DEPORTES
Murió Álvaro Mejía, atleta colombiano ganador de la Maratón de Boston en 1971
El deportista falleció a los 80 años y en su momento estelar fue considerado uno de los mejores semifondistas del mundo.
Este martes se conoció la muerte de Álvaro Mejía, atleta colombiano que ganó la Maratón de Boston en 1971, una de las pruebas de fondo más importantes del mundo.
El deportista murió a los 80 años y en su momento de apogeo fue considerado uno de los mejores semifondistas del mundo.
Nuestras condolencias para los familiares y amigos de Álvaro Mejía. Su legado permanecerá para siempre en el atletismo colombiano. Paz en su tumba. https://t.co/vr1cJdfuxW
— Ministerio del Deporte (@MinDeporteCol) January 12, 2021
Mejía ganó todos los títulos de los certámenes de las áreas Bolivariana, Suramericana y Centroamericana y del Caribe, hasta 1966. En estos últimos Juegos logró la triple corona de los 1.500, los 5.000 y los 10.000 metros.
En un evento anterior a los Juegos Olímpicos de México de 1968, en el que se intentaba probar que se podía competir en la altura de Ciudad de México, Mejía batió a los mejores del mundo como Mohamed Gammoudi, de Túnez, en los 5.000 metros, y Gaston Roelants, de Bélgica, en los 10.000.
Despedimos a un ídolo del deporte colombiano, gracias campeón por entregarle tanto al #Atletismo de nuestro país. Paz en su tumba. 🙏🇨🇴 https://t.co/fTPB2HokVT
— Ernesto Lucena (@LucenErnesto) January 12, 2021
“Cuando les gané a los mejores semifondistas del mundo, en México 1966, regresé a Colombia y me pusieron sobre los hombros la candidatura a ser medalla de oro dos años después, en los Juegos Olímpicos de México, y… me dejaron solo”, recordó Mejía en una entrevista publicada por el Comité Olímpico Colombiano (COC).
El problema del atleta fue que de él dependía la subsistencia económica de su familia, pues pasó a manejar la empresa de su padre cuando él murió y no podía concentrarse totalmente en el deporte. Además, sufrió lesiones que afectaron su preparación.
Una curiosidad de este laureado deportista fue que nunca utilizó entrenador y él mismo se encargaba de diseñar su preparación.
“Mejía fue siempre un rebelde, que no tuvo jamás entrenador, ni siquiera cuando integraba los equipos nacionales y debía estar bajo el mando de los orientadores oficiales, porque pocas veces dejaba que lo aconsejaran. Hoy, nuestros atletas más consagrados cuentan con la orientación de entrenadores profesionales y personal interdisciplinario, que están todo el tiempo a su lado, encargados de trazar y acompañar sus planes de entrenamiento”, recuerda el COC.
En los Juegos Olímpicos, Mejía se robó la salida de la prueba de los 10.000 metros planos y terminó décimo, posición que, aunque fue brillante, no cumplió con las expectativas que había en su participación.
“Cuando llegó a Ciudad de México en 1968 para competir en los 10.000 metros “solo quería que esta pesadilla terminara pronto”, recuerda. Fue tal su nerviosismo, que “se robó” la salida, de una competencia que por lo larga es casi imposible que un atleta cometa esta falta. Al final, terminó décimo. Confiesa que cuando cruzó la meta descansó del trauma, que lo acompañó casi durante los dos últimos años”, señala el COC.
En los años siguientes, Mejía logró figuraciones importantes, como ser el primer latinoamericano en ganar la maratón más antigua del mundo, la de Boston, en 1971, y el tercer lugar en los 10.000 metros, en los Juegos Panamericanos de Cali del mismo año.
El ministro del Deporte, Ernesto Lucena, lamentó el fallecimiento del atleta. “Despedimos a un ídolo del deporte colombiano. ¡Gracias, campeón, por entregarle tanto al #Atletismo de nuestro país! Paz en su tumba”, trinó el ministro.