TENIS

Roger Federer y Rafael Nadal renacen para jugar la final soñada

Los tenistas que dominaron el mundo del tenis en el pasado vuelven a encontrarse en el partido definitivo del Australian Open.

27 de enero de 2017
| Foto: AFP

Derecha potente, revés elegante, saque notable, inteligencia incomparable, son solo algunas de las características que llevaron a Roger Federer a convertirse en el mejor tenista de la historia. El reloj suizo parece que también es inmune al tiempo y a sus 35 años está de vuelta en la final de un Grand Slam.

Rafael Nadal es sinónimo de entrega y tenacidad. A pesar de haber tenido lesiones que hubieran dejado a cualquier otro deportista en la lona, él nunca se rindió y está de regreso en lo más alto del tenis mundial para volverse a medir con su más acérrimo contrincante.

Federer vs. Nadal, una de las rivalidades más grandes de la historia del deporte tendrá un nuevo capítulo en la madrugada de este domingo cuando se enfrenten por el título del Australian Open, el primer Grand Slam del año.

Esta será la novena ocasión en la que el suizo y el español se encuentran en la gran final de un torneo grande. El registro favorece a Rafa, que ha ganado 6 de estos duelos, frente a 2 de ‘Su Majestad’.

Una final soñada que se abre paso en el momento en el que se creía que los dos jugadores más dominantes de este siglo habían pasado la batuta a otras estrellas del tenis mundial como Novak Djokovic, Andy Murray, Milos Raonic o Stanislas Wawrinka.

El viacrucis

El 2016 fue uno de los años más difíciles para Roger y Rafa como consecuencia de todos los problemas físicos que los aquejaron. Federer tuvo problemas en su espalda y rodilla, mientras que Nadal sufrió con su muñeca

En el 2016, ‘El genio de Basilea’ solo disputo 7 campeonatos y decidió decirle adiós a las competencias después de disputar Wimbledon por problemas de espalda y rodilla, descartando la posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Rio, el US Open y el torneo de Maestros. Se quedó sin ganar un campeonato por primera vez desde el 2000.

"Los médicos aconsejaron que si quiero jugar el ATP World Tour libre de lesiones en los próximos años, lo cual tengo la intención de hacer, debo darle el tiempo adecuado a mi rodilla y cuerpo para recuperarse por completo", explicó en su momento.

‘El matador’ Nadal, por su parte, logró dos títulos en 2016, Montecarlo y Barcelona, además de la medalla dorada en dobles en los Olímpicos de Rio,  pero no triunfó en los Grand Slam, en los que su mejor participación fue la cuarta ronda.

Le puede interesar: Roland Garros se queda sin estrellas: Federer no participará

Su muñeca derecha le molestó desde el mes de mayo y lo obligó a culminar su año competitivo en octubre: "No es ningún secreto que llegué a los Juegos Olímpicos corto de preparación y no me recuperé por completo, pero el objetivo era competir y ganar una medalla para España".

El retorno del rey

Roger, que está ubicado en la posición 17 del ranking ATP, decidió hacer su regreso en el Australian Open 2017. El tenista demostró que estaba bien físicamente y que la técnica no se olvida desde su primer partido, frente a Jurgen Melzer, superando al austriaco en 4 sets (7-5, 3-6, 6-2, 6-2).

En la siguiente ronda se enfrentó al debutante Noah Ruvin, al que despachó en 3 sets (7-5, 6-3, 7-6). El partido en que demostró que su recuperación era un hecho fue frente al preclasificado N° 10 Thomas Berdych, al que superó con propiedad con parciales de 6-2, 6-4, 6-4.

Otro de los retos complicados que debió sobrepasar el suizo fue el duelo de octavos de final contra el japonés Kei Nishikori, victoria que consiguió en 5 sets (6-7, 6-4, 6-1, 4-6, 6-3), en 3 horas y 23 minutos. En cuartos de final se enfrentó al alemán Mischa Zverev, que había eliminado al número uno del mundo Andy Murray. También lo venció, por 6-1, 7-5 y 6-2.

La semifinal fue un partido especial para el suizo, pues debía oponerse a uno de sus mejores amigos y compatriota, Stanislas Wrawrinka. Juntos habían ganado como pareja de dobles la medalla olímpica en Londres 2012 y la Copa Davis de 2014, y pese a haber tenido una disputa por un video en el que la esposa de Federer llamaba a Wawrinka llorón, ambos han demostrado tenerse un especial aprecio a lo largo de sus carreras.

El inicio del partido fue favorable a Roger, que se impuso en los dos primeros sets por 7-5 y 6-2, pero llegó el momento de la reacción del número 4 del mundo, que ganó los dos siguientes parciales por 6-1 y 6-4, por lo que el desenlace sería en el quinto set. Roger sacó los mejores tiros de su sombrero de magia y venció a su coterráneo por 6-2, logrando su cupo a la final del abierto australiano.

