Coronavirus
“Nadie está por encima de las reglas”: primer ministro de Australia a Djokovic
El jugador europeo fue retenido en la terminal aérea de Melbourne por un inconveniente en el visado que solicitó para ingresar.
Novak Djokovic, actual número uno del tenis mundial, anunció en las redes sociales la obtención de una derogación médica para poder disputar el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada.
Sin embargo, el serbio quedó bloqueado este miércoles en el aeropuerto de Melbourne debido a un problema de visado. El nueve veces campeón del torneo oceánico no habría rellenado el formulario correcto para el tipo de visado solicitado.
“El servicio federal de aduanas se contactó con el gobierno del Estado de Victoria, donde se encuentra Melbourne, cuando constató que el equipo de Djokovic había pedido el tipo de visado equivocado”, indicó The Age.
Según informó el diario The Australian, el reconocido tenista buscaba entrar al país con un visado de trabajo que necesita la respectiva autorización del gobierno de Victoria, el cual había rechazado apoyar esa exención.
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Al respecto, el primer ministro del país oceánico, Scott Morrison, publicó en su cuenta de Twitter: “La visa del señor Djokovic ha sido cancelada. Las reglas son reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras”.
“Nadie está por encima de estas reglas. Nuestras sólidas políticas fronterizas han sido fundamentales para que Australia tenga una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo por la covid-19, seguimos estando atentos”, agregó.
Mr Djokovic’s visa has been cancelled. Rules are rules, especially when it comes to our borders. No one is above these rules. Our strong border policies have been critical to Australia having one of the lowest death rates in the world from COVID, we are continuing to be vigilant.
— Scott Morrison (@ScottMorrisonMP) January 5, 2022
La estrella serbia anunció el martes que estaba viajando a Melbourne tras haber conseguido una “derogación médica”, que provocó un fuerte polémica sobre si podría participar en el torneo.
A pesar del rechazo de la autoridades del Estado de Victoria, Djokovic debería probablemente ser autorizado finalmente a entrar en Melbourne. Este problema de visado retrasaría los trámites, pero no impediría su acceso a Australia.
Todos los participantes del Open de Australia, que comienza el próximo 17 de enero, deben estar vacunados contra la covid-19 o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes. El serbio se ha mostrado hasta el momento reticente a vacunarse y se ha negado repetidamente a confirmar si se inoculó.
En declaraciones a la cadena australiana Channel Nine, el jefe del torneo, Craig Tiley, aseguró que 26 personas de los casi 3.000 jugadores y personal técnico que viajarán a Australia para la competición habían pedido una derogación, pero solo un puñado la consiguió.
“A cualquier persona que reuniera las condiciones se le ha permitido venir. No hubo favores especiales. No hay ninguna oportunidad especial para Novak”, sostuvo Tiley.
Scott Morrison, primer ministro australiano, declaró que si las razones de la exención de Djokovic eran “insuficientes”, el serbio estaría “en el próximo avión de regreso” a su casa.
Tiley, igualmente, instó al tenista a revelar la razón de su permiso médico. “Sería realmente útil si explica las condiciones por las que ha pedido y obtenido una exención médica”, precisó.
“Lo animo a que hable de ello a la comunidad. Hemos pasado por un periodo muy difícil en estos dos últimos años y apreciaría algunas respuestas sobre ello”, añadió.
Una de las condiciones que permitían la entrada sin vacuna es que el aspirante hubiera tenido covid-19 en los últimos seis meses. No está claro que este sea el caso de Djokovic.
La decisión de los organizadores también generó sorpresa en algunos tenistas, como el jugador británico de dobles Jamie Murray. “Creo que si fuera yo el que no está vacunado, no recibiría la exención”, reclamó.
Stephen Parnis, exvicepresidente de la Asociación Médica Australiana, concluyó que está exención transmite un mensaje negativo a las personas que luchan contra la propagación del coronavirus.