El duro golpe que recibió James que lo obligó a abandonar partido del Everton
El duro golpe que recibió James que lo obligó a abandonar partido del Everton | Foto: AP

DEPORTES

¿Por qué se lesiona tanto James Rodríguez?

Especialistas en fisioterapia, preparación física, gerentes de rendimiento y medicina aplicada a la actividad física y al deporte analizan las constantes molestias físicas que está sufriendo el 10 de la selección Colombia.

20 de febrero de 2021

Hablar del 10 en el fútbol es referirse al calidoso, al diferente, características que James Rodríguez sabe elevar a la máxima potencia cuando está en plenitud de condiciones. Pero últimamente, lo que se ha multiplicado en el jugador del Everton son las lesiones, restándole minutos de juego, sumándole preocupaciones a Carlo Ancelotti, a Reinaldo Rueda y, de paso, dividiendo a la opinión pública del balompié internacional, que espera el mejor porcentaje físico del colombiano en un equipo en el que pareció encontrar su lugar en el mundo.

Los números dicen que ese 10 que luce en la camiseta de la tricolor se duplicó en problemas físicos y desde 2013 hasta hoy son cerca de 20 las lesiones que ha tenido: tobillo, pantorrilla, sóleo, ingle, cadera, rodilla, isquiotibiales y metatarso son algunas de sus dolencias físicas.

¿Qué está pasando con el mejor jugador de nuestra selección nacional?

En SEMANA invitamos a dos fisioterapeutas, un deportólogo, un gerente de rendimiento físico y un sicólogo/motivador deportivo, que han estado por años en el fútbol, para tratar de entender lo que sufre a sus 29 años James David Rodríguez.

“De preocuparse a ocuparse”, dicen los fisioterapeutas, preparadores físicos y deportólogos

En 2014, el sóleo de James se convirtió en el principal rival a vencer. Con una lesión muscular grado 1 en el gemelo interno de su pierna derecha, empezó el campanazo de alerta física, que se fue convirtiendo en una alarma constante pues por lo menos una vez cada año esa parte de la pierna derecha e izquierda del volante se ha visto afectada en más de cinco oportunidades.

Para Sebastián Botero, quien lleva 17 años en esta profesión y hace parte de Fisiolaser en Medellín, la clave de este músculo que denomina ‘débil’ está en el trabajo para su fortalecimiento; también influyen el estiramiento y la recuperación: “A nivel biomecánico, tiene mucha incidencia en la aceleración, la desaceleración, en el momento de correr, en los saltos. Tiene un componente de tensión y estrés. Se tiene que analizar hasta si es un tema de calzado, sobrecarga o fatiga. Personalmente, creo que es una combinación de factores, incluso el descanso y la biomecánica, es decir, analizar muy bien cada uno de sus gestos deportivos”.

Juan Diego Cañas, fisioterapeuta de Atlético Nacional, y Carlos Tabares, gerente de rendimiento del verde de Antioquia, aseguran desde su experiencia en el equipo más grande de Colombia que el sóleo es un músculo muy útil en la absorción de cargas, desaceleraciones y aterrizajes.

Así analizan esta dolencia física en el talentoso zurdo: “Al patear con la derecha (CCA) el sóleo izquierdo es solicitado en mayor medida en la pierna de apoyo (CCC). Aunque de ser así, las lesiones siempre serían contralaterales al perfil dominante. Otro tema a revisar son los valores cuantitativos obtenidos en tests físicos y analíticos del sóleo y su relación coordinativa con la cadena cinética muscular, hablando más de fuerza intersegmentaria y en patrones globales específicos. El afán del retorno al juego tal vez haga caer en el error de asumir la ausencia de dolor como criterio de progresión, cuando se necesita un poco más de atención”.

Para Juan Alberto Ríos, especialista en medicina aplicada a la actividad física y al deporte, experto en el manejo del dolor agudo y crónico, así como en la aplicación de tratamiento con ozonoterapia y oxigeno en la Clínica Medellín del Poblado, James Rodríguez es la prueba de que la lesión en el sóleo una vez se presenta se vuelve recurrente, incluso después del período de recuperación y terapia adecuada.

