Tokio 2020
Simone Biles, la gimnasta olímpica que superó una tormentosa vida en la que sufrió de abuso sexual
La atleta se retiró este martes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para cuidar su salud mental.
Cuidada por una familia de acogida durante su infancia y agredida sexualmente en la adolescencia, Simone Biles ha superado todos los obstáculos para llegar a la cima de la gimnasia, antes de mostrar su fragilidad en el concurso general por equipos de Tokio-2020 abandonando el martes tras una mala actuación en salto.
Tras haber superado a los 22 años el récord de la leyenda bielorrusa Vitaly Scherbo (23) con 25 medallas en la escena mundial, 19 de ellas de oro, la estadounidense es una de las estrellas de los Juegos Olímpicos de Tokio, cinco años después de sus cuatro medallas en Río.
Pero, pocos esperaban que se viniera abajo delante de todos y no pudiera continuar junto a sus compañeras: “No tengo tanta confianza en mí como antes. Tengo la impresión de que ya no puedo disfrutar como antes”.
🚨SIMON BILES EN PROBLEMAS🚨
— Adrenalina (@adrenalina) July 27, 2021
La estadounidense dejó de competir en el All Around por equipos, está siendo atendida y podría y tener una posible lesión en el tobillo. Es duda para las finales individuales por aparato. #Tokyo2020 #JuegosOlimpicos #ViveElTriunfo #SimoneBiles pic.twitter.com/9hJlD2j5pM
Sigue siendo la mejor gimnasta de todos los tiempos, una denominación que ella misma acepta al llevar en sus mallas la cabeza de una cabra de lentejuelas, o goat en inglés, un juego de palabras con “GOAT” (“Greatest Of All Time”) que distingue al mejor deportista de todos los tiempos en su disciplina.
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Nunca, antes de ella, una gimnasta había logrado cinco coronas mundiales en el concurso general. “A veces me pregunto cómo lo hago, me gustaría poder salir de mi cuerpo para verlo con mis propios ojos”, confiesa.
Asegura que siempre le ha gustado “la sensación de volar” en la gimnasia. Más atlética, más potente, la pequeña bomba estadounidense (1,42, 47 kg) vuela por encima de todas. Cuatro acrobacias - dos en suelo, una en la barra y otra en salto - llevan su nombre.
Para seguir llevando más allá los límites, tiene en la manga una nueva acrobacia en salto, que ninguna mujer ha realizado antes que ella.
‘Salvada’ por sus abuelos
Para su compatriota Morgan Hurd, campeona del mundo de concurso general en 2017 - en su ausencia -, simplemente es “sobrehumana”. Cuando la pequeña Simone descubrió la gimnasia con seis años en una excursión escolar, fue inmediatamente captada por un entrenador.
Podría parecerse a un cuento de hadas, pero no lo es porque Biles, nacida en Ohio, convivió en sus primeros años con una madre “dependiente del alcohol y las drogas”, que “entraba y salía de prisión”, lo que hace que ella y sus tres hermanos y hermanas acaben en una familia de acogida, relató emocionada a la televisión estadounidense en 2017.
Official statement: "Simone Biles has withdrawn from the team final competition due to a medical issue. She will be assessed daily to determine medical clearance for future competitions."
— USA Gymnastics (@USAGym) July 27, 2021
Thinking of you, Simone! pic.twitter.com/QA1GYHwWTv
“Nunca pude contar con mi madre biológica. Recuerdo que siempre tenía hambre y miedo”, dijo.
“Mis abuelos me salvaron”, dijo de Nellie y Ron Biles, que considera como sus padres y que cambiaron el curso de su historia al adoptarla, así como a su hermana pequeña.
Con ocho años, Biles tiene un encuentro decisivo con Aimee Boorman, la entrenadora que la llevará a lo más alto, su “segunda mamá”, que velará por su equilibrio tanto en los aparatos como en la vida.
Bajo su dirección se convirtió, con 16 años, en campeona del mundo por primera vez en 2013 y con ella también logró sus primeros podios olímpicos.
‘Soy mucho más que eso’
Después de la marcha de Boorman a Florida, la tejana de adopción continuó sus entrenamientos con los franceses Laurent Landi y Cécile Canqueteau-Landi tras un año sabático después de los Juegos de 2016.
Poco después Biles revela otra herida íntima: en enero de 2018, confiesa que formó parte de las más de doscientas víctimas de Larry Nassar, exmédico del equipo femenino estadounidense de gimnasia, actualmente en la cárcel.
Desde entonces no duda en denunciar públicamente la pasividad de las autoridades deportivas estadounidenses.
Y cuando la Federación Estadounidense de Gimnasia le desea un ‘feliz cumpleaños’, la ataca en Twitter pidiéndole que mejor inicie una investigación independiente sobre esas agresiones sexuales.
Después de “todo lo que he pasado con la federación, volver a encontrar el amor por el deporte y ser sólo Simone, todo eso ha sido un largo camino”, dijo recientemente ella, cuya alegría cuando hace sus acrobacias es manifiesta.
¡ALERTA EN #Tokyo2020! 😰
— MARCA Claro (@MarcaClaro) July 27, 2021
Después de este salto, @Simone_Biles quedó fuera de la final de gimnasia artística por equipos
Los detalles en https://t.co/AS75n5CHp2 pic.twitter.com/Nlq6AM0qTf
Tampoco oculta en el documental “Simone versus herself”, lo que significó en términos de sufrimiento la violencia que sufrió: horas en el diván del psicólogo.
Pero, Biles, que apoyó el movimiento “Black lives matter” y en quien Cécile Landi ve también una voluntad de “hacer historia” porque “es una atleta negra”, afirma que “sé que esta horrible experiencia no me define”.
“Soy mucho más que eso. Soy única, inteligente, talentosa, motivada y apasionada. Me prometí que mi historia sería mucho más grande que eso”, concluye.
Con información de la AFP.