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¿Morder la medalla? Conmovedora reacción de gimnasta china se hace viral en los Juegos Olímpicos
Zhou Yaqin fue tendencia en el último día de la gimnasia artística.
Zhou Yaqin, gimnasta china de solo 18 años, le está dando la vuelta al mundo esta semana por su tierna reacción al ver que la italiana Alice D’Amato estaba mordiendo su medalla de oro en el podio.
En plena sesión fotográfica, Yaqin miró a sus compañeras de podio y se dio cuenta del gesto que le estaban haciendo a las cámaras.
Para no quedar fuera de onda, la china se llevó la medalla de plata a la boca y desató una ola de comentarios en redes sociales, donde alabaron su inocencia frente a un gesto que se ha hecho tradicional entre los deportistas.
Inicialmente, esto se hacía para verificar que se trataba de oro puro, pero con el paso de los años quedó como una marca registrada entre aquellos que logran subir a un podio olímpico.
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— Claro Sports (@ClaroSports) August 5, 2024
Tras ganar la plata Zhou Yaqin vio a las italianas morder su medalla, y pues...#ParísEsTuyo pic.twitter.com/BhjbI2jndG
Biles fuera del podio
Este podio compartido entre China e Italia tuvo como valor adicional la ausencia de Simone Biles, famosa gimnasta estadounidense que partía como una de las favoritas a colgarse el oro en la modalidad de la barra de equilibrio.
Biles estaba haciendo su rutina a la perfección, cuando pisó en falso y cayó a la colchoneta. Ya sabiendo que no podía aspirar al metal dorado, terminó la rutina sin mayores expectativas y puso toda su concentración en los ejercicios de piso, donde quedó segunda detrás de la brasileña Rebeca Andrade.
El oro en la barra de equilibrio fue para Alice D’Amato. La gimnasta italiana, de 21 años, fue la más sólida en la final de este aparato y se impuso con una nota de 14,366 a la china Zhou Yaqin, plata, y a la también italiana Manila Espósito, bronce.
Una Arena Bercy de nuevo repleta y entregada a la gimnasta más condecorada de la historia, soltó un suspiro de lamento al ver cómo se torcía una rutina hasta entonces solvente y que parecía destinada a sumar otro éxito para Biles en estos Juegos de la redención tras su pesadilla por ansiedad en Tokio-2020.
La viga de equilibrio había sido, además, el único aparato en el que la ganadora de 23 títulos mundiales había logrado una medalla –de bronce– hace tres años, cuando se vio mermada por un bloqueo mental en Japón. En Río de Janeiro 2016, de donde se fue con cuatro oros, Biles también había sido tercera en este aparato que requiere una enorme precisión.
Tras una larga espera, finalmente los jueces le dieron un 13,100 a Biles, que observó con gesto serio cómo se quedaba fuera del podio.
La revancha en los ejercicios de suelo fue claramente mejor para la norteamericana, pero no lo suficiente para sumar otro oro a su cuenta.
Poderosa y serena desde su llegada, Biles llegaba a despedirse de París-2024 con la oportunidad de igualar los nueve oros de la leyenda de la gimnasia Larissa Latynina y de la nadadora estadounidense Katie Ledecky, las mujeres con más títulos olímpicos.
Pero como demostró la dura experiencia de Tokio hace tres años, la gimnasta más condecorada de la historia no es una máquina. “He conseguido mucho más que en mis sueños más locos, no solo en estos Juegos, sino en el deporte”, valoró Biles sobre su impresionante palmarés de once medallas olímpicas, siete de ellas de oro, y 30 mundiales, entre ellas 23 doradas.
“Así que no puedo estar enfadada con mis ejercicios”, añadió. “Hace un par de años no sabía si regresaría a unos Juegos y competí y me voy con cuatro medallas. Estoy bastante orgullosa de mí”, sentenció.