“Me propuse que no avanzara”: belga confiesa que saboteó a escarabajo en el Giro

En la etapa 5 del Giro de Italia hubo un colombiano que estuvo cerca de lograr la victoria. Se trató de Éiner Rubio, ciclista del Movistar, que durante un momento fue cabeza de carrera. Sin embargo, al parecer, un rival frustró sus posibilidades de triunfo en la jornada en la que, finalmente, se impuso el italiano Filippo Ganna.

De cara a la última escalada del día, Ganna iba acompañado del colombiano Éiner Rubio y de Thomas de Gendt, cuando el italiano lanzó un ataque que cortó a sus dos rivales en el Valico di Montescuro, a menos de 17 kilómetros para la llegada.

Según dijo De Gendt en Sporza, un medio belga especializado en ciclismo, cuando esto ocurrió no se interesó por buscar la victoria, sino que su objetivo fue sabotear al colombiano para que no pudiera quedarse con el triunfo. “Cuando atacó Ganna, preferí que ganará él a Éiner Rubio. No se puede pretender ganar una etapa sin haber dado ningún relevo. Hoy le quise dar una lección”, dijo el corredor belga del Lotto Soudal.

La molestia del corredor belga, que es reconocido por sus agresivos ataques y por no hacer uso del potenciómetro, se dio porque el colombiano no había trabajado con él cuando ambos se escaparon del pelotón para perseguir el grupo de fuga. “Lo entendí por la presencia de su compañero Héctor Carretero en el grupo de cabeza, pero cuando llegamos a la escapada, todavía dijo que no quería tomar el relevo. Pero al final atacó”, explicó De Gendt.

Fue tanta su rabia que calificó a Rubio como una carga: “Yo acababa de cerrar (una brecha de) 2′40” con una ‘mochila’ del Movistar. Entonces pensé: todos pueden ganar, excepto tú".

De Gendt y Rubio fueron capturados a falta de 12 km para la meta. Sin embargo, frente a la frustración de De Gendt, hay que tener en cuenta que esta es la primera gran vuelta de Rubio, por lo que pudo ignorar la regla no escrita del ciclismo en la que se deben turnar las posiciones en el grupo de fugados para que el gasto de energía fuera equitativo, pues todos se benefician de la escapada.

Posteriormente, De Gendt se refirió al asunto y dijo que estaba siendo un maestro con Rubio: “Le estaba enseñando. No mereces ganar si no trabajas. No debería ser mi responsabilidad cerrar cada brecha que se producía”. Y luego añadió: “Cuando llegamos a la fuga, él atacó, así que no estaba en su límite. Si él todavía no quería trabajar, era más un problema de su mentalidad. Yo no le iba a dar un viaje gratis hasta la meta”.

Rubio también habló al final de la etapa y dijo que lo va a seguir intentando en próximas jornadas. “Ha faltado para poder pelear la victoria, pero vamos encontrando sensaciones y seguro que seguiremos probándolo”, dijo el ciclista.

El jueves se disputará la 6.ª etapa, de 199 km entre Castrovillari y Matera, aún en el sur de la península. La llegada, en un falso llano ascendente, podría deparar sorpresas en las que algún corredor con potencia impida un embalaje masivo.