Su más reciente participación en una final de Grand Slam había sido en el 2015, cuando fue derrotado por Novak Djokovic en la definición del título del Abierto de los Estados Unidos.

Roger, a sus 35 años,  busca lograr su corona 18 en torneos de Grand Slam y seguir alejándose de Rafael Nadal y Pete Sampras, que tienen 14 y le siguen en el listado de más veces ganadores en los cuatro grandes campeonatos del tenis.

Le puede interesar: Roger Federer y el arte de reinventarse

Federer es considerado el mejor tenista de la historia y un nuevo título puede siginificarle el inicio de un nuevo capítulo de su ya formidable leyenda.

El Matador de Mallorca vuelve al ruedo

Rafael Nadal se ha caracterizado por ser un jugador que depende de su capacidad física para ganar. Sus espectaculares ralies en los que recorre todo el campo defendiéndose de los ataques de sus rivales para terminar ganando el punto con un soberbio ‘passing shot’ son lo primero que se viene a la mente a la hora de recordar el estilo de juego del tenista zurdo.

Esta forma de jugar le ha pasado factura en la parte física, sus repetidas lesiones en sus variadas partes del cuerpo son prueba de esto. Sin embargo, el mallorquín ha buscado cambiar su forma de jugar para poder seguir compitiendo muchos años más, teniendo en cuenta que solo tiene 30 años.

A finales del 2016, el ex número 1 del mundo Carlos Moya se sumó al equipo de entrenadores del español, con la intención de mejorar su postura en los partidos, alargar su carrera e intentar alcanzar y superar a Federer como el más veces ganador de campeonatos de Grand Slam.

En su primera participación de la temporada cayó en los cuartos de final de Brisbane con Milos Raonic, por lo que no se auguraba un buen desempeño en Melbourne. Pese a esto, se vio muy bien mentalmente y con una condición física como no se le conocía desde hace mucho tiempo.

Su duelo de primera ronda fue con el alemán Florian Mayer, al que venció por 6-3, 6-4, 6-4. Después debió enfrentar al chipriota Marcos Baghdatis, que juega como local en Australia pero al que ni siquiera el apoyo del público pudo salvar del gran juego de Nadal, que lo superó contundentemente 6-3, 6-1, 6-3.

Las primeras dificultades las sufrió ante el menor de los hermanos Zverev,  Alexander. El alemán de 19 años estuvo arriba 2 a 1 en sets (6-4, 3-4, 7-6) pero Nadal sacó a relucir su experiencia y ganó los últimos dos parciales por 6-3 y 6-3 para instalarse en los octavos de final, en los que superó al excéntrico Gael Monfils en cuatro sets (6-3, 6-3, 4-6, 6-4).

En la siguiente ronda, el zurdo vengó su derrota en Brisbane al imponerse frente a Milos Raonic con un categórico 6-4, 7-6, 6-4. En la semifinal contendió frente a otro de los llamados a dominar el mundo del tenis en los años por venir, el búlgaro Grigor Dimitrov.

Apodado como ‘Baby Federer’, Dimitrov comparte muchas de las características del suizo. Tiene un drive poderoso, saque potente, revés a una mano consistente y en lo personal se parece mucho a Federer en sus primeros años como profesional, un jugador volátil y descontrolado ante la adversidad.

Este partido épico tuvo muchos altos y bajos y las emociones llegaron por doquier. Los jugadores se turnaron los primeros cuatro sets y el partido tuvo que llegar a un quinto, como sucedió en la otra semifinal.

Los nervios se apoderaron del búlgaro, que estuvo a punto de quebrar el servicio de Nadal en el octavo pero después de no lograrle cedió un set con el saque y el zurdo remató con la experiencia que le dan más de 20 finales de Grand Slam disputadas, y se quedó con el quinto set 6-4 después de 4 horas y 49 minutos de partido.

Esta será la vigesimoprimera final de Grand Slam para el tenista ibérico, que no llegaba hasta esta instancia desde  que ganó su noveno título de Roland Garros en 2014.

El historial de Federer-Nadal

Este será el partido 35 entre ambos. La serie favorece a Nadal, que suma 23 victorias frente a 11 de Federer. En finales se han enfrentado en 21 ocasiones con 7 triunfos para Roger y 14 para Rafa.

La final del Abierto de Australia 2017 será la reedición de la final de 2009, en la que Nadal resultó ganador por 7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2 después de cuatro horas y 23 minutos, muy recordada porque esta fue la primera ocasión en la que un español logró ganar este campeonato, y debido a que el suizo terminó llorando desconsolado durante la premiación.

Su más reciente encuentro fue en 2015 en la final del torneo de Basilea, en la que el suizo fue profeta en su tierra y logró el triunfo por 6-3, 5-7 y 6-3.

Lo que queda claro es que este es un momento distinto al que se vivía en las demás confrontaciones. Este partido será histórico y cualquiera sea el vencedor en Melbourne Park, los ganadores serán los aficionados del tenis y el deporte en general que tendrán la oportunidad de ver un duelo que va a ser recordado como una gran resurrección.