Deportes
Millonarios se pronuncia tras la agresión a Daniel Cataño y la suspensión del partido: “no era prudente”
En el conjunto embajador rechazan “con firmeza” los hechos sucedidos antes del compromiso ante Deportes Tolima.
El fútbol colombiano se despierta este lunes envuelto en un nuevo escándalo por los bochornosos hechos ocurridos antes del inicio del partido entre Deportes Tolima y Millonarios por la fecha 4 de la Liga Betplay. Daniel Cataño, jugador del conjunto embajador, fue atacado por un hincha que invadió la cancha del Manuel Murillo Toro, provocando que el juego se suspendiera hasta nueva orden.
Después de varios minutos de gestión por parte del árbitro Wilmar Roldán, los jugadores del plantel dirigido por Alberto Gamero comunicaron que no estaban interesados en disputar el encuentro como muestra de solidaridad con su compañero, que además salió expulsado al haber respondido a la agresión con violencia.
La terna arbitral intentó negociar para que el juego tuviera lugar, sin embargo, la posición de los azules se mantuvo en considerar que no había garantías para su seguridad en el principal escenario deportivo de los ibaguereños. Al no tener el ‘sí' de su rival, a los futbolistas del Tolima no les quedó otra que volver al vestuario y esperar que sucederá con el desarrollo del partido.
Dimayor aún no se ha pronunciado al respecto, por lo que la única información oficial ha llegado a través de los medios oficiales de los equipos. “Millonarios FC informa que una vez concluidos los actos protocolarios y cuando el partido estaba a punto de inciarse, un asistente al estadio Manuel Murillo Toro invadió el campo de juego y agredió al jugador Daniel Cataño. Ante esta situación y considerando los riesgos inherentes para el espectáculo y la dificultad de garantizar la seguridad de los jugadores, se decidió que no era prudente comprometer su integridad”, explicó el club capitalino sobre su decisión de abandonar el campo de juego.
Tendencias
“Estos argumentos se compartieron con el comandante de la Policía, la terna arbitral y delegados de Dimayor. Millonarios FC es enfático en señalar que la prioridad es la seguridad de los jugadores y miembros del cuerpo técnico, así como de los asistentes al escenario deportivo”, continúa el comunicado.
Tras la decisión de no jugar, la delegación azul volvió al camerino en medio de insultos de la hinchada local, que les exigían con vehemencia que salieran a disputar el compromiso. “Los actos de violencia deben ser rechazados con firmeza”, sentenció Millonarios.
Macalister Silva, capitán de Millonarios, fue el encargado de liderar la decisión de no jugar, apoyado en los comentarios de algunos de sus compañeros como el defensor Andrés Llinás, primero en abandonar el campo como señal de apoyo para Cataño. “Nosotros tenemos que sentar un precedente para que nos eduquemos como sociedad, y entendamos que nos tenemos que cuidar los unos a los otros. Para nosotros, la integridad de nuestro compañero y de nuestros colegas está por encima de cualquier cosa, es lo que pensamos”, fueron sus palabras en medio de la conversación que se generó en la cancha minutos después de la agresión.
“Acá hay algo que hay que tener claro: no se trata de que sea Cataño, se trata de que esto es el fútbol que nos corresponde a todos; y nuestra seguridad, de cuerpo técnico, de jueces, de jugadores, está por encima de cualquier cosa”, sentenció el volante bogotano.
Esas palabras fueron resaltadas por la Asociación colombiana de futbolistas profesionales (ACOLFUTPRO), que también se pronunció en la noche del domingo. “Rechazamos categóricamente la agresión contra nuestro compañero Daniel Cataño en el estadio Murillo Toro y apoyamos a los futbolistas de Millonarios en su decisión de no jugar el partido vs. Tolima hasta que se den las garantías de seguridad”, publicó la organización.
Además de la agresión a Cataño, el bus en el que se transportaba el conjunto bogotano fue apedreado a su salida del estadio y una de las piedras impactó en la espalda del defensor costarricense Juan Pablo Vargas, que denuncio a través de sus redes sociales la falta de garantías para disputar este compromiso.