ESTILO
Los extravagantes peinados de Brasil 2014
El peinado de los futbolistas en la Copa Mundo ha dejado sorprendidos a los espectadores. ¿Moda o espectáculo?

Los mundiales de fútbol siempre han sido un escenario para mostrar el talento de los deportistas pero también el estilo y la moda, especialmente la de los cortes de pelo.
Es así como en los años cuarenta los futbolistas parecían cantantes de tango, con el pelo engominado y algunos con un fino bigote. Es el caso de Ángel Labruna, Adolfo Pedernera y hasta el mismo Alfredo Di Stefano. Estos dos últimos jugaron en Colombia durante la era de El Dorado. En los años setenta se pusieron de moda las pintas de rockeros con patillas hasta el cuello y melenas alborotadas. Entre los más famosos se destacan el argentino Mario Kempes, el holandés Johan Neeskens y George Best, de Irlanda del norte, a quien le decían el quinto Beatle. En los ochenta pasó un poco de moda el pelo largo.
En los noventa el auge de la música grunge y alternativa trajo de nuevo raros peinados a las canchas de fútbol, como es el caso de Alexis Lalas, futbolista de la selección de Estados Unidos. En esa misma década tomaron auge las trenzas y rastas que impuso al final de los ochenta el holandés Ruud Gullit. En esos años fueron notables los peinados como los del colombiano Albeiro Usuriaga y sus chaquiras, y el nigeriano Taribo West, que se pintaba el pelo de verde.
Mención aparte merece Carlos ‘el Pibe’ Valderrama con su melena rizada sobre la que ha vertido hectolitros de agua oxigenada a lo largo de su vida. En muchos lugares, entre ellos Colombia, se hicieron muy comunes los futbolistas de cabeza rapada, siendo sus principales exponentes el brasileño Ronaldo y el francés Zinedine Zidane.
En los últimos tiempos, sin embargo, los futbolistas se han vuelto más creativos en cuanto a sus peinados y el Mundial de Fútbol de Brasil ha sido la vitrina donde cientos de millones de personas han visto admirar las creaciones de sus estilos. A juzgar por lo que se ve, bastantes estrellas de fútbol le dedican horas enteras a la peluquería. Si bien los expertos en el tema señalan que la cabeza rapada a los lados está de moda, los futbolistas en Brasil la han exagerado para llamar la atención. “Lo hacen para diferenciarse y destacarse del resto”, dice Johnny Pérez, director de Johnny Staff Group, una firma de asesoría de imagen.
Para comenzar, la moda punk ha regresado con nuevos ímpetus a las canchas de fútbol. No solo se ven las crestas sino también diseños muy elaborados como el que lleva en su cabeza el portugués Nani, que dibujó con una máquina de afeitar una estrella y el número 17. Algo similar hizo su compatriota Ronaldo quien se dibujó una Z que no debe confundirse con la de Óscar Iván Zuluaga. Se especula que simboliza la cicatriz de un niño cuya operación el delantero de Portugal ayudó a pagar aunque otros dicen que es la V invertida de victoria.
No hay una sola tendencia. El portugués Meireles evoca al emperador babilonio Nabucodonosor tal y como lo describen las esculturas que se conservan en el Museo Británico. El más fiel al punk clásico es el chileno Arturo Vidal, pero no es el único que usa cresta mohicana. En esa lista también cabría mencionar al francés Paul Pogba, al marfileño Die Serey y al croata Danijel Pranjic. Otros que también utilizan la cresta mohicana son el italiano Mario Balotelli y el argentino Marcos Rojo. Las trenzas y las rastas, todavía no desaparecen del todo. Dos exponentes de esta tendencia son el francés Sagna, que se las tiñe con agua oxigenada y el norteamericano Beckerman, un rubio con rasgos anglosajones.
Estos peinados, según Pérez, son parte del espectáculo del fútbol y aunque piensa que pueden llegar a influenciar a algún actor de cine o músico de hip hop, no cree que se conviertan en una tendencia general. “Considero que es una moda que les sienta bien a los jóvenes, pero no a un ejecutivo”. En ese sentido, dice el experto, la Selección Colombia no solo se ha destacado por la calidad de su fútbol sino por la elegancia y discreción de los peinados de los jugadores. “James tiene un corte de cresta pero con más elegancia y Cuadrado luce sus crespos de una manera discreta y sobria”.
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