“Si tranquilizas la mente , tranquilizas el cuerpo”, el consejo de Luis Alfonso Sosa a James

La sicología y la motivación deportiva trabajan de la mano y son la receta del éxito de Luis Alfonso Sosa. Amigo por más de 30 años del ‘Campeón de la vida’, Luis Fernando Montoya, quien un 22 de diciembre de 2004, en un intento de atraco en la puerta de su residencia en Caldas (Antioquia), fue atacado con un arma de fuego y las balas por poco acaban con su vida. Una herida en la médula espinal le provocó una cuadriplejia y, pese a perder la movilidad, jamás ha perdido su lucidez. En ese proceso de superación de la tragedia, Montoya contó con la ayuda de Sosa.

La fuerza mental de Luis Fernando Montoya, su experiencia y conocimiento hicieron que le encargaran trabajar de cerca con los entrenadores colombianos en el marco del programa Colombia Tierra de Atletas del Ministerio del Deporte. Su función será dar charlas motivacionales e intercambiar de experiencias.

Luis Alfonso Sosa conoce el proceso de James Rodríguez desde su paso por el Pony Fútbol, torneo infantil en el que marcó gol olímpico, se coronó con su equipo invicto con seis victorias y un empate. Fue el goleador del certamen con nueve anotaciones y elegido el mejor jugador del campeonato. Luego fue fichado por Envigado F.C., con tan solo 12 años.

Probar el sabor del éxito desde tan temprano, para el profesional en motivación y sicología deportiva puede repercutir en sus constantes lesiones: “A James le ha tocado madurar muy rápido. Cuando se fue a Banfield estaba muy joven. Las etapas de maduración no fueron en un proceso equitativo, normal, adecuado... fue muy acelerado. La fama le llegó muy rápido, desde el Pony fútbol, y se le disparó en Argentina, en Porto. La carga emocional hay que ayudar a elaborarla porque se va acumulando y sale por alguna parte y recuerden que la mente domina el cuerpo”.

El doctor Sosa cree que el análisis de las lesiones desde lo mental requiere priorizar el ser humano, en conjunto con la parte técnica, táctica y deportiva: “Hay que conocer la estructura de personalidad que tiene James Rodríguez, no como deportista. De acuerdo con lo que uno tiene como persona, la presión, condiciones, fama y entorno que se desarrolló se va a elaborar, y, si no se conoce, tendrá sus consecuencias de ansiedad. Inclusive cuando él se expresa, la presión colectiva emocional a bajo o alto nivel permite que fluya o haga más lentas sus palabras”. Además, asegura que en ciertos momentos el volante del Everton necesita una limpieza mental, tener anticuerpos psicológicos para no generar tanta presión.

¿Cómo se trabaja la frustración de recaer tanto en lesiones?

“Es fundamental que, después de cada lesión, James y cualquier deportista hagan una recuperación sicológica. Basta con mirar el número de sus dolencias físicas. Seguro se ha hecho la recuperación física y médica, pero la mental incluye sentarse con él para explicarle que conozca y profundice en las causas de esas lesiones, la importancia del autocuidado, gestionar la presión para entender que es el líder y debe rendir en el club y en la selección Colombia. Es importante invitarlo a dialogar, además los medios de comunicación ayudan mucho a la salvación del ser humano para que el deportista rinda mucho más”.

El factor miedo desde lo mental y su peso en lo físico

“Los seres humanos tenemos miedo a ganar y a perder. Son miedos normales entre nosotros, pero hay que trabajarlos porque generan pérdida de autoconfianza y llevan a cometer imprudencias en el campo de juego o influir en la parte somática, en su cuerpo. Los miedos están presentes en ganar o no, en lesionarse o no, en ser titulares o no. Influye el diálogo personal, rodearse de buena gente, las relaciones intrafamiliares, con los compañeros de trabajo, etc., todo el entorno es fundamental para manejar las adversidades que se le presentan”.

La figura paterna de Carlo Ancelotti en el manejo de sus lesiones

“Todos los seres humanos ,de manera consciente o inconsciente, buscamos ser apreciados, reconocidos o apoyados. Encontrar en Carlo una figura paterna, de comprensión y tener una buena conexión emocional para ayudarlo a salir adelante fue importante. No hablo de un feeling deportivo o técnico, no se trata de dejarlo hacer lo que quiera. La conexión debe ser desde lo cognitivo, desde el pensamiento, ideas y lo que siente”.

¿Y la figura “antagónica” de Zinedine Zidane?

“Cuando los jugadores se encuentran con lo contrario a una figura paterna, deben poner a prueba su fuerza y capacidad mental. ¿Cómo se da cuenta uno si un jugador tiene fortaleza mental? Cuando acepta lo que le pasa, las dificultades, el impedimento de seguir cierto tipo de órdenes, y esto trae una serie de consecuencias como hacer mala cara, la baja de rendimiento, entrar al campo sin tener ganas, entre otras”.

El papel de la prensa en el rendimiento de James

“Nos olvidamos que el ser humano está compuesto por una parte cognitiva y por otra de emociones, entonces inmediatamente todos los comentarios se van a la parte deportiva, a la parte del rendimiento, como si se tratase de un robot. Pero se trata de un muchacho de 29 años que está en un proceso. Yo invitaría a que recuperemos el lado humano: saber decirle las cosas, planteárselas. Por ejemplo, hay una presión que surge cuando sufre una lesión y todos lo medios publican ‘ojalá se mejore rápido’. Pero no, hay que darle el tiempo necesario para su recuperación, esa presión lo que ocasiona es que, al volver, se lesione más rápido”.

Consejo a James

“Yo trabajaría con él la parte de la resiliencia. Es decir, orientarlo a que enfrente, supere y mejore lo que ha pasado [las lesiones]. Le diría también que analizara cada una de las causas de sus lesiones, así como su vida personal y emocional. Le reforzaría la idea de que James Rodríguez, antes de ser un excelente jugador de futbol, es un ser humano que merece tranquilidad y poder poner la mente en paz para que su cuerpo no se siga enfermando”.