprínteres y en Colombia siempre van a encontrar talento. Yo siempre me he enfocado en ser uno de los mejores de los esprint y he intentado dar lo mejor en los últimos 10 segundos, que es cuando se definen las etapas”.