¿Por qué estuvo en riesgo la carrera deportiva de una de las patinadoras más importantes del país?

Su pasión por el patinaje de velocidad empezó desde que era pequeña, cuando calzó sus primeros patines. Desde un principio mostró excelentes resultados en cada prueba. Luz Karime Garzón es de esas deportistas que no se rinde tan fácil y lucha día tras día por superarse porque tiene el deporte en las venas. A los 16 años entró a su primera Selección Colombia para disputar el mundial de Bélgica, y desde allí nada la ha detenido, ni siquiera su más reciente lesión: una hernia discal.

Con 12 títulos mundiales, triunfos en Juegos Bolivarianos, medallas en Juegos Nacionales y copas europeas, ‘LuzKa’, como le dicen de cariño, conforma el grupo de deportistas que convirtieron a Colombia en una potencia mundial en patinaje de velocidad. Cada año, la Selección Colombiana de Patinaje trae más de 30 medallas de los campeonatos mundiales y es parte de la élite mundial junto con potencias como Francia, China, Alemania y Corea, entre otras naciones.

Pero traer esas medallas a territorio nacional representa un esfuerzo físico muy grande que requiere tiempo, dinero, mucho entrenamiento y la capacidad de levantarse de las caídas y superar lesiones. ”Es bueno golpear ese pensamiento que dice: ‘Tienes que ser bueno desde pequeño para ser campeón mundial’, no siempre el talentoso llega, también el disciplinado puede”, afirma la atleta.

Una lesión preocupante

El golpe que generó la pandemia fue muy fuerte para el mundo del deporte. Cada atleta y sus respectivos entrenadores tuvieron que ver la forma de trasladar el entrenamiento a una modalidad virtual, algo mucho más difícil para aquellas modalidades en las que su escenario es su aliado número uno, tal como la natación o el patinaje.

Meses después de ese confinamiento que pareció eterno, llegó una flexibilización nacional y muchos deportes retomaron sus escenarios con sus respectivos protocolos. Primero fueron los deportes individuales, semanas después los grupales y con ello las competencias.

Como evento de reapertura, en febrero se realizó el Campeonato Panamericano de Naciones en la ciudad de Ibagué. Distintos países como Argentina, Ecuador, México, Guatemala y Venezuela participaron, y un conjunto de deportistas seleccionados representaron a Colombia, entre ellos estaba Luz Karime, representante en la categoría mayores damas para las pruebas de fondo, quien apoyaría a que Colombia volviera a lucirse y ganara más de treinta medallas.

“Una vez terminé los Juegos Nacionales empecé a sentirme mal, con corrientazos en las piernas, en los glúteos; llegué muy maltratada, no podía ni caminar. Yo ya había ido al Comité Olímpico, donde me atienden por tener la beca excelencia, y en la resonancia que me hicieron en 2019 se veía que tenía una hernia discal”, agregó.

Ella entrena siete horas diarias y solo descansa los domingos. “Tuve mucho miedo, yo le he entregado la vida al patinaje, todo gira entorno a este deporte. Y ver que llega una lesión donde te puedes frustrar, es inevitable pensar que se puede acabar la carrera apenas con 23 años, que fue cuando empezó la lesión”, comentó Luz Karime.

En 2019, cuando se dio cuenta de que tenía una hernia, le hicieron un bloqueo para mitigar el dolor y para ver si lo lograba mejorar, la intervención quirúrgica era más peligrosa y con una recuperación más longeva. Este procedimiento se hizo apenas comenzó la pandemia. Sin embargo, cuando terminó el Campeonato de Naciones, aún sentía dolores musculares y de espalda.

Para tomar cartas en el asunto, por tema de integridad propia y para luchar por su puesto en el mundial optó por acudir donde un experto que ha tratado a atletas de talla internacional. “Me nombraron al doctor Jorge Ramírez e intenté sacar una cita con él, porque es alguien muy ocupado, y él muy amable me recibió. En definitiva, fue como un ángel caído del cielo porque yo tenía mucho sufrimiento, quería hacer muchas cosas, pero la lesión no me dejaba”.

Manos milagrosas

Jorge Ramírez es un médico ortopedista especializado en columna vertebral, caracterizado por su método de cirugía poco invasiva. A lo largo de su carrera ha salvado la carrera de cerca de dos decenas de deportistas, entre ellos Luz Karime Garzón, su paciente más reciente, y Óscar Figueroa, campeón olímpico.

La intervención se la realizaron el martes 13 de abril y ella afirma que fue una bendición porque con otro tipo de cirugía le hubiera tocado esperar cerca de un año para volver a las pistas. Por ende, se perdería de la oportunidad de participar en la competencia para entrar a la Selección Colombia.

“Esta oportunidad de estar en compañía del doctor Jorge y su hija, Carolina Ramírez, fue una bendición. Que me dieran la ilusión de poder competir en el mundial no tiene comparación. En el Comité todos están impresionados con la cirugía y el poco tiempo de recuperación que tengo que llevar”, agregó.

A menos de una semana de su intervención, ya está haciendo sus terapias y espera estar muy pronto de nuevo en las pistas, luchando por su cupo en la selección, donde seguramente logrará un oro para el país, y su título número trece. Este año el mundial tiene un aspecto muy especial para los colombianos: se realizará en la ciudad de Cartagena del 23 de agosto al 11 de septiembre.