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Pelé, el rey del fútbol para la eternidad
Fue tres veces campeón del mundo con la selección de Brasil en 1958, 1962 y 1970 y fue un fiel exponente de lo que se ha conocido universalmente como el jogo bonito (juego bonito).
Edson Arantes do Nascimento, a quien el mundo del deporte conoció como Pelé, pasará a la historia como uno de los más grandes jugadores del fútbol, porque entre otras de sus hazañas se cuenta haber debutado a los 17 años en la Copa de 1958, que se disputó el Suecia.
Este hombre, de 1,73 m, nació el 23 de octubre de 1940 en la localidad brasileña de Tres Corazones, en el estado Minas Gerais fue considerado por muchos como el mejor futbolista del siglo y tras varias décadas siguió en la mente de millones de aficionados que extrañaron verlo en las canchas con sus gambetas, goles y jugadas espectaculares que lo llevaron a la cúspide.
Como suele suceder con la mayoría de deportistas, los inicios de Pelé no fueron fáciles, las calles se convirtieron en el escenario para comenzar a deslumbrar y mostrar que era diferente a los demás en su juego. Desde ese momento llamó la atención de propios y extraños que lo vieron mostrar sus habilidades con el balón.
Fue tres veces campeón del mundo con la selección de Brasil en 1958, 1962 y 1970 y fue un fiel exponente de lo que se ha conocido universalmente como el jogo bonito (juego bonito), característica que ha permanecido a lo largo de los años desde 1956, cuando los especialistas describieron la forma como inspiraba desde la cancha.
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Pero no solo debutó en un mundial con 17 años (1958), en ese torneo se coronó campeón con su selección y participó en un cuatro mundial en 1966 que se disputó en Inglaterra, entre el 11 y el 30 de julio.
En los 14 partidos que jugó representando a la selección brasileña en los cuatro torneos orbitales en los que participó marcó 12 goles e hizo 8 pases de gol, según la página especializada Transfermarkt.es.
Pelé fue elegido como el mejor jugador en el mundial de 1970 que se realizó en México y su selección se coronó campeona del mundo tras obtener un contundente triunfo sobre Italia 4-1.
Pero, además, fue el mejor jugador joven en la copa de 1958, en la que debutó con 17 años, y además fue subcampeón y el mejor jugador en la Copa América de 1959. Su participación en los diferentes torneos que disputó, siempre estuvo llena de elogios y reconocimientos, por lo que para muchos se convirtió no solo en un referente, sino el mejor jugador del mundo.
Clubes en los que jugó
El rey Pelé se consagró también en los clubes en los que jugó. Debutó en 1956 en el mítico Santos, plantilla de la que hizo parte hasta 1974. En su paso por esa escuadra logró los títulos como el club campeón del mundo en 1962 y 1963.
Así mismo, logró la Supercopa de Campeones Intercontinentales, dos de la Copa Intercontinental, dos de la Copa Libertadores de América, seis del Brasileirão, cuatro del Torneo Río-São Paulo y diez del Campeonato Paulista. Se convirtió en el máximo goleador histórico de los clubes de los que hizo parte y del torneo mundial de clubes.
Poco antes de anunciar su retiro del fútbol activo, jugó con el New York Cosmos de los Estados Unidos entre 1975 y 1977, conquistando una Liga Norteamericana de Fútbol y un Campeonato de la Conferencia Atlántica. En 2010, fue nombrado como presidente honorario de ese equipo.
Según la Rec Sport Soccer Statistics Foundation, RSSSF, que es una organización internacional amateur fundada en 1994 dedicada a recolectar estadísticas sobre fútbol, el rey del Pelé marcó, 1301 goles, de los cuales 775 fueron oficiales, la segunda mayor cifra en la historia.
Destacado también fuera de las canchas
Pero no solo fue un hombre que se destacó en las canchas de fútbol, ya que fue nombrado Ciudadano del Mundo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1977, embajador para la Ecología y el Medio Ambiente por la ONU en 1992 y embajador de Educación, Ciencia, Cultura y Buenos Deseos de la Unesco en 1994.
En su país fue designado ministro extraordinario de Deportes por el gobierno de Brasil entre 1994 y 1998 y fue nombrado Caballero de Honor del Imperio Británico en 1997 y embajador del Deporte en el Foro Económico Mundial de 2006.
En 1999, el Comité Olímpico Internacional lo distinguió como el mejor deportista del siglo xx y le otorgó la Orden Olímpica en 2016.
Un año después, (2000) Pelé fue elegido como el mejor futbolista oficial del siglo xx con el 73 % en una votación realizada por la Comisión de Fútbol de la Fifa y los suscriptores de la Revista Fifa, así como por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol y en una encuesta respondida por los ganadores del Balón de Oro.
Aunque no ganó el Balón de Oro en su carrera, ya que en ese entonces solo eran distinguidos jugadores europeos, la revista France Football le concedió uno honorífico por su gran trayectoria en la gala de premiación de 2013.
Entre tanto, el 14 de diciembre de 2020 fue incluido como mediocentro ofensivo en el Dream Team histórico del Balón de Oro.
El día que Pelé fue expulsado en El Campín
El mejor jugador del mundo jugó varias veces en Colombia, pero el hecho más recordado de su paso por el país fue el que ocurrió la noche del 17 de julio de 1968, cuando se enfrentaron el Santos y la Selección Colombia, en un partido amistoso de preparación para los Juegos Olímpicos de México.
Como era de esperarse, en las tribunas del estadio El Campín, nadie quería perderse de un partido donde estaría el ídolo del futbol mundial.
El árbitro era Guillermo El chato Velásquez, quien apenas tres minutos de iniciado el partido validó un gol de Alfredo Arango que el juez de línea había considerado ilegal. Eso comenzó a prender los ánimos entre uno y otro equipo.
Lima, el capitán del club brasileño increpó al juez y le dio una patada lo que le valió la tarjeta roja. El jugador en principio fue hacia el camerino, pero regresó y le dio un golpe al colegiado.
Minutos después y medio de un ambiente caldeado, tras un forcejeo entre Pelé y Soto en el área, el brasileño le pidió a Velásquez que pitara penal, pero al no ser atendida su petición le dijo varias groserías en portugués que el árbitro entendió y lo expulsó.
Luego de varios incidentes, el árbitro salió con un ojo cerrado por los golpes que recibió, y terminó pitando Omar Delgado, quien estaba como juez de línea. La terna la completó Mario Canessa, que estaba como espectador, bajó a la cancha de corbata y con un pañuelo hizo de línea.
Pero como si fuera poco todo lo sucedido, ocurrió lo impensado y lo que quedará en la historia como unos de los hechos más singulares de la historia del fútbol mundial.
Pelé regresó a la cancha de El Campín ante la presión de los hinchas que habían pagado la boleta sólo para verlo a él.
Al final, el equipo brasileño ganó el partido 2-4, pero a su salida del estadio debió dirigirse a la comisaría del norte. El Chato Velásquez interpuso una denuncia a quienes debieron pagar la suma de 18.000 pesos de la época y dar una disculpa pública.