DEPORTES
¿Qué pasa con el departamento médico de Millonarios?
El caso de la posible miocardiopatía hipertrófica detectada al jugador Andrés Felipe Román en Argentina y que costó su traspaso al Boca Juniors, abrió el debate sobre la falta de idoneidad de los profesionales de la salud del equipo azul, afirmación respaldada por algunos exjugadores. El club capitalino se defiende.
El corazón de Andrés Felipe Román puso a latir al ritmo de los cuestionamientos al departamento médico de Millonarios por parte de la opinión pública. Y es que como lo garantiza este músculo, que es el motor del cuerpo, en un equipo de salud de un club deben circular los diagnósticos acertados para garantizar la calidad de vida de un jugador. Pero algo pareció atrofiarse el pasado 18 de febrero cuando el lateral, canterano y profesional del azul, presentó los exámenes médicos para llegar a Boca Juniors, de Argentina, y allí determinaron que no estaría en el Xeneize por una miocardiopatía hipertrófica con tan solo 25 años de edad. Dicho resultado fue puesto en conocimiento de manera informal al Embajador y se convirtió en un escándalo formal en los medios de comunicación.
El foco mediático apuntó a Juan Alberto Piñeros y Catalina Chica, los integrantes del cuerpo médico de Millonarios. Parecía imposible que un jugador que llegó al club capitalino en 2014 cuando tenía 18 años y fue promovido tres años después al equipo profesional no se le hubiera detectado una enfermedad congénita. Incluso, para Guillermo Bortman, jefe del departamento médico de Boca, el problema de Román era tan fácil de diagnosticar a través de un electrocardiograma que hasta un residente de primer año de cardiología se habría dado cuenta de lo que tiene, dijo a La W.
La mejor defensa azul, ante el “ataque” médico de Bortman, se dio con una línea de 4 parámetros: el recibimiento del presidente, DT y plantel profesional en el aeropuerto a la llegada de Román de Argentina, como muestra de apoyo e incondicionalidad; el comunicado oficial en el que anunciaron exámenes médicos especializados en la Clínica Shaio; el apoyo de la Asociación de Medicina del Deporte de Colombia (AMEDCO) con una misiva en la que exigieron la confidencialidad en el manejo de la historia clínica, un llamado a la calma a los medios de comunicación para evitar acusaciones y, finalmente, el resultado de los chequeos que anunciaron que no se puede concluir una miocardiopatía hipertrófica y que “el diagnóstico más probable es que se trate de un corazón de atleta”.
“Es una gran mentira. El médico de Argentina actuó de manera antiética al dar a conocer un resultado de un examen, en el que se tiene que tener un consentimiento del jugador para darlo a la luz pública. Le hicieron una ecografía muy rápida y le dijeron ‘para afuera’. Es un mal diagnóstico, un examen hecho a la ligera. Si tuvieran interés en el jugador se hubieran hecho todas las pruebas que debían hacerse”, explicó el médico Fernando Pastrana, que trabajó cerca de 4 años en Millonarios, a SEMANA.
Tendencias
Con o sin la miocardiopatía hipertrófica, el caso Román engrosó la lista de dudas sobre la calidad del departamento médico de Millonarios. Para resolverlas, SEMANA buscó un vocero en el azul y en exclusiva Catalina Chica García, médica cirujana de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en medicina del deporte de la Universidad El Bosque y médica deportóloga del equipo profesional de Millonarios desde 2015.
Ella aseguró a este medio que han trabajado en sus 12 temporadas con el embajador. A Román se le realizaron 4 valoraciones cardiológicas, una cada año desde que es jugador del plantel del equipo profesional con electrocardiograma, ecocardiogramas y conceptos del cardiólogo y especialistas reconocidos en el campo: “Yo no puedo hablar por los exámenes de Argentina. Pero sí puedo decir que los realizados esta semana en la Clínica Shaio coinciden con los tomados en los años previos en Colombia”, dijo la doctora Chica, quien también fue parte de la Comisión Médica y Antidopaje de United World Wrestling Federation, como único médico de habla hispana en la comisión.
Sin embargo, SEMANA confrontó los testimonios y experiencias del pasado de galenos con pasado embajador: Édgar Muñoz y Fernando Pastrana, exjugadores como Yílmar Angulo, Jorge Perlaza y Leonard Vásquez, y la actualidad de Santiago Montoya.
