Vendiendo arroz chino, rifando boletas y organizando fiestas, deportistas buscan ir al mundial de Taekwondo

“Todos los deportistas deberán contar con el apoyo económico de sus respectivas ligas, de no ser así, cada deportista asumirá la responsabilidad de conseguir los recursos de manera personal o a través de la empresa privada, teniendo en cuenta que esta entidad no cuenta con recursos suficientes para la participación en el evento”, este decreto firmado por el presidente de la Federación Colombiana de Taekwondo, Luis Fernando Forero, contrario a significar para Mary Sol Echeverry, Tatiana León y Dariana Suache la desmotivación para no ir al Mundial de Poomsae de Taekwondo Goyang 2022, en Corea del Sur, fue sinónimo de pujanza para conseguir los recursos en un país en el que los deportistas deben mostrar resultados para que los apoyen y no recibir primero el respaldo para ganar.

Como dignas representantes de un deporte de combate, estas tres paisas integrantes del equipo tradicional femenino Sub-30 van a dar la pelea hasta el final para lograr representar a Colombia. Lejos de pensar en la combinación de defensas y ataques o el perfeccionamiento de la coordinación, equilibrio, sincronización, control de la respiración y ritmo necesario para la competencia, deben preocuparse por recoger 45 millones de pesos para ir al otro lado del mundo 15 días antes del inicio del evento deportivo.

“Nosotras estamos haciendo todas las actividades para recoger el dinero. En este momento vendemos arroz chino, estamos haciendo una rifa y tenemos planeado hacer diferentes fiestas hasta finales de marzo para tratar de conseguir lo que necesitamos”, dijo Tatiana León a SEMANA.

El dinero que calculan que necesitan cubrirá la estadía, alimentación, inscripción al mundial, pasajes y permisos para poder competir.

La competencia para ellas ya empezó, se enfrentan al reloj y al calendario. Por eso en Medellín, ciudad donde entrenan y viven, están preparando junto a sus mamás cajas de arroz chino que venden a 15 mil pesos con servicio a domicilio incluido como forma de recolectar los fondos. “los encargos los pueden hacer por medio de nuestras redes sociales: @dariana6, @sol.solar_ y @tatiana_leonvalencia. Y al WhatsApp 3013441099, solo en Medellín”, dijo la deportista.

Para lograr comprar los ingredientes del arroz chino, las tres deportistas confían en que los comensales paguen por adelantado. Luego, después de un arduo día de trabajo que incluye entrenamiento, estudio y trabajo particular hacen una especie de pijamada para preparar el plato. La mamá de Mary Sol Echeverry es la que dirige al equipo en la cocina.

Además están vendiendo boletas. Su meta es que les compren 1000 de estas cada una a 10 mil pesos. El premio será un millón de pesos y se sorteará el próximo 25 de marzo. Pero hay más, los esfuerzos van incluso con el ánimo de organizar unas cuantas fiestas en tres discotecas de la capital paisa. “La primera será en el Bunker, con el cover que valdrá 15 mil y tienen derecho a una cerveza. La segunda a mediados de marzo en Astur y la tercera está pendiente, pero puede ser en el Distrito Nacional del Perreo”, confirmó Tatiana a SEMANA.

Más de 10 años entrenando, conservando el cinturón negro y clasificando a diferentes eventos nacionales e internacionales y nada cambia. El apoyo en Colombia para un deporte como el Taekwondo no se ve como debería. “Realmente es muy estresante y a veces uno se deprime porque el mundial está tan encima y uno piensa si vamos a llegar a alcanzar a reunir el dinero. Entonces, hay momentos en los que uno se frustra, se pone triste, pero hay que seguir para adelante porque en esta situación estamos todos los colombianos que clasificamos, pero ya es decisión de cada uno echarse a llorar o actuar para poder ir y cumplir nuestro sueño”, dice con valentía Tatiana que también estudia ingeniería industrial y administrativa en la Universidad Nacional, da clases de taekwondo en un club y los fines de semana trabaja en una discoteca.

Marisol Echeverri, la tecnóloga química y estudiante de licenciatura en ciencias de la Universidad de Antioquia, recalca en SEMANA lo difícil que es llegar a la empresa privada para que crea en tres deportistas del taekwondo como ellas. “Estas empresas es difícil, nosotros hemos intentado hacerlo los más mediático posible, pero nuestro deporte no es muy reconocido a nivel nacional, entonces, por ese lado es complicado. El llamado es a solicitar que nos apoyen, que aparte del fútbol y otras disciplinas que representan mucho al país, también hay otros deportes donde hay buenos deportistas que pueden dar muy bueno resultados y representar muy bien a Colombia”, argumenta.

Al mundial van con mucha expectativa no solo de participar, también de lograr ranquearse, aunque pocos crean en ellas. “A veces es muy fácil cuando los deportistas salen hacer críticas de que no ganaron, que no es una medalla de oro, que no estuvieron en los primeros lugares, pero es que la ganancia del deportista es el simple hecho de ir a representar, porque por ejemplo nosotras estamos mucho más preocupadas por conseguir los recursos para poder ir que incluso por entrenar, que aunque lo estamos haciendo y estamos dando nuestro 100 %, la preocupación de muchos deportistas en el país es más de conseguir los recursos para poder llevar el proceso de una manera adecuada”, dijo Marisol.

Sus sueños no se detienen. Son ejemplo de talento y talante y creen firmemente que las cosas a futuro van a mejorar para ellas y para los deportistas que practican otra actividad diferente al fútbol. “Sueño seguir trabajando con mi equipo, que a partir de esta experiencia las cosas puedan ser un poco diferentes porque sí me gustaría que nuestro esfuerzo, energía y tiempo estuviese enfocado en entrenar y en prepararnos para ese tipo de campeonatos. Anhelo que podamos encontrar más apoyo para estar más enfocadas en lo que realmente importa”, concluyó en Semana TV.

Mary Sol Echeverry, Tatiana León y Dariana Suache también tienen una vaki llamada ´Colombia en el mundial de Taekwondo en Korea´ en la que cualquier aporte, por mínimo que sea, significa un gran empujón para ellas.