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Los sueños se cumplen: la emocionante historia de Luis Díaz en el Liverpool
Tres goles en la Premier, uno en la Champions y más de 1.000 minutos aportando asistencias, regates y velocidad tienen al guajiro entre los 15 futbolistas latinoamericanos más valiosos del mundo.
En 2015, un flaco llamado Luis Díaz llegó a Bogotá para participar en los llamados microciclos de fútbol que se organizaron para escoger a los mejores jóvenes de las comunidades indígenas de Colombia y reforzar la selección Colombia. El recuerdo de esa fecha es de un Díaz en pantaloneta, camisa corta y unos tenis sencillos, nadie le apostaba en ese momento. “Él creyó que esto era La Guajira. Nos tocó conseguirle sudaderas y chaquetas para que estuviera los 15 días en la concentración”, dijo el entrenador John Jairo ‘Pocillo’ Díaz, quien junto a Carlos Alberto ‘el Pibe’ Valderrama lo vieron jugar por primera vez en las finales del torneo departamental indígena.
El equipo de Luis Díaz dejó en el camino a más de 50 clubes de todo el país, se coronó campeón del zonal en Santa Marta y llegaron a los 2.600 metros de altura para ocupar el top tres de los mejores.“Vimos a un flaco desgarbado, aparentemente desnutrido. Le decíamos fideo”, comentó Díaz, el hombre que hizo parte de su formación y que vio entre cientos de niños zenú, wayú, pijao, u’wa y amazónicos a un jugador diferente.
Fue desde los 5 años el mejor en la escuela Cruz Valle Fútbol Club de Barrancas, La Guajira, pero su padre, Luis Manuel Díaz, lo pulió y le forjó el carácter. No siempre lo puso de titular e incluso, a veces, no lo dejaba sumar un solo minuto en los partidos. “Me pedía que le comprara videos de Ronaldinho, Ronaldo o Zidane. Poco salía a la calle y se la pasaba viéndolos para ser como ellos”, comentó Luis Manuel.
El Pibe y el Pocillo lo llevaron a la Copa América de Pueblos Indígenas. Luis tenía 18 años y apostaron por ponerlo como un jugador más tirado a la banda. El joven, terco y decidido, se cambiaba de perfil. Encaraba hacia adentro, regateaba, tenía gran cambio de ritmo, desequilibraba, marcaba goles de lujo y aunque jugaba con alegría, lloró desconsolado en el camerino de la tricolor cuando perdieron la final contra la selección paraguaya de fútbol 1 a 0.
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Cuando pasó ese golpe, llegaron las convocatorias del Barranquilla FC. Su papá no dudó en hacer todos los sacrificios posibles y durante tres meses lo tuvo a prueba en procesos sub-17 y sub-20. Arturo Reyes lo subió a la división de la primera B con un reto más allá del fútbol, mejorar su condición corporal.Consolidado en el Barranquilla y estando con el Junior, el técnico Alexis Mendoza hizo una selección de cinco jugadores de la filial del equipo tiburón para entrenar con la selección Colombia de mayores junto a James Rodríguez, Falcao García, Juan Guillermo Cuadrado y David Ospina en la era de José Néstor Pékerman. “Realmente es muy grato verlo ahora en este nivel. Los profes de Barranquilla nos ayudaban en la preparación de los partidos. No me voy a olvidar de esos momentos, que fueron muy gratos y muy importantes. Tengo los mejores recuerdos”, afirmó el argentino en la previa del último juego de eliminatorias entre Colombia y Venezuela en Puerto Ordaz.
El paso definitivo al onceno de Curramba fue gracias a una reunión de Julio Comesaña, técnico del Junior, y Arturo Reyes, conocedor como pocos de los procesos del guajiro en el Barranquilla FC. Fue Reyes el que le habló de Sebastián Herrera y Luis Díaz. Con el equipo de sus amores ganó dos ligas, una Copa Colombia y una Superliga. El mismo Reyes, como técnico encargado, lo convocó por primera vez a la selección Colombia de mayores para los amistosos ante Venezuela y Argentina. Tenía claro que sería el nuevo crack de esta generación.“Es un jugador que no ha necesitado periodo de adaptación, siempre ha sido una persona sencilla, cálida y entregada a su profesión. Pienso que sus padres han hecho un gran trabajo con él”, dijo el extécnico de la selección sub-20.
En Europa ya conocían el juego de Falcao, James y Jackson Martínez. Por esa razón, el Porto de Portugal se llevó a Luis Díaz el 10 de julio de 2019 por cinco temporadas, pagándole un millón por cada una. El traspaso fue por 7 millones de euros. Lucho alzó todos los trofeos en Portugal: primera liga, copa y supercopa de ese país. Esa fue la puerta de entrada al fútbol mundial. Con esfuerzo y dedicación, Díaz ha ido construyendo su carrera y logró que pusieran los ojos encima desde Inglaterra.
Cuando Jürgen Klopp, técnico del Liverpool, lo vio por primera vez, en septiembre de 2021, cuando se enfrentaron por la fase de grupos de Champions en el Estadio do Dragão, el colombiano solo atinó a decirle con nerviosismo “cero inglés”. El alemán solamente respondió “no problem”, pero ya sabía que podría tenerlo como su jugador.
El 30 de enero de 2022, un abrazo fue el mejor idioma entre los dos para conocerse oficialmente.Esa muestra de cariño paternal se ha repetido desde entonces, pasando por aquel 19 de febrero de 2022 en su primer gol en la Premier contra el Norwich, que Colombia celebró al ritmo de la narración del Bambino Pons, quien siempre imita la musicalización de la legendaria banda The Beatles, hasta la última anotación y pase gol que tuvo en el banquete que se dio con su equipo venciendo 4 a 0 al Manchester United.
¡El gol de Lucho Díaz para abrir el marcador!
— ESPN Fútbol Colombia (@ESPNFutbolCol) April 19, 2022
El colombiano🇨🇴 abrió la goleada de Liverpool 4-0 sobre Manchester United con esta gran anotación en la #PREMIERxESPN. pic.twitter.com/GuqbAWFjXZ
Luis Díaz, con 25 años, es el mejor jugador colombiano en la élite internacional, el de mayor valor en el mercado, alcanzando los 45 millones de euros, y uno de los 15 latinoamericanos más importantes del mundo del fútbol. En cuatro meses conquistó la Copa de la Liga con su club y se perfila como el eje de la selección Colombia en las próximas eliminatorias mundialistas. “Quiero lo máximo”, dijo el guajiro al canal oficial del Liverpool.
Ekaa y atsüin en lengua wayú significan sueños y fuerza, las dos palabras que describen al guajiro de talla mundial y que tanto repitió cuando veía videos de fútbol y quería ser un grande de este deporte.