Germany's Alexander Zverev (2R) is helped to leave the court in a wheelchair after being injured during his men's semi-final singles match against Spain's Rafael Nadal (2L) on day thirteen of the Roland-Garros Open tennis tournament at the Court Philippe-Chatrier in Paris on June 3, 2022. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP)
Zverev se retira en las semifinales de Roland Garros asistido por los servicios médicos | Foto: AFP

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Video | Nadal, a la final de Roland Garros tras la escalofriante lesión de Zverev

El partido se terminó sin cumplir con el segundo set, después de que el tenista alemán tuviera que salir de la cancha en silla de ruedas.

3 de junio de 2022

Rafael Nadal hace historia al clasificar a una nueva final de Roland Garros, aunque no de la manera que esperaba, por la lesión de su rival, el alemán Alexander Zverev.

El español había ganado el primer set en el tie-break (7-6) y logró empatar el segundo a 6 juegos para cada uno. Sin embargo, cuando ya se preparaban para definir el ganador de esa segunda manga, Zverev sufrió una torcedura de tobillo que inmediatamente lo sacó del partido, asistido por el cuerpo médico.

La semifinal que se disputó en la Philippe Chatrier, principal escenario de Roland Garros, pintaba para ser un duelo de muchas horas sobre la arcilla, pero terminó quedando resumido en un tímido marcador de 7-6, 6-6 y abandono.

De esta manera, Nadal podrá aspirar a la corona número 14 en París, algo que ningún otro deportista ha logrado hacer en la historia. Además, tendrá la posibilidad de sacarle dos grands slams de diferencia a Novak Djokovic y Roger Federer, que se quedaron en 20 títulos, por los 21 del manacorí.

En lo que se alcanzó a disputar del partido, Rafa se mostró con gran solvencia y capacidad de reponerse ante los buenos golpes de su rival en el primer set. Zverev se había puesto 2-0 y alcanzó a estar 4-2 arriba, justo antes que iniciara la remontada del actual número 5 del mundo.

Con dos juegos muy apretados Nadal se puso 4-4, confirmó con su servicio y en el siguiente tuvo punto para set, pero Zverev sobrevivió encaminando todo al tie-break. En el desempate fue el alemán el que tuvo 4 oportunidades de sentenciar la primera manga, sin esperarse que vendría el mejor Nadal de la noche.

El español sacó todo su arsenal de golpes, empató y pasó derecho para llevarse el parcial con un resultado de 10-8, que levantó a los espectadores de sus asientos unidos en un solo aplauso para el 13 veces campeón de Roland Garros.

Locura en el segundo set

Golpeado por esa primera manga, Zverev inició bastante errático y permitó el quiebre de Nadal a su servicio. El español sacaba para ponerse set arriba y 2-0 en el segundo, sin embargo, también falló con su primer servicio y permitió que el rival se repusiera y empatara 1-1. Misma ecuación que se repitió en el segundo turno al saque de ambos.

En el quinto game, ‘Sascha’ mantuvo su saque y luego le quebró a Nadal para ponerse 4-2 arriba con la ilusión de, esta vez sí, sentenciar la manga a su favor. El manacorí recuperó terreno, pero falló nuevamente con su servicio y dejó el marcador 5-3, con todas las cartas a favor del germano.

Al verse tan cerca de ganar el segundo set, Zverev volvió a caer en un mar de nervios, lo que provocó otra remontada más del ‘rey’ del polvo de ladrillo. Rafa quebró por cuarta ocasión y ahora debía mejorar a cualquier precio el saque propio que lo había puesto contra las cuerdas. Lo hizo, empató todo a cinco y se encaminó a una nueva definición en el tie-break, justo antes que llegara la dolorosa lesión de su rival.

Cuando Zverev cayó, Nadal fue el primero en llegar al lugar preocupado por los gritos de dolor. La asistencia médica ingresó y segundos mas tarde el alemán fue retirado en silla de ruedas.

El español se dirigió al camerino por un momento a espera de la decisión oficial que no se tardó mucho en llegar, pues el propio Zverev salió para agradecerle su gesto de preocupación y confirmar el abandono del partido. “Ver llorar a Sascha fue muy duro, le deseo que se recupere lo más pronto posible”, dijo Nadal sin lugar a celebraciones, a pesar de clasificar a una nueva final del torneo francés.