Qatar 2022

Psicólogo noruego analiza al ‘Dibu’ Martínez en los penales de Argentina vs. Francia: “es el Maquiavelo del fútbol”

El guardameta de la albiceleste en el Mundial de Qatar 2022 se ganó al árbitro, intimidó a sus rivales y animó a sus compañeros con actos en apariencia triviales.

19 de diciembre de 2022
Emiliano 'Dibu' Martínez, arquero de la Selección de Argentina en la final del Mundial de Qatar 2022 contra Francia.
Emiliano 'Dibu' Martínez, arquero de la Selección de Argentina, en la final del Mundial de Qatar 2022 contra Francia. | Foto: Icon Sportswire via Getty Images

Emiliano ‘Dibu’ Martínez fue uno de los protagonistas del tercer título mundialista de Argentina, pero no solo por el cobro de penal que le atajó a Kingsley Coman, atacante del Bayern Munich, sino por el “trabajo psicológico” que les hizo a los demás pateadores de Francia, tanto para que Aurélien Tchouaméni, centrocampista del Real Madrid, también fallara su tiro. Un experto noruego en psicología del fútbol, Geir Jordet, realizó un análisis del guardameta de la albiceleste y llegó a una conclusión: es el Maquiavelo del balompié.

Jordet, profesor en la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte, donde enseña psicología y rendimiento de fútbol de élite, analizó en su cuenta en Twitter cada uno de los movimientos del arquero del Aston Villa en la final de la Copa Mundo Qatar 2022 y dejó ver que cada uno de ellos fue adrede. La intención fue intimidar a sus rivales, ganarse al árbitro e inyectar una dosis de ánimo a sus compañeros de equipo para que se coronaran campeones del certamen.

El primer gesto de Martínez analizado por Jordet fue el recibimiento que le hizo a Hugo Lloris, cancerbero de Francia, luego del lanzamiento de moneda realizado por el árbitro para establecer quién comenzaba atajando.

“Martínez caminó rápidamente hacia el área penal, esperando a que llegara Lloris, como si estuviera dando la bienvenida a un visitante a su propia casa: ¡Estás en mi casa ahora!”, comentó en Twitter Jordet.

Dibu, como captaron las cámaras televisivas, recibió a Lloris con un apretón de manos, lo mismo que a la máxima estrella del conjunto francés. La acción, sin embargo, no fue amistosa como más de una podría imaginar, sino parte de su estrategia para luego desestabilizarlos.

Jordet explicó: “Este es su estilo. Puede ser cálido y encantador al principio, lo que hace que las personas bajen la guardia, dejándolos más vulnerables cuando ataca más tarde. Esta ambigüedad es en sí misma abusiva y parte de su estrategia”.

El árbitro, parte del plan

Pero en el plan del ‘Dibu’ no solo entraron los jugadores dirigidos por el entrenador francés Didier Deschamps, sino el juez central del compromiso, Szymon Marciniak, a quien también “se ganó” desde los cobros de penales. Incluso, lo hizo obedecerlo, cuando debió ser lo contrario.

“Al comienzo del tiroteo, las interrupciones de Martínez son silenciosas y sutiles. Esto es probablemente para conocer al árbitro y sentir dónde se dibuja la línea. Con Mbappé, insta al árbitro a revisar la colocación del balón. El árbitro amablemente obedece y responde con un ‘pulgar hacia arriba’”, explicó inicialmente el analista danés.

Luego comentó: “Con Coman, Martínez está presionando un poco más, lo que obliga al árbitro a intervenir cortésmente. Nuevamente, hace que el árbitro verifique la ubicación de la pelota y obtiene una respuesta obediente. Ahora, Martínez sabe que domina el área penal y que puede ponerse a trabajar por completo”.

De acuerdo con Jordet, los arqueros poco son de celebrar los penales, pero ‘Dibu’ Martínez es la excepción. Tal es la atención que llaman sus celebraciones que impactan no solo a los rivales, sino a sus compañeros.

“Las investigaciones muestran que las celebraciones grandes e intensas indican confianza, dominio y superioridad, lo que afecta positivamente a los compañeros de equipo y negativamente a los oponentes. Martínez capitaliza al máximo su primer salvamento”, agregó el especialista en psicología en el fútbol.

Otra de las acciones de las que habló el noruego fue el momento en que Martínez arrojó el balón lejos del punto penal a Tchouaméni, demostrando que era quien “mandaba” en el campo de juego.

“Luego, en lugar de entregarle el balón a Tchouaméni, Martínez lo tira, obligando al oponente a buscarlo. La falta de respeto es clara y obvia. Sin sanciones del árbitro. Esto les dice a todos quién está a cargo. Cuando Tchouaméni está listo, Martínez le dedica una sonrisa de suficiencia”, expuso.

“Es el Maquiavelo del fútbol y ha estimulado a otros a copiarlo y crear contraataques en su contra”, concluyó.