“Una vez le da al deportista, existe la posibilidad muy alta ante los esfuerzos permanentes por ser un músculo fundamental en la carrera, el impulso, la aceleración en el caso de un futbolista como James, que siempre lo quiere dar todo, de volverse a dar y el sóleo no le responda. El músculo es sometido a una gran elongación, una sobredistención que lleva a romperlo. Por eso se habla coloquialmente de tirón, es decir, al menos hubo un desgarro grado 1. Yo recomiendo cuatro semanas de recuperación en el intervalo de fisioterapia. Hay que tener en cuenta además la cicatrización, cada persona puede tener variaciones, algunas tienen tendencias a hacer fibrosis. También se debe mirar la flexibilidad, el estado de hidratación, el nivel de fatiga y exigencia”, asegura.

El proceso de recuperación evidentemente es complejo para las lesiones de sóleo. Las fases del proceso las explica Sebastián Botero: “Empieza con la fase antiinflamatoria con medicamentos, se puede combinar con hidroterapia, fisioterapia tradicional, mucho estiramiento, empezar el fortalecimiento gradual, láser, electroestimulación inalámbrica, cámara hiperbárica, medicina regenerativa, todo se puede combinar para acelerar el metabolismo del cuerpo, el proceso de cicatrización, desinflamación, de dolor y ponerlo a punto. Pero si se pone a jugar antes de que el cuerpo esté cicatrizado y recuperado, en el primer partido con una simple aceleración o salto se lesiona. Calma y cautela”.

Varias de las causas de los problemas musculares de James Rodríguez se han derivado de choques como el sufrido en el partido contra Liverpool, cuando el colombiano se lastimó en una acción dividida con el defensor holandés Virgil van Dijk.

En un deporte de contacto como el fútbol preocupa la poca tolerancia a la fricción en el jugador del Everton, que parece ser uno de los comunes denominadores para sus dolencias físicas: “Ahí entra un tema de balance, fuerza, masa y potencia muscular que todos los deportistas deben trabajar. A veces el mismo cuerpo crea un mecanismo de defensa para evitar una lesión mayor, es como una especie de caparazón o armadura para evitar un desgarre o fractura. Puede ser que en el caso de James esto pase pues va con miedo y predisposición al tema de las lesiones”, dice el especialista de Fisiolaser.

Los hombres del staff médico de Atlético Nacional creen que es difícil señalar un solo factor como la causa de las recurrentes lesiones del jugador cafetero en la Premier League: “Las lesiones son multifactoriales, sin embargo, de lejos se ve la inestabilidad en la carrera de James en los últimos años en los cuales ha sufrido una gran cantidad de lesiones, ocasionando un número importante de días de baja, que tiene como consecuencia un costo, no solamente deportivo, sino económico, y más tratándose de la superestrella colombiana. Muchas circunstancias inciden en las lesiones como factores intrínsecos, es decir su preparación, sus antecedentes, su alimentación, su forma de descansar y recuperar, los factores emocionales y sociales. Estos últimos (son) difíciles de controlar y seguramente más importantes” explican Cañas y Tabares.

El deportólogo Ríos cree que conocer por qué un deportista se lesiona tan frecuentemente como James Rodríguez requiere de factores que van por su plan de entrenamiento y hasta sus viajes: “Todo cuenta: cantidad de partidos acumulados, tiempos de recuperación, partidos de local, viajes a otros lugares y desplazamiento para unirse a la selección”.

Esta hipótesis la comparte el fisioterapeuta Sebastián Botero, quien agrega las problemáticas de las sobrecargas musculares: “El tema de sumatoria de minutos, más la periodicidad de los encuentros, el entrenamiento diario puede llegar a una sobrecarga o desbalance muscular. Se tiene que monitorear fatiga, ácido láctico, el cansancio muscular y la recuperación”.

Antes de aterrizar en Liverpool, James Rodríguez tocó el cielo y el infierno con su fútbol en el Real Madrid. Su llegada en 2014 como la estrella del mundial de Brasil no se compara con su salida en 2020 de la casa blanca. Basta mirar sus números en La Liga en la temporada 2019/2020: en esa competencia española jugó en total 419 minutos, solo ante el Levante y Mallorca disputó los 90 de juego.

¿Qué tanto influyó esa quietud del pasado en sus problemas físicos de hoy? “Es un cambio bien drástico, porque se viene con un nivel de entrenamiento y se está sentado de manera oficial en el banco, es decir cuando llega la competencia élite. Cambia mucho a nivel físico y sicológico, y el cuerpo lo reconoce de manera negativa o positiva. La sobrecarga se da por demasiado juego, estrés o una mínima carga por estar tan sentado y ahí tienden a ser mucho más las lesiones en ese cambio de movimientos y capacidades”, le asegura a SEMANA Sebastián Botero.

