MUNDIAL
¿Qué nos pasó? La dura tarea de jugar un partido con diez
La selección Colombia perdió 1 – 2 con Japón, luego de haber sufrido la expulsión de Sánchez desde el minuto 4. Sin embargo, aún no se ha perdido nada. La selección tiene dos juegos más para intentar clasificar.
Una jugada en el fútbol puede cambiarlo todo. Eso pasó en el partido inicial de Colombia frente a Japón, cuando los nipones hicieron un pelotazo que parecía no generar peligro pero Davinson Sánchez perdió la referencia sobre Yuya Osako.
El delantero japonés la ganó el pique al defensor del Tottenham y quedó mano a mano con David Ospina. El portero tuvo una gran respuesta ante el disparo pero el rebote quedó a disposición de Shinji Kagawa que remató con el arco desprotegido.
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Carlos Sánchez, que venía desde atrás, intentó rechazar la pelota pero solo pudo poner su brazo derecho para interponerse. El árbitro Damir Skomina no dudó y pitó el penal, además de la expulsión por cometer la infracción en una oportunidad clara de gol de los japoneses.
A pesar de la intervención de Falcao, la decisión del árbitro esloveno estaba tomada y la Tricolor se quedaba sin su jugador clave en el medio campo. La primera vez en la historia que un jugador de la Selección recibía el cartón rojo, acabando una racha de 18 partidos seguidos sin tener un expulsado, la más larga que estaba vigente en el Mundial.
Además es la segunda más rápida de la historia de los mundiales solo superada por la de José Alberto Batista en el partido Uruguay vs Scotland en 1986. El charrúa salió de ese encuentro a los 54 segundos.
El encargado del cobro fue Kagawa que no erró y apenas con 4 minutos transcurridos, la Selección debía afrontar el partido con 10 hombres y abajo en el marcador. Un golpe fulminante.
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Ante esta complicada situación, José Pékerman acudió a su capitán, Radamel Falcao García, para reacomodar el equipo que ahora debía salir por el empate pero sin descuidarse pues otro gol de los nipones podía ser lapidario.
Pékerman sabía que debía aprovechar estos primeros minutos para recuperarse pues el desgaste con el pasar del tiempo iba a pesar y era clave equilibrar las acciones lo más pronto posibles. Este mensaje caló entre los jugadores y a pesar de la inferioridad numérica, Colombia tomó la iniciativa y la pelota.
Falcao fue el hombre más incisivo, luchando como una fiera frente los defensores japoneses. El artillero tuvo una oportunidad clara de marcar tras un tiro libre cobrado por Juan Fernando Quintero, que el samario alcanzó a puntear pero sin mucha potencia para que la pelota la controlara el arquero Kawasaki.
El chocar y chocar trajo de Falcao buenos dividendos pues el delantero recibió varias faltas que llevaron peligro al arco japonés. En el minuto 38 fue víctima de una infracción a las afueras del costado izquierdo del área de los asiáticos.
Juan Fernando Quintero tomó la pelota con decisión para ejecutar el cobro. A la hora de tomar impulso parecía que iba a levantar la pelota por encima de la barrera como se cobran el 80% de las veces pero el antioqueño fue en contra de la tendencia.
El zurdo decidió cobrar rastrero engañando a todos. Al arquero Kawasaki intentó evitar la entrada de la pelota que iba ceñida al palo y argumentó que alcanzó a tocarla antes de que pasara la línea de gol pero la revisión con tecnología demostró que no y Colombia empataba el partido.
Un golazo de Quintero, que logró el primer anotar el primer tiro libre por debajo de la barrera de la historia de los mundiales. Además de un premio para un jugador que muchos consideraban más un cantante que un futbolista pero retomó su carrera a tiempo demostrando que siempre se debe luchar por los sueños.
En el segundo tiempo, Japón cambió mucho su disposición táctica y se fue al ataque aprovechando que tenía un hombre más. Colombia quedó encerrado ante el asedio nipón y no podía más que rechazar cuando recuperaba la pelota.
Ni siquiera el ingreso de James Rodríguez en el minuto 59 sirvió para que el equipo mejorará y el conjunto dirigido por Akira Nichino cada vez generaba más peligro cerca del arco de Ospina que se convirtió en figura con sus repetidas atajadas.
Pero fue tanta el agua que entró al cántaro que se rompió. En el minuto 73 con un tiro de esquina, Santiago Arias perdió la referencia de Yuya Osako y el delantero aprovechó para impactar la pelota de cabeza, imposible para Ospina.
Con el 2 a 1, Colombia intentó volver al ataque pero todos los intentos fueron infructuosos y no hubo ninguna jugada clara para poder marcar. Esto sumado a que los japoneses aprendieron la lección del primer tiempo y no les regalaron la pelota a los colombianos, que impotentes solo pudieron luchar con más ganas que buen juego.
José Pékerman deberá replantear las cosas para el próximo domingo pues no podrá contar con Carlos Sánchez y tiene que salir a buscar una victoria frente a Polonia si se quiere mantener con vida en el Mundial. Sin embargo, existe la esperanza pues se jugará en igualdad de condiciones y el equipo demostró que tiene mucho corazón pues en su momento pudo revertir una adversidad, algo propio de los equipos que están para grandes cosas.