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¿Qué es “la maldición de la lechona”? La razón por la que Santa Fe habría perdido ante Bucaramanga
No es el único equipo colombiano al que le ha pasado.
Independiente Santa Fe se quedó con las ganas de salir campeón ante su gente. El ‘león’ logró el empate de la serie en los últimos minutos del partido de vuelta contra Bucaramanga, sin embargo, falló en la tanda de penales y se despidió una vez más de la décima estrella.
Desde que ganaron la novena en 2016, los ‘cardenales’ han disputado tres finales del fútbol colombiano y en todas han salido derrotados en condición de local.
Los hinchas se preguntan ahora si existe algún tipo de maleficio que los esté atormentando y en redes sociales no tardaron en sacar una teoría conspirativa en la que se explicarían los recientes fracasos del conjunto capitalino.
Se trata de “la maldición de la lechona”, un supuesto hechizo que le cae a todos aquellos equipos que le ganan una final al Deportes Tolima, equipo originario del departamento donde uno de los platos típicos es la lechona.
Y es que los cinco equipos que han sido campeones frente al conjunto ‘pijao’ no lo han vuelto a ser desde entonces. Cúcuta en 2005, Once Caldas en 2010, Santa Fe en 2016, Deportivo Cali en 2021 y Nacional en 2022 tienen en común que su última estrella la ganaron contra el Tolima.
El equipo de Pablo Peirano hizo todos los méritos para ganar la décima estrella este semestre e incluso lograron empatar la serie cuando estaba cuesta arriba, sin embargo, la tanda de penales le sonrío al rival que se coronó por primera vez en sus 75 años de historia.
La desilusión es total en Santa Fe, donde ya visualizan el segundo semestre con sed de revancha, de acuerdo a las palabras del propio estratega uruguayo. “A los muchachos nada de reproches, nada de culpas. Nos miramos todos a los ojos en el vestuario, cerramos una charla con aplausos porque todos hicimos un esfuerzo máximo para llegar a esta instancia”, indicó.
¿Quién es Pablo Peirano, técnico de Santa Fe?
Además de lo que significaba entre la hinchada, para Peirano hubiera sido su primer título como entrenador en propiedad desde que debutara en 2017.
El inicio de su carrera como entrenador se remonta al año 2010, cuando fue asistente de Juan Verzeri en la selección uruguaya Sub-20 que llegó a la final de Mundial de 2013 ante la Francia de unos jóvenes Paul Pogba, Lucas Digne y Kurt Zouma.
Esa experiencia le sirvió para unirse al grupo de trabajo de Gerardo Pelusso, quien lo llevó como segundo entrenador a Nacional de Uruguay en 2014 y luego le pidió que lo acompañara en una travesía entonces desconocida con Independiente Santa Fe.
El resultado de esa unión fue inmejorable. Peirano hacía las veces de vínculo con los jugadores, mientras Pelusso se encargaba de la estructura táctica que los llevó a ser campeones de la Copa Sudamericana en 2015.
En el cuadro capitalino duraron juntos hasta 2016, cuando desacuerdos con la hinchada provocaron que Pelusso tomara la decisión de dar un paso al costado. Peirano se separó de su maestro y fue a parar a Al-Arabi SC de Catar, donde tuvo su última experiencia como asistente técnico.
En 2017 arrancó en firme su carrera como técnico en propiedad. Primero dirigió a Racing de Montevideo, luego dirigió a Danubio y antes de volver a Colombia estuvo al frente del Carlos A. Manucci y el Cusco FC de Perú.
Santa Fe lo intentó traer a mediados de 2023, sin embargo, su contrato vigente hizo imposible que se lograra el acuerdo. Cuando terminó su vínculo en el conjunto peruano se dio casi al tiempo la destitución de Hubert Bodhert por parte del presidente Eduardo Méndez, quien no dudó dos veces en tocarle la puerta una vez más.
Peirano no tardó mucho en dar el sí y antes del final del semestre pasado, en el que Santa Fe cayó eliminado, ya había tomado las riendas para dirigir las últimas jornadas del ‘todos contra todos’ sin llegar con éxito de la clasificación a cuadrangulares.
Desde que se confirmó la eliminación, el uruguayo empezó a trabajar en conformar un equipo fuerte que pudiera devolverle a los ‘leones’ la gloria de otros días. La renovación de Rodallega, el fichaje de Torres y la construcción de una nómina con aroma a la famosa ‘garra charrúa’ hicieron del equipo albirrojo un serio candidato que igualó el récord histórico de puntos en cuadrangulares (16).