Real Madrid, campeón del mundo con mucho sufrimiento

En lo que se pensaba iba a ser un partido de trámite para el Real Madrid, Kashima Antlers demostró que no se gana de nombre y vendió cara su derrota en la gran final del Mundial de Clubes que terminó 2 a 2 en los 90 minutos y finalizó 4 a 2 en el tiempo extra. Lección de humildad de los japoneses a todo el mundo del fútbol. 

Cristiano Ronaldo logró un triplete en la final  y emuló la gesta que únicamente había logrado Pelé con Santos en 1962.  Además empató a Luis Suarez, Lionel Messi y César Delgado como los máximos goleadores en el Mundial de clubes con un total de 5 tantos en tres participaciones, dos con el Real Madrid y una con el Manchester United.

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Karim Benzema se encargó de abrir el marcador temprano en el partido, aprovechando un rebote que dejó el arquero Hitoshi Sogahata tras un remate de Luka Modric. A pesar de encontrarse abajo, los japoneses no se resignaron y voltearon el marcador con dos goles de Gaki Shibasaki, en los minutos 44 a 52.

El empate a dos llevó la firma de Cristiano Ronaldo, al transformar un cobro desde el punto penal. El equipo merengue fue amplio dominador en la segunda parte del encuentro pero no pudo marcar el gol del título el tiempo regular y el partido necesitó de los tiempos suplementarios para definir al campeón mundial.

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En los tiempos extra, el equipo nipón no aguantó la embestida del mejor de Europa y Cristiano Ronaldo marcó en dos ocasiones para asegurar el tercer título del año y mantener la racha de 36 partidos sin perder para el club blanco.

El colombiano James Rodríguez no participó en el encuentro. Sin embargo, alcanzó el título 15 de su carrera y empató a Fabián Vargas como el jugador más ganador en lo que corresponde a clubes en la historia de nuestro país, solo quedando por detrás de Iván Ramiro Córdoba que sumó 17. James había jugado los 90 minutos y fue protagoniosta con un elegante pase gol en el juego semifinal ante el América de México. 

El francés Zinedine Zidane despide de esta forma un año inverosímil. Había comenzado el 2016 como técnico del Castilla, el juvenil del Real Madrid, y luego fue lanzado a los leones para la titánica misión de apagar el incendio que dejó Rafa Benítez. Contra todo pronóstico y desafiando su poca experiencia se coronó campéon de la Champions League y este domigo ganó un nuevo mundial de clubes para el Real Madrid. Si en la cancha hacía magia con el balón, desde el banquillo parece acompñado por la diosa fortuna.