Brasil

Lula invita a usar la camiseta de la Selección Brasil de cara al Mundial de Qatar: “No es de un partido político”

El mandatario electo busca deslindar de la política el uso de ese símbolo nacional empleado masivamente en campaña por su contendor, Jair Bolsonaro.

11 de noviembre de 2022
Los seguidores del actual presidente Jair Bolsonaro mantuvieron varios días de bloqueos en Brasil. (Photo by Anderson Coelho / AFP)
Lula da Silva hace llamado para deslindar la camiseta de la Selección Brasil de la política. (Foto por Anderson Coelho / AFP) | Foto: AFP

A pocos días de que la ‘fiebre del mundial’ se tome al planeta, en un certamen deportivo en el que selecciones como Brasil esperan cumplir un papel destacado, siendo la que hasta el momento más veces ha levantado el trofeo, el presidente electo de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, ha elevado un mensaje más allá de los colores políticos, para que todos apoyen a su combinado nacional en Qatar 2022.

El mensaje de Lula, además de imprimir un sello que pone fin a eventuales tensiones con algunos jugadores que públicamente apoyaron en las elecciones a Bolsonaro, también es un llamado a ‘desmarcar’ la camiseta de la Selección brasileña del uso que el actual presidente, le quiso imprimir a su favor durante su campaña de reelección, donde evocó varias veces el sentimiento nacionalista invitando a sus simpatizantes a lucir la ‘verde amarela’ como un símbolo de distinción.

En ese sentido, y buscando poner fin al uso político de la camiseta, para que todos los brasileños vuelvan a lucirla en respaldo a su equipo nacional, Lula elevó un mensaje a través de su cuenta de Twitter, en el que afirmó: la Copa del Mundo comienza pronto y no tenemos que avergonzarnos de vestir la camiseta verde y amarilla”.

En esa misma senda, el mandatario, que tomará posesión de su nuevo cargo el 1 de enero de 2023, refirió que “la camiseta no es de un partido político, pertenece al pueblo brasileño”.

Sin embargo, y pese a buscar imprimir un tinte no político a su llamado, Lula afirmó que él está dispuesto y atento a vestirse con los colores de la Selección encabezada por Neymar, y al mando de Tite, pero aclarando que lo hará luciendo la dorsal ‘número 13′, el cual le acompañó durante la reciente campaña política.

“Me veréis con la camiseta amarilla, solo que la mía será la número 13″, twitteó el líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, quien actualmente se prepara para volver a sumir las riendas del país más grande de la región, el cual ya dirigió entre 2003 y 2010, cuando fue sucedido por su copartidario Dilma Rousseff.

Recientemente, también a través de sus redes sociales, el presidente electo de Brasil elevó un llamado a la tolerancia en su país, en momentos en que la violencia política entre sus simpatizantes y quienes defienden a Jair Bolsonaro sigue estando encendida, en medio de una ola de protestas, que si bien se han menguado, aún tiene algunas expresiones de rechazo y de no reconocimiento de la victoria de Lula.

En ese sentido, en su llamado, Lula llamó a que se respeten las ideas disonantes, advirtiendo que precisamente en ese respeto y coexistencia, reside el sentido de la democracia.

Respetemos a los que no piensan como nosotros. Eso es la democracia”, advirtió el mandatario electo, haciendo también un llamado a trabajar unidos en la ‘recuperación’ de Brasil.

El llamado de Lula también llega en momentos en los que se han conocido múltiples escenarios en los que la división partidista, han llevado a acciones muy impulsivas por parte de simpatizantes de lado y lado, que han derivado incluso en casos de discriminación o violencia simbólica.

Dos de los más sonados mediáticamente, han sido el de una profesora de doctorado que, indignada por el triunfo de Lula, decidió enviar un mensaje a sus estudiantes, advirtiendo que quienes fueran simpatizantes del líder de izquierda, debían buscar otra profesora porque no estaba dispuesta a tenerlos en su laboratorio.

En ese mismo sentido, esta semana, se conoció el caso de un sacerdote que, en plena misa, desató una polémica con una partidaria de Lula, lo que desencadenó el apoyo masivo de otros feligreses votantes del presidente electo, hecho que derivó en que el sacerdote se retirara sus vestiduras sacramentales y decidiera retirarse de la misa aun sin haberla terminado.

En los dos casos, los superiores de los referidos bolsonaristas, salieron a rechazar los hechos y a presentar una excusa pública.