Cuando nadie daba un peso por Millonarios

El pasado mes de julio, cuando fueron presentados los jugadores que reforzarían el plantel de Millonarios, nadie daba un solo peso porque el equipo embajador estuviera dando la vuelta olímpica en diciembre. Nombres como los de Jáder Rojas, Robinzon Aponzá, Matías de los Santos y una decena de juveniles a prueba, eran las cartas para el nuevo campeonato. Ni el más optimista de los hinchas se dejó ilusionar.

Por el contrario. El estadio El Campín, ese que suele llenarse de bote en bote cuando juega Millonarios, lucía vacío. Tan solo 10.000 espectadores se abonaron, más por una cuestión de fe, como quien tiene el compromiso de ir a misa los domingos, y no porque estuviera identificado con el plantel que lucía la camiseta azul.

Las primeras fechas fueron desilusionantes. A pesar de un empate en la cancha del Medellín, Millonarios perdió con Santa Fe, su eterno rival, y le volvió a repetir la dosis en la fecha de clásicos. El temible Junior de Barranquilla con Teo Gutiérrez, Chará y toda su corte, lo derrotó en El Campín. Rionegro fue otro que vulneró la casa embajadora, y aunque Millonarios empezó a conseguir victorias, lo hacía con tacaños 1-0.

Otra dolorosa derrota fue en el Atanasio Girardot, ante Nacional. Millonarios ganaba 2-1 pero en los últimos minutos se dejó remontar y perdió  3-2. Los albiuazules sumaron su cuarta derrota en el torneo, precisamente contra los grandes favoritos para llevarse el título. Sin embargo aquel encuentro marcó un punto de inflexión, pues el plantel embajador demostró que sí le podía pelear a cualquier rival. Es más, desde entonces nunca más volvio a perder. Terminó la temporada con14 fechas invicto. 

Después de ese encuentro, Millonarios encontró los goles. Ayron del Valle comenzó el campeonato en el banco de suplentes, pero después encontró una tremenda racha. El de Magangué se destapó y marcó hasta once goles, convirtiéndose en goleador compartido del torneo. Millonarios alcanzó el botín de 33 puntos, y se clasificó a la fase final con 33 puntos.

La última fecha del torneo todos contra todos fue contra el Deportivo Cali, en El Campín. Aunque los azucareros ya estaban eliminados, Millonarios dio un auténtico recital de fútbol y golearon 5-1. Llegaban a los cuartos de final con viento en la camiseta.

En la primera serie de play offs se vio las caras con La Equidad, otro equipo de Bogotá. Empate en el estadio de Techo, y victoria por 2-1 en El Campín. En semifinales Millonarios se convierte en favorito. Elimina al América al derrotarlo 2-1 en el Pascual Guerrero y con un empate sin goles confirmó su clasificación a la final.

En la máxima instancia su rival era Santa Fe, no solo el antagonista de patio, sino el equipo que ya lo había derrotado las dos veces en que se habían enfrentado. Los rojos de Bogotá, expertos en ganar títulos en la última década, eran los favoritos.

La final inédita, clásico bogotano, paralizó a la capital del país durante una semana. El primer round fue con estadio azul, y Millonarios sacó ventaja con un solitario gol de Matías de los Santos. Este 17 de diciembre, El Campín, vestido de rojo, fue escenario del clásico más importante de la historia de ambos conjuntos. Wilson Morelo, en dos oportunidades, igualó la serie para Santa Fe, pero un cabezazo del capitán Andrés Cadavid y un golazo de media distancia de Henry Rojas quedarán para siempre en el recuerdo y el corazón azul. Cuando nadie daba un peso Millonarios gritó campeón. Con mucho drama, la estrella 15 llegó a su escudo.