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ATUMOVILISMO

Qué se sabe de Michael Schumacher, cinco años después de su accidente

El automovilista más importante de la historia sufrió una grave caída mientra esquiaba con su familia. Desde entonces poco se sabe de su verdadero estado de salud.

3 de enero de 2019

Después de su exitosa carrera en la Formula 1, Michael Schumacher dedicó gran parte de su tiempo al esquí alpino sin saber que una salida a la estación invernal de Meribel, el 28 de diciembre de 2013, iba a cambiar su vida para siempre.

El piloto sufrió una fuerte caída después de salirse de la pista y su cabeza golpeó una roca que estaba cubierta ligeramente por la nieve generándole un grave trauma a pesar de que usaba un casco que le terminó salvando la vida.

El alemán fue transportado en un helicóptero al Hospital de Granoble en el que fue sometido a dos cirugías cerebrales y posteriormente inducido en estado de coma para facilitar su recuperación.

En abril de 2014 hubo un comunicado de la familia en la que informó que Schumacher estaba teniendo “pequeños momentos de conciencia y estaba despertando”. Ya estable, fue trasladado al Hospital de Lausana en orillas del Rio Ginebra en Suiza.

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A partir de ahí, la familia –compuesta por su esposa Corinna, su hijo Mick y su hija Gina Maria- decidió guardar silencio con respecto a los detalles y no volver a enviar comunicados oficiales con respecto a la evolución de Michael.

Entonces lo único que quedaron fueron las especulaciones y la limitada información que revelaron los pocos visitantes que iban a su casa medicalizada en las orillas del Lago Leman.

“Cuando lo ponemos en su silla de ruedas mirando el hermoso panorama de las montañas sobre el lago, Michael a veces llora”, dijo una fuente no identificada de la familia a la revista Paris Match.

Los chismes con respecto a su estado real fueron de todos los estilos. Los más positivos advertían que ya podía caminar mientras que los menos optimistas señalaban que estaba en estado vegetativo. Todo esto ante el silencio de la familia que prefirió la reserva en este complejo asunto.

Rolf Schumacher, su padre, declaró en noviembre al Daily Mail que el traslado de su hijo a la isla española de Mallorca no se iba a realizar. No dijo mucho al periódico británico, pero los responsables del mismo entendieron, acertadamente o no, que Michael ya no necesitaba asistencia respiratoria, algo que no se pudo verificar.

A principios de diciembre, Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y exjefe de Schumacher en Ferrari, indicó al Bild que había pasado a verle a Suiza cuando se disputaba el Gran Premio de Brasil.

"Saben que siempre he sido discreto con su vida privada. Me preguntaron dónde vi esa carrera y yo, con naturalidad, dije que en casa de Michael. Con él vi muchos grandes premios, antes y también después del accidente. Hemos visto muchas carreras juntos y aún veremos muchas", dijo Todt.

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Una declaración que da a entender que Schumacher sigue teniendo conciencia, desmintiendo rumores que afirman que las secuelas de la caída podría incluir problemas mentales.

"Se sabe que tuvo ese accidente terrible hace cinco años. Está luchando y seguirá haciéndolo. Tiene a un equipo junto a él, su familia, que es extraordinaria. Todo lo demás es privado y es correcto que siga siendo así", expresó el dirigente sobre la decisión de la familia de mantener en secreto la situación de Michael.

Y es que todo indica que la privacidad era un deseo del mismo corredor inclusive antes del accidente. Según contó Sabine Kehm, periodista que lo siguió a lo largo de su carrera, Schumacher le dijo en una conversación: “No me llames durante el próximo año. Creo que voy a desaparecer”.

Otro de los visitantes que contó su experiencia con el alemán fue Georg Gänswein. El arzobispo visitó la casa y según conto: "Me senté a su lado lo tomé de las manos y lo miré. Aún tiene esa mirada de cuando corría en la Formula 1".

Un tema que también ha generado muchos rumores es el de los gastos médicos del expiloto. Según filtró la prensa alemana, la familia recibe 55.000 euros a la semana para los cuidados médicos que incluye un personal de 15 personas que acompaña al piloto, 24 horas al día.

Cifra que sería insuficiente para la totalidad de los gastos de sus cuidados que asciende a unos 140.000 euros semanales. Por lo cual, se calcula que el total de sus gastos médicos, desde el día del accidente hasta la fecha,  superaría los 35 millones de euros.

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Schumacher cuenta con varios récords muy difíciles de superar en la Formula 1, en donde alcanzó 7 títulos, 91 victorias, 77 vueltas rápidas y más carreras ganadas en una temporada con 13.