Juan Diego Cañas y Carlos Tabares ven probable que el tiempo que James pasó en la banca por decisión de Zinedine Zidane sea uno de los factores que contribuyeron, no solo desde el desacondicionamiento físico, sino a reducir la autoconfianza, determinación y motivación, factores invisibles que pueden ser el reflejo de su actualidad.

“En su paso por Madrid nunca tuvo un respaldo por parte del líder, ya vimos un par de papers que proponen el tipo de liderazgo como un determinante en la presencia de lesiones. Además, las participaciones en competencia han sido muy intermitentes. Aunque él se entrene bien tiene moderada exposición a los worse case scenarios (peores escenarios posibles) que ofrece la competencia de forma continua. Los antecedentes son el principal factor de riesgo para padecer otra lesión; cuanto más se lesione y haga poco por devolver, no solo al segmento, sino a todo el esquema de movimiento, la capacidad necesaria para encarar las demandas específicas del peor escenario posible, se va seguir lesionando”.

El concepto de los fisioterapeutas consultados por este medio no lo comparte Juan Alberto Ríos. La inactividad en España de James Rodríguez no determina ni sirve de termómetro para evaluar las recaídas de algunas lesiones en James o la aparición de nuevas de ellas: “No creo que haber estado tanto tiempo sin juego sea la causa de las lesiones de James porque incluso algunas ya las había tenido antes de llegar al Real Madrid. En sus entrenamientos estuvo activo, dando lo mejor, exigiéndose y se notaba cuando venía a la selección, su físico lo demostraba”.

Antes del juego versus el Southampton en octubre del año pasado y después de salir lesionado ante el Liverpool, James Rodríguez se dejó ver en redes sociales utilizando un dispositivo Normatec Pulse que, de acuerdo con su fabricante, sirve para aumentar la circulación, reducir la inflamación y acelerar el proceso de recuperación de atletas de alto rendimiento.

El aparato fue creado por un médico especialista en bioingeniería médica y utiliza la pulsación, la liberación distal y los gradientes para permitir una mayor circulación y de esta manera potenciar el proceso de recuperación que hace naturalmente el cuerpo.

“Es muy positivo porque es una ayuda adicional en la que invierten los deportistas como James, lo deberían hacer todos los deportistas. Esta bota se infla como cuando te toman la presión, se controla desde el nivel, hasta las zonas de la pierna, tiene varios accesorios que ayudan a soltar los músculos, a hacer drenajes linfáticos, etc.”.

Las lesiones en gemelos, pantorrillas y sóleo han dejado a James más de 150 días fuera de las canchas y, de seguirse presentando, deja grandes preocupaciones pensando en la vida útil de un deportista que ha sido campeón en cada país en el que ha jugado, antes de llegar a Inglaterra.

“James es un muy buen jugador que tiene mucho por dar. Con un muy buen trabajo y muy buena recuperación, su vida útil será por muchos años. No le podemos cortar la vida útil a James, porque finalmente son lesiones que si bien le paran el rendimiento, no han requerido intervenciones quirúrgicas de seis meses, ocho meses o un año. Queremos apoyarlo para que siga brindándole alegrías a Colombia” dice Sebastián Botero.

Sin embargo, Juan Diego Cañas y Carlos Tabares consideran “que no va afectar su vida útil, ya lo está haciendo. Quien no está disponible tiende a ser reemplazado, a fluctuar en el nivel de performance y a sufrir deterioro gradual por sumar antecedentes, que son los factores de riesgo más considerables”.

Juan Alberto Ríos cree que en James hay que evaluar la cicatrización de cada lesión con detenimiento para no afectar su vida útil: “Considero que son más factores de la forma como él cicatriza, las posibles fibrosis que se puedan estar generando, desconociendo las resonancias magnéticas, ecografías y otros métodos diagnósticos que se le hayan realizado a James en el Everton. La rehabilitación debe ser adecuada, siendo conscientes de que el período de recuperación no es suficiente por las características de él, que se necesitan de manera urgente ante partidos de mayor exigencia. Yo recomiendo una terapia de oxígeno y ozono que ayuda al tejido, la cicatrización y la fibrosis, para evitar nuevos episodios de rompimiento en las zonas porque mejora la elasticidad de los tejidos”, dijo el deportólogo que el año anterior presentó en el congreso internacional de ozonoterapia (España) un trabajo de investigación propio con terapia con oxígeno y ozono en 144 pacientes con dolor en zona glútea y obtuvo el segundo lugar.