Qatar 2022
Mundial Qatar 2022 dejó atrás las fuertes polémicas y es un éxito en audiencia; hasta en Colombia lo ven más
Millones de personas están siguiendo el certamen mundialista.
Desde Francia a Japón, pasando por Estados Unidos, las audiencias televisivas del Mundial de Fútbol de Qatar siguen siendo considerables, a pesar de los llamados al boicot y de la programación, con Alemania en el papel de excepción.
“El Mundial siempre es así de popular”, se felicitaba la semana pasada la Fifa, apoyándose especialmente en las audiencias del partido inaugural Qatar-Ecuador, al alza en algunos países respecto a las del Mundial-2018 en Rusia.
Ese fue especialmente el caso en Brasil (24,3 millones de telespectadores de media, +6 %), Reino Unido (6,3 millones, +57,5 %), Colombia (5,5 millones, con un aumento no precisado) o en Francia (5,1 millones, +30 %).
La competición suscita, sin embargo, numerosas polémicas desde diciembre de 2010 con su atribución a Qatar, y en relación al respeto de los derechos humanos o la protección del medioambiente.
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Pero en unos tiempos en que la presencia delante de la pequeña pantalla desciende inexorablemente en beneficio de internet, “los grandes eventos deportivos permanecen entre los últimos a nivel planetario” con carácter unificador, subraya para la AFP Christophe Lepetit, del Centro de Derecho y Economía del Deporte de Limoges, en Francia.
Este hecho, comprobado en cada Mundial o Eurocopa, “no ha sido desmentido este año”, añade el economista.
‘Fuera de casa’
En Francia, donde los bleus congregaron a entre 11 y 13 millones de telespectadores para sus dos primeros partidos, “claramente, no hay ningún efecto boicot”, asegura asimismo a la AFP Philippe Bailly, del despacho NPA Conseil.
Esas cifras, cercanas a las de 2018, tienen matices, previene Christophe Lepetit, indicando que son más bajas en relación al porcentaje de telespectadores del partido respecto a toda la población que estaba delante del televisor.
En España, más de 11 millones de telespectadores siguieron el partido entre la Mannschaft y la Roja, que supuso “el espacio más visto del año entre todas las cadenas” del país, según la televisión pública TVE.
Cuádruple campeona del mundo, Alemania sufre un desamor inhabitual con sus aficionados. En 2018, sus tres primeros partidos habían reunido de media más de 26 millones de fieles, contra 9 millones este año en su derrota contra Japón, y 17 millones para su empate contra España.
Los motivos son múltiples: las revelaciones sobre las condiciones de vida de los trabajadores extranjeros en el pequeño emirato gasista y las violaciones de los derechos humanos minaron antes del inicio de la competición el interés del público alemán. Algunos de los grupos de aficionados más activos incluso hicieron un llamado al boicot.
Momento único
A escala del continente europeo, según cálculos de la revista francesa Challenges, solo 54 millones de europeos siguieron el primer partido de su selección, por los 94 millones en 2018.
Pero hay que tomar con precaución las comparaciones de un Mundial con otro, ya que las cifras pueden varias en función del horario o del día de los partidos.
Y para Christophe Lepetit, eso “se enmarca en un contexto más global de descenso del consumo televisivo de este tipo de espectáculo”, con los partidos más interesantes concentrando picos de audiencia, y los mejores momentos pudiendo ser seleccionados en internet.
África, Sudamérica o Asia se afirman, por su parte, como “mercados que demandan contenidos futbolísticos de muy alto nivel”, no necesariamente involucrados en los “debates en torno al boicot”, más bien occidentales.
Parece más complicado que esos aficionados desdeñan “el único momento” en que su selección “se enfrenta a los mejores jugadores del mundo”.
En Japón, las audiencias fueron así dopadas por la victoria sorpresa 2-1 de los samuráis azules contra Alemania, que, pese a su horario tardío, cosechó una audiencia del 35,3 % en la región de Tokio, según Video Research.
En el otro extremo del mundo, el partido Estados Unidos-Inglaterra registró un récord de audiencia para un partido de fútbol masculino en Estados Unidos, con más de 15 millones de telespectadores de media, según FOX Sports.
*Con información de la AFP.