De vuelta al pasado: Jorge Perlaza y Leonard Vásquez
El delantero que nació en Guapi y el lateral de Buenaventura no solo comparten el título conseguido con Millonarios en el torneo finalización del año 2012 ante el Deportivo Independiente Medellín, sino que también están firmemente convencidos que el azul les soltó la mano cuando atravesaron situaciones médicas complicadas.
“Andrés Román tuvo una lesión y estuvo conmigo en fisioterapia y me decía que no se sentía bien para ir al campo, pero que lo obligaban (...) En ese entonces, yo le di un consejo: que si él no se sentía bien, que no lo hiciera porque se iba a lastimar más”. Jorge Perlaza es una voz autorizada en lesiones. Pasó 5 veces por el quirófano al sufrir una fractura de peroné y una rotura del ligamento del tobillo de su pierna izquierda el 16 de abril de 2013, cuando con Millonarios enfrentó a Nacional. Según dijo a SEMANA, en el Embajador le decían que estaba en un proceso de adaptación al campo y que por eso las molestias seguían. Nunca se sintió al 100 % y a finales de ese año su contrato se venció y sin estar completamente recuperado le pasaron la carta de no renovación.
“En Millonarios me cortaron las piernas”, dice Leonard Vásquez, quien después de un paseo con Fernando Uribe y sus respectivas familias en San Andrés, sufrió un grave accidente de tránsito de regreso a casa y a la altura de Andalucía, Valle del Cauca. En ese momento tenía contrato vigente con Millonarios, que se renovó automáticamente, pero estando incapacitado, a finales de 2014, tomaron la decisión de terminar el vínculo laboral. Al interponer demandas y ganarlas, los dirigentes capitalinos lo reintegraron como entrenador de fútbol base, cargo para el que no estaba capacitado por pérdida cognitiva: “Mi ilusión era recuperarme para poder volver a jugar, pero no me dejaron. No me daban uniforme, me decían que el entreno era en un lado cuando era en otro lado. Me conseguían citas médicas lejísimos y argumentaban que yo faltaba al trabajo”
Yilmar Angulo y el final de su carrera: “Me dañaron la vida en Millonarios”.
Según contó a SEMANA, Yilmar llegó a Millonarios en el 2016 a préstamo desde el DIM. Le hicieron unos exámenes médicos el 7 de enero y el 27 de ese mes, después de una infiltración en la rodilla derecha, según los galenos azules comandados por Fernando Pastrana, su sangre se coaguló y un trombo le causó una lesión cerebrovascular. Lo devolvieron al Poderoso, pese a que él mismo les advirtió a los dirigentes del equipo paisa que no lo recibieran porque no está totalmente recuperado.
Sin embargo el ortopedista Pastrana desmintió esta versión: “Yilmar venía del DIM con un esguince colateral medial en su rodilla. En la pretemporada como lo hacemos mil veces le infiltré el ligamento, con la mala fortuna para él y cosa que no tiene nada que ver tuvo un accidente cerebro vascular. El jugador en medio de la ignorancia, angustia y una mala asesoría desde lo jurídico consultó a un ‘tegua’ en su ciudad de origen y le dijeron que todo lo causó la infiltración. Se hicieron estudios y se demostró que no tuvo ninguna relación. El hijo tenía antecedentes de problemas neurológicos (...) un jugador y más del nivel de él no va a entender eso”, dijo Fernando Pastrana quién renunció a Millonarios debido a la falta de comunicación con el cuerpo técnico para prevenir las lesiones que tuvieron algunos jugadores.
Lo cierto es que en la primera semana de prácticas que Yilmar Angulo tuvo en suelo antioqueño se mareó y exámenes posteriores determinaron que perdió el 54% de su capacidad laboral. Nunca más pudo volver a jugar. Yilmar cuenta a SEMANA que cuenta con el apoyo incondicional de Ramiro Ruiz, presidente de Envigado: “después de Dios ese señor. Es una gran persona. Es un señor que se preocupa por la persona, no por los futbolistas. No tiene problema en colaborarme con su salario. Con unos amigos montamos una escuela y le enviamos unos documentos para solicitar su ayuda como patrocinador, y dijo que sí, que no había ningún problema. Estamos felices con Envigado”, dice Angulo quien está peleando la pensión vitalicia con Millonarios y está respaldado por ACOLFUTPRO, Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales.
