FÚTBOL
Colombia es la Selección del último suspiro
Si bien el equipo de José Pékerman no ha brillado con su juego en la eliminatoria, ha tenido la suficiente jerarquía para marcar goles decisivos en los minutos finales. Ya son 10 puntos conquistados ‘in extremis’.
La sabiduría popular dice que en Colombia, el país del sagrado corazón, no existe dicha completa, y la Selección Nacional de fútbol, en toda su historia, ha regalado grandes triunfos, pero pagando elevadas cuotas de sufrimiento. En la presente eliminatoria al Mundial de Rusia, el equipo de José Pékerman está acostumbrando al país a padecer más de la cuenta, pero al final sonreír con la victoria.
La más reciente evidencia fue el partido frente a Bolivia. Lo que se esperaba “pan comido”, según el refranero patrio, en el que ‘La Tricolor’ pudiera retomar el buen fútbol y deleitar a sus aficionados con una goleada ante la cenicienta del continente, terminó siendo una lenta agonía que se extendió hasta el minuto 83, cuando James Rodríguez aprovechó un providencial rebote después de un penal fallado para decretar un gol que significa tres puntos y un paso gigante en el camino al próximo Mundial.
Si en las recordadas eliminatorias a Brasil, Colombia acostumbró al país a marcar en los primeros minutos, a ganar con varios goles de diferencia, y a jugar un fútbol exquisito, en el clasificatorio a Rusia 2018 la Selección no ha podido “dar pie con bola”, como dicen en la calle, y ha quedado debiendo a la hora de expresar el fútbol vistoso que se espera por la calidad de los futbolistas que lo integran.
Pero en cambio esta Selección tiene otras cualidades que no parecían estar en el ADN de los colombianos: personalidad, carácter, jerarquía, y un deseo incansable de gloria de los jugadores, que a pesar de los obstáculos, han sabido “salvar los muebles” en los minutos finales, en esos donde el cuerpo desfallece y la sangre se calienta. Donde muchos futbolistas colombianos han perdido los estribos.
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Ya son cuatro los partidos en los que se han logrado goles que han significado puntos en los 10 minutos finales de los partidos. También han sido 10 los puntos que se han logrado con estas anotaciones sobre la hora, casi la mitad de las 21 unidades que se han sumado en total durante el clasificatorio de Sudamérica.
El primer juego en el que se logró el resultado positivo in extremis fue enfrentando a Bolivia en la altura de La Paz. En el minuto 90, tras una buena cabalgata por izquierda de Marlos Moreno, que finalizó Edwin Cardona con el 3 a 2 que le dio un importante triunfo fuera de casa a nuestra Selección.
El siguiente encuentro en el que se logró el triunfo sobre el final repitió al volante del Monterrey como protagonista. En Asunción frente a Paraguay, otra vez cuando se agotaba el tiempo, Cardona se combinó de gran forma con Carlos Bacca en una doble pared, que el ex jugador de Atlético Nacional definió con categoría y frialdad.
Luego sería el turno de Yerry Mina, que con un soberbio cabezazo selló un empate que pareció un triunfo frente a Uruguay. El defensor central se ganó el cariño de toda la afición colombiana y la titularidad en el once de Pékerman, luego de marcar una anotación en el minuto 84 en un juego en el que no se veía cómo recuperarse después de desperdiciar la ventaja 1 a 0, ante un rival directo por una de las plazas en el próximo Mundial.
El deseo de buscar el resultado sin importar las circunstancias difíciles que haya que superar se repitió en la más reciente fecha de las eliminatorias con el ya reseñado gol del capitán James Rodríguez, que llegó en un momento en el que el desespero y la frustración se habían apoderado de los 11 hombres en el campo y en los millones de seguidores del equipo.
Que una vez se haya ganado en las postrimerías, puede ser suerte. Dos veces, coincidencia. Pero los cuatro juegos que ya completa Colombia ganando cuando todo parecía perdido, demuestran que no es una casualidad.
Por eso, de lo que se puede estar seguro de esta Selección es que jamás se rendirá y mientras exista una mínima posibilidad no renunciará para dar una alegría a los colombianos.
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Esta capacidad de recuperación no es un rasgo que defina a los deportistas colombianos. Obedece a la madurez alcanzada por el actual grupo de jugadores, en su mayoría hechos en el exterior, y han sabido impregnarse de la convicción de no dar nada por perdido y no rendirse hasta que el árbitro haya dado el pitazo final.
El seleccionado nacional ya prepara el próximo partido contra Ecuador, una final más de las cinco que restan por las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. El grupo se desplazó a la ciudad de Bogotá desde la noche del jueves y se instaló el Hotel Hilton de la Capital de la República.
El viernes, los 15 jugadores que integran el grupo, después de la salida de Luis Fernando Muriel por lesión, se movilizaron hacía la sede deportiva de la Federación Colombiana de Fútbol en la Capital.
Los catorce que participaron del partido hicieron labores de recuperación. Mientras que el resto tuvieron una pequeña práctica de fútbol. El grupo se mantendrá en Bogotá hasta la tarde del lunes cuando se desplace a Quito para el compromiso con Ecuador, que se jugará el martes a las 4:00 p.m. (hora de Colombia).