Polémica por ‘penalazo’ no pitado contra el Manchester United: “casi le arranca la cabeza a nuestro delantero”

En un emocionante debut en la Premier League, el Manchester United logró una victoria por la mínima sobre el Wolverhampton Wanderers. El conjunto de los Diablos Rojos superó las dudas iniciales para asegurarse los tres puntos con un marcador final de 1-0 en Old Trafford, gracias a la anotación de Raphael Varane tras una destacada asociación con Aaron Wan-Bissaka.

A pesar de merecer un mejor resultado, el Wolverhampton no logró capitalizar sus oportunidades. El equipo estuvo bajo el mando de Julen Lopetegui hasta hace apenas una semana, cuando el técnico vasco abandonó la entidad debido a la falta de garantías y refuerzos necesarios para la temporada. Su sucesor, Gary O’Neil, asumió el cargo a solo cinco días del estreno liguero, enfrentando un desafío importante.

El Manchester United, optimista tras una pretemporada sólida y sus adiciones deseadas al equipo, se vio sorprendido por un Wolves valiente. Bajo la dirección de Erik ten Hag, los Red Devils lucharon especialmente en la primera mitad debido a la falta de creatividad y fluidez en su juego ofensivo.

El encuentro también marcó el debut de André Onana en la portería local, mientras que Mason Mount asumió el icónico dorsal número 7 en Old Trafford, anteriormente vestido por leyendas como George Best, David Beckham y Cristiano Ronaldo. Sin embargo, fue Raphaël Varane quien robó los reflectores al anotar el único gol del partido en los últimos quince minutos. Su certero cabezazo culminó una elegante triangulación en el área, abriendo el marcador y cambiando el rumbo del enfrentamiento.

La polémica no se quedó atrás, ya que una acción en tiempo de descuento del portero del Manchester, André Onana, al arrollar y golpear con el puño a Sasa Kalajdzic, delantero de Wolves, generó controversia. A pesar de las protestas del equipo visitante, el árbitro principal, Simon Hooper, y el VAR, Michael Salisbury, no consideraron la acción merecedora de sanción.

En el transcurso de este mismo lunes, el Colegio de Árbitros de la Premier League (PGMOL) ha emitido un comunicado en el que reconoce que la acción protagonizada por André Onana debió resultar en la sanción de un penal. Como medida adicional, se ha decidido apartar temporalmente de sus funciones tanto al árbitro principal, Hooper, como a Salisbury, responsable del VAR en el partido en cuestión.

Pocos momentos después del silbatazo final, Gary O’Neil, estratega al mando del Wolverhampton, alzó su voz en protesta ante la no adjudicación del penal. Según sus palabras: “Parecía que el portero casi le arranca la cabeza a nuestro delantero centro. Si vas a por la pelota y golpeas al jugador tan fuerte, es una penalización. Al principio pensé que el árbitro se acercaba a mirar la pantalla, pero desafortunadamente me amonestó a mí y no a Onana por aplastar a nuestro delantero centro”

Asimismo, O’Neil compartió que Jon Moss, director del PGMOL, le presentó sus disculpas por la errónea decisión tomada, admitiendo que el penal a favor de los Wolves debería haberse marcado: “Aunque agradezco su confesión de que el penal era evidente y que tanto el árbitro como el VAR lo pasaron por alto, me hace sentir aún peor. Saber que teníamos razón y aun así marcharnos sin nada es frustrante”.

La controversia no es nueva para el árbitro Michael Salisbury, quien ahora se encuentra en el ojo de la tormenta por segunda ocasión. En la temporada pasada, ya había evitado una revisión similar desde el VAR en un enfrentamiento entre el Tottenham y el Brighton. En aquella ocasión, el PGMOL también aceptó que existió una falta en el área sobre Mitoma, lo que hubiera resultado en un penal a favor del Brighton.