El detonante a la bomba de críticas del actual departamento médico: Santiago Montoya
“Las lesiones fueron lo que no me dejó desplegar mi fútbol y mi talento, ni responder a las expectativas y confianza de Millonarios”, dice Santiago Montoya. Santiago se lesionó la primera vez contra Jaguares de Córdoba en un partido en el Nemesio Camacho El Campín el 25 de marzo de 2018, rompiéndose el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda: “Me lo tomé como un desafío, pero sufrí mucho. Las terapias no fueron las mejores ni las peores, fueron normales, pero yo no siento que me recuperaron mal en Millonarios”.
A quien fue el 10 azul le asignaron una fisioterapeuta inicial con quien no se sintió satisfecho, hasta que los trabajos los asumió Fabián Hernández. Cuando estaba retomando su nivel, el 21 de abril de 2019 sufrió esguince en su tobillo derecho. Queriendo responder a la confianza de Jorge Luis Pinto, se infiltró, vendó su pie y siguió jugando pese al dolor y a la hinchazón. En su cuerpo se creó un desbalance y el dolor de la rodilla regresó. Un crujido en la pretemporada en Estados Unidos lo alertó de nuevo. Como si fuera una hoja calcante repitió el proceso. La recomendación médica fue terapia y entrenamiento porque no tenía nada grave que le impidiera jugar y otra cirugía sería una catástrofe para su profesión: “Un día me acerqué al profe Pinto y le dije: ‘Ayúdeme, la verdad no estoy bien a pesar de que aquí me dicen que sí’. Pinto lo orientó a una segunda opinión de Fernando Pastrana, Gustavo Rincón y Edgar Muñoz, quien lo operó y le salvó su carrera.
César Carrillo incrementó las dudas
En entrevista con La casa azul radio TV, el volante confirmó que sufrió una lesión en la rodilla izquierda y por eso se le practicó una artroscopia. Aseguró que los médicos de Millonarios no hicieron bien su trabajo. Sus molestias empezaron en la era de Jorge Luis Pinto: “Perdí un año de mi carrera en esa rehabilitación en Millonarios”, afirmó el jugador que nació en Sincelejo y que ya fue operado nuevamente en Antioquia, donde espera recuperarse y unirse a Águilas Doradas.
Los departamentos médicos desde la constitución de Azul y Blanco en 2011 han estado encabezados por los doctores Edgar Muñoz, ortopedista, y Aroldo Yepes, deportólogo. Luego llegó Fernando Pastrana, ortopedista, y Catalina Chica, deportóloga, quien continúa en el club, junto a Juan Alberto Piñeros. A Muñoz y Pastrana les preguntamos por las críticas al actual departamento de salud.
“Yo meto la mano en el fuego por la gente que llevé con mucha trayectoria y con quienes trabajé desde Coldeportes. Me refiero a la doctora Chica”, dice Fernando Pastrana, ortopedista con especialización en traumatología deportiva, quién agregó que hay mucha desinformación y gente opinando sin ningún argumento. Cree que Millonarios debe vincular un preparador físico que haga parte del cuerpo médico para que se pueda hacer un trabajo preventivo serio. Por su parte Chica se siente sorprendida y dijo a SEMANA que “no concuerda lo que hacemos y cómo trabajamos con el cuestionamiento en los medios. No entendemos por qué tanta acusación y cuestionamiento. Será porque es Millonarios FC, o será porque soy la única mujer médica en un equipo profesional masculino”.
“Es molesto y duele que uno de mis jugadores salga y hable mal de mi departamento médico. Yo saldría a poner la cara, a decir esto no es cierto. Es el deber ser”, dijo Edgar Muñoz, quien estuvo en el departamento médico del azul 28 años, al respecto de las declaraciones de César Carrillo y las críticas al cuerpo médico de Millonarios: “Ver que se derrumba lo que construimos con esfuerzo y dio pautas en el manejo de los deportistas de este país, eso es molesto. Los muchachos cantan y que el pueblo opine”.
Las dudas y conclusiones son subjetivas. Jamás podrá perder la objetividad que prime la buena salud y la vida de los jugadores.