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Luis Suárez y el adiós a la selección de Uruguay. Estos fueron sus goles, sus mordidas y sus más grandes polémicas
El ‘Pistolero’ dice adiós a la Celeste después de 17 años defendiéndola, 142 partidos jugados y 69 tantos convertidos, se convirtió en una leyenda de la selección bicampeona del mundo.
Goleador implacable y protagonista de algunas polémicas de alcance mundial, Luis Suárez cierra casi dos décadas de trayectoria en la selección uruguaya como el jugador que lideró el retorno de la Celeste a la élite del fútbol. Máximo goleador histórico de Uruguay, con 69 goles en 142 partidos, el ‘Pistolero’ marcó junto a Edinson Cavani y Diego Forlán una era dorada del ataque charrúa, desde que debutó en la Celeste en febrero de 2007.
Suárez, de 37 años, se va de la Celeste con un título de campeón de América (Argentina-2011) y un cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica-2010. Octavos de final en Brasil-2014, cuartos en Rusia-2018 y una deslucida eliminación en la primera ronda de Catar-2022 completan su hoja mundialista.
Nada despreciable palmarés, al que se suma su exitoso periplo europeo, en especial en su pasaje por el Barcelona entre 2014 y 2020, en una era dorada para el ‘culé’ junto a Messi y Neymar.
El 9 de la MSN
Nacido en Salto, al noroeste de Uruguay, ‘Luisito’ debutó en primera división con solo 17 años en 2005 en el Nacional de Montevideo. A mediados de 2006 fue traspasado al Groningen de Países Bajos para disputar la temporada 2006-2007 y un año después el Ajax de Amsterdam vio su potencial y lo fichó.
Los goles en el Ajax (111 goles en 159 partidos) le sirvieron de vidriera en Europa, con el mítico Liverpool como destino desde 2011. Con los Reds, Suárez deslumbró por su potencia física, capacidad de goleo (anotó 81 goles en tres temporadas y media) y la entrega que demostró en cada equipo que jugó. Barcelona fue su casa desde julio de 2014. Allí junto a Messi y Neymar se adueñaron del fútbol europeo ganando la Liga de Campeones en 2015, además de sumar cuatro Ligas de España, entre otros títulos, convirtiendo al tridente conocido como la MSN en una de las mejores delanteras de la historia de este deporte.
Contra todo pronóstico y entre lágrimas, Suárez dejó Barcelona a mediados de 2020 y recaló en el Atlético de Madrid del ‘Cholo’ Simeone. El DT argentino confió en el uruguayo, que le devolvió los honores con 21 goles que ayudaron al Colchonero a ganar la Liga Española de 2020-2021. Un corto pasaje por casa en 2022, en el Nacional de Montevideo, un 2023 que lo transformó en ídolo del Gremio de Porto Alegre, y su desembarco en el Inter Miami este año, donde el combustible aún le da para sumar goles, completan la envidiable trayectoria del ‘Pistolero’.
Un jugador polémico
Gran simulador, Suárez cargó desde el inicio de su carrera con el estigma de ser un jugador incómodo. Protestón y dispuesto a mostrar su malestar en cancha tanto a compañeros como rivales, sumado a sus declaraciones escuetas fuera del campo, lo llevaron al sumarse a la lista de jugadores considerados polémicos. Uno de los golpes más dolorosos llegó en 2011 cuando el lateral francés Patrice Evra lo acusó de propinarle insultos racistas. Larga suspensión y repudio mundial.
Una mordida al defensa serbio Branislav Ivanovic, del Chelsea, la segunda de este tipo en su carrera, ya que en Países Bajos había protagonizado un episodio similar, lo llevó a ser considerado el villano favorito del fútbol inglés. Un lugar de antihéroe que ya ocupaba en los mundiales desde Sudáfrica-2010, cuando su mano transformó en penal lo que era gol de Ghana en el minuto 120 del partido de cuartos de final. Pero Asamoah Gyan falló el remate desde los 12 pasos y la definición se fue a penales, donde ganó Uruguay y avanzó a semifinales.
África lloró y declaró a Suárez “tramposo” y principal enemigo de un continente que buscaba ver a un equipo africano por primera vez entre los cuatro mejores del mundo. Fuera de la cancha, su sólida familia con su novia de la adolescencia, Sofía, madre de sus tres hijos, y una amistad inquebrantable con Messi y su familia ponen el equilibrio.
Milagros celestes
Pasaron cuatro años y llegó Brasil-2014, un Mundial que se transformó en calvario por una lesión de rodilla previa al torneo que amenazó con dejarlo fuera del mismo.
El milagro sucedió, el ‘Pistolero’ jugó en la segunda fecha de la fase de grupos y se dio el gusto de hacerle dos goles a Inglaterra en São Paulo para la victoria 2-1 de Uruguay. Pero la pesadilla volvió a aparecer.
Suárez mordió al defensa italiano Giorgio Chiellini en Natal, en el último partido de la ronda inicial, en el que Uruguay ganó 1-0 y logró el pase a octavos de final. El episodio llevó a a la FIFA a expulsarlo del Mundial y suspenderlo por cinco meses de toda actividad relacionada con el fútbol.
Uruguay lo recibió como víctima y lo encumbró definitivamente como héroe nacional. Los Mundiales de Rusia-2018 y Catar-2022 estuvieron lejos de la épica que logró en Sudáfrica y Brasil, y la Celeste llegó a las eliminatorias para el Mundial de Norteamérica-2026 con el argentino Marcelo Bielsa al mando y la renovación como hoja de ruta.
Ante ese panorama, el ‘Pistolero’ dice adiós a la Celeste después de 17 años defendiéndola, 142 partidos jugados y 69 tantos convertidos, convertido en leyenda de la selección bicampeona del mundo.
*Con información de AFP