ENTREVISTA
“Lo increíble de Nairo es su potencial casi sin límites”
Semana.com habló con Matt Rendell, aclamado autor de varios libros acerca del ciclismo, sobre Quintana, Chaves, Lucho Herrera y el auge de los escarabajos en Europa.
Reyes de las Montañas, reeditado recientemente, es uno de los libros más celebrados sobre el ciclismo colombiano. Cuenta la manera en que héroes como el Zipa Forero, Cochise Rodríguez, Fabio Parra o Lucho Herrera incidieron en la historia del país, por medio de gestas como el día de 1985 en que el ‘Jardinerito de Fusagasugá’ ganó una etapa del Tour de Francia luego de sufrir una aparatosa caída que lo dejó con el rostro ensangrentado.
Su autor, el británico Matt Rendell, ha publicado varios libros sobre ciclismo, sigue de cerca el circuito mundial y fue hasta hace unos meses jefe de comunicaciones del equipo Movistar, el de Nairo Quintana. Habló con Semana.com sobre la victoria del boyacense en la Vuelta a España.
Semana.com: ¿Los logros de Nairo eclipsan los de los escarabajos colombianos de los 80?
Matt Rendell: Es otra época y nosotros, como dice la expresión, somos siempre enanos en hombros de gigantes. Nairo está construyendo su casa sobre los cimientos que echaron los grandes de los años 80.
También es cierto que en los 80 terminar en el podio del Tour de Francia y de la Vuelta en el caso de Fabio Parra, y ganar la Vuelta y ganar la montaña en el Tour para Lucho, era la realización de sus respectivas carreras, mientras que para Nairo ganar el Giro y la Vuelta son pasos preparatorios, así que ahí se ve la estatura extraordinaria de Nairo Quintana.
Nairo pertenece al mundo, es de los más grandes atletas no solamente de la historia colombiana y del deporte latinoamericano sino también en el escenario mundial. Ya es un gigante.
Semana.com: ¿Nairo es el ciclista colombiano más grande de todos los tiempos?
M. R.: Sin duda, sin un momento de vacilación.
Semana.com: ¿Son comparables los títulos de Lucho Herrera y de Nairo Quintana en la Vuelta a España?
M. R.: Tienen en común que los dos están, en su época, entre los primeros dos o tres mejores escaladores del mundo, y que en todo caso cualquier victoria de gran tour es un logro impresionante. Como siempre en el deporte, uno solo puede vencer a los atletas que se presentan.
Lo cierto es que Nairo ha hecho algo que de verdad es impresionante, ha derrotado a Froome, a Contador y a todos los grandes de su momento. Y en eso esta victoria que acaba de lograr es muy especial, sobre todo en lo que era resistir una tremenda contrarreloj de Froome, y yo pienso que ahí Nairo entró mucho en el dolor y el sábado también en Aitama.
Semana.com: En Reyes de las Montañas usted escribe sobre la imagen de Lucho ensangrentado en Saint-Étienne, en 1985, como una de las postales que definen el espíritu del ciclismo colombiano. ¿Con cual imagen de Nairo se queda hasta ahora?
M. R.: Probablemente la imagen que queda más grabada de Nairo hasta el momento fue la etapa de Mount Ventoux en 2013, cuando se desmayó después de llegar detrás de Froome, el ganador. Hizo un esfuerzo tan extremo que refleja su capacidad de entrar en el dolor.
Hay que pensar que en este momento, Nairo es el corredor número uno del mundo este domingo en la noche. Con el físico que tiene, en las contrarreloj le resulta bastante difícil rivalizar con Froome, pero entonces surge esa idea del campesino colombiano que lucha no con los grandes recursos que tiene Team Sky y Froome, sino con lo que tiene Nairo, ese heroísmo y esa capacidad de aguantar un tremendo dolor y tremendos esfuerzos. De pronto es esa la imagen, que también tiene algo del Señor Caído, algo de esa espiritualidad colombiana.
Semana.com: ¿La rivalidad entre Nairo y Froome ya define una era en el ciclismo Mundial?
M. R.: La está definiendo. Como siempre ocurre con los años y las generaciones, Froome es el rival que termina con Contador, y Nairo terminará con él. Después vendrá otro, que de pronto serán los gemelos Yates, que serán los rivales de Nairo y ese es el orden natural de las cosas.
Es una rivalidad muy hermosa: Froome con toda la ciencia y esa capacidad que tiene él de vivir una vida bastante monástica, en Tenerife, en la montaña, lejos de la familia, mientras Nairo luego regresa a su familia, a Colombia. Así que es una rivalidad con mucho respeto. Son dos corredores que yo conozco hasta cierto punto, y son dos seres humanos muy decentes, y honestos, y buenos. Es una época muy hermosa, muy honrada, de un deporte que tiene un pasado reciente bastante poco honrado.
Semana.com: ¿En que puede mejorar Nairo con el objetivo de obtener el Tour de Francia?
M. R.: El físico de un atleta tiene un equilibrio muy, muy fino. Uno puede decir fácilmente que Nairo tiene que correr mejor en las contrarreloj, pero lo que pasa es que la perdida de cadencia, el cambio del golpe de pedal, la ganancia de peso muscular en las piernas, son todas cosas que militan contra lo que es escalar.
Así que si uno piensa que terminó segundo dos veces y tercero otra en los tres Tour de Francia que ha corrido, ha ganado el Giro y la Vuelta, y también que se cayó cuando iba de líder en una Vuelta que de pronto habría ganado, pues concluye que es más fácil perder sus ventajas que ganar ventajas.
Nairo en su día es igual a Froome en la montaña, así que tiene que seguir haciendo lo que está haciendo. Tiene 26 años y dicen que los corredores logran su madurez física a los 28 o 29. Eso es lo increíble de Nairo, su potencial casi sin límites, en el que ganar un Giro y ganar la Vuelta son pasos en su madurez, no son los logros definitivos de su carrera. Es espectacular lo que tiene.
Semana.com: Aparte de Nairo, ¿Ve a Esteban Chaves capaz de ganar una de las tres grandes?
M. R.: Chaves acaba de ser segundo en el Giro y tercero en la Vuelta. Es un corredor al que siempre lo han criticado y han dicho que de pronto no tiene la potencia bruta que tienen otros corredores, que es más oportunista, pero se ve que tiene un cerebro y también un físico de corredor impresionante. También es joven y está comenzando. ¿Porque no? Casi ganó el Giro, entonces claro que es capaz. Nairo tiene su máscara de que no revela sus emociones, Chavito también tiene una máscara con esa sonrisa encantadora y de pronto tiene algo de Cochise, esa forma de aguantar la presión, de tener que tomar decisiones y forzar su cuerpo hasta el límite con el humor y la sonrisa y el cariño. Chavito no ha tenido ningún día flojo durante todo un Giro y toda una Vuelta, así que tiene lo que hace falta para ganar. Tiene un equipo muy bueno, ha sabido usarlo y tácticamente ha estado a la altura de todos.
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