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Nacional 1 - Millonarios 3: el ‘cuarto de hora’ de dos eternos rivales (Crónica)
Dorlán Pabón abrió de penal el marcador en el Atanasio. Daniel Giraldo y en dos oportunidades Jader Valencia sentenciaron la victoria embajadora.
Ninguno de los 22 futbolistas que salieron a la grama del Atanasio Girardot antes de las 3:30 p. m. de este domingo había nacido cuando Millonarios y Atlético Nacional se convirtieron en los rivales más enconados del fútbol colombiano. Fue a finales de los ochenta cuando azules y verdes se jugaban más que tres puntos en la cancha (en ese entonces dos) y desde entonces ninguno resistía una derrota, donde quiera que se vieran las caras.
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Hacía mucho tiempo que no se enfrentaban los dos equipos en lo más alto de la tabla. En el clásico que protagonizaron este 21 de noviembre ambos no solo volvieron a mirarse a los ojos, de igual a igual, sino que se sacaron chispas en la cancha como aquellas batallas de Leonel Álvarez, Alexis García, Eduardo Pimentel o Mario Vanemerack.
El primer cuarto de hora fue trepidante. Más que por la calidad de fútbol, por la intensidad con que los jugadores salieron a imponerse en el campo desde que el árbitro hizo sonar su silbato.
Como hace cuarenta años, no habían pasado tres minutos y el referee ya había sacado la tarjeta amarilla, la que le mostró a Stíven Vega por una falta contra Jarlan Barrera. Como no era para tal castigo, a juicio de los azules, los jugadores rodearon al árbitro en una señal de que lo que estaba en juego era algo más cercano al honor. Pasaron cuatro minutos y los reclamos se volvieron en airadas protestas cuando el juez señaló el punto blanco del penal con que Nacional se puso en ventaja, tras un cobro de Dorlan Barrera que clavó el balón en el fondo de la portería embajadora.
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— Atlético Nacional (@nacionaloficial) November 21, 2021
El único que había vivido de forma directa aquellos duelos que se volvieron “a muerte” (en el sentido deportivo de la palabra) era Alberto Gamero, técnico de Millonarios, que mientras los jugadores y la hinchada de Nacional celebraban la ventaja, llamó a sus jugadores al banco. Muchos creyeron que se iban a retirar de la cancha ante lo que consideraron injusto. Pero fue una charla rápida para reanudar el juego que ni San Pedro quiso perderse, pues abrió los grifos de un cielo primaveral y dejó soltar un aguacero de auténtico clásico.
Bajo el agua, los azules dieron la respuesta y, antes de que el cronómetro señalara el minuto 15, David M. Silva intentó una volea en el área que se estrelló en el travesaño, pero en los rebotes sucesivos Daniel Giraldo la mandó al fondo de la valla custodiada por Aldair Quintana.
Tras la celebración del empate parcial, cesó la lluvia y los jugadores parecieron apaciguar sus ímpetus. El clásico Nacional-Millonarios había tenido su cuarto de hora.
Nacional reanudó pero sus jugadores no tenían el mismo entusiasmo que sus hinchas en la tribuna, que con sus cantos convirtieron al Atanasio en una olla a presión. Sin embargo, Millonarios, de la mano de Silva, tuvo las mejores opciones para encaramarse en el marcador. Incluido un nuevo balón de globito que el número 14 de los albiazules volvió a estrellar al horizontal.
Para el segundo tiempo el público se despojó de los plásticos chubasqueros y cuando estaban más entretenidos con los resultados de otras plazas, Aldair Quintana dejó abierta su portería en una floja salida a rechazar, circunstancia que sirvió para que Jader Valencia, de golpe de cabeza, marcara el 1-2 para los capitalinos.
Minutos después, el estadio se silenció unos segundos más, como si San Pedro hubiera vuelto a soltar el chaparrón. Pero el baldado fue por un nuevo error de Quintana, quien dejó escapar entre sus piernas un remate de Emerson Rodríguez y que Valencia empujó en la línea para marcar el segundo de su cuenta personal, el 1-3 a favor de los de Gamero.
Los únicos que no se sentaron ni guardaron silencio fueron los del fondo sur del Atanasio, que con sus cánticos que se oían hasta el boulevard de la carrera 70 fueron los que de verdad empujaron la reacción de los verdolagas en la cancha. Porque en norte, occidental y oriental silbaban cada vez que el balón llegaba al portero Quintana, el señalado de la tarde.
Nacional y Millonarios volvieron a enfrentarse en lo alto de la tabla. Y aunque era la última fecha del todos contra todos, apenas es el aperitivo para las finales, donde ambos parten como los máximos favoritos a ganar la estrella.