Entrevista
“No quiero llevar la presión de favorito por Colombia”: Santiago Buitrago en entrevista con SEMANA
Con 23 años, el bogotano se prepara para brillar en el Giro de Italia 2023, tras convertirse en el primer colombiano en subirse al podio de la Lieja-Bastoña-Lieja. En él, se depositan todas las esperanzas de volver a ver a Colombia como uno de los mejores países de la élite del ciclismo.
Fernando Gaviria y Einer Rubio con el Movistar Team; Rigoberto Urán con el EF Education-EasyPost y Santiago Buitrago con el Team Bahrain Victorious son las cartas colombianas confirmadas para el Giro de Italia 2023 que arrancará el sábado 6 de mayo de 2023 y va hasta el domingo 28 de ese mes.
El bogotano de 23 años es el favorito por los escarabajos para lograr un buen escalafón en la general y triunfar en alguna etapa, tal y como sucedió en 2022 cuando se consagró como el mejor de la jornada 17.
Viene de ser tercero en la Lieja-Bastoña-Lieja detrás del ganador Remco Evenepoel y del inglés Thomas Pidcock y todos los reflectores apuntan a él.
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En SEMANA, el bogotano que empezó en la fundación Esteban Chaves quiso bajarse la presión de esa responsabilidad que intentan ponerle a nombre del ciclismo colombiano.
“Yo la verdad agradezco a toda esa gente que me ve de esa manera, que me de la talla de nuestros grandes referentes del ciclismo, para mí es un orgullo. Pero yo no lo siento así. No quiero llevar esa presión, no quiero sentir que tengo que hacer ciertos resultados, porque sino mejor dicho mi mamá no me va a abrir la puerta de la casa (risas). No lo siento así”, indicó antes de la primera grande del año el ciclista colombiano que encabeza la lista del equipo asiático, donde estará acompañado de los italianos Damiano Caruso, Jonathan Milán y Andrea Pasqualon, además de Jack Haig, Gino Mader y Jasha Sutterlin.
SEMANA.: ¿Tras ser tercero en la Lieja-Bastoña-Lieja, cómo está de cara al Giro de Italia 2023?
SANTIAGO BUITRAGO (S.B.): Este año puedo estar muy contento con lo hecho hasta ahora. Ha sido un inicio de temporada muy positivo para mí y para el equipo y más con lo de Lieja. Yo creo que es un plus para el Giro de Italia, para ir con la mayor motivación, con el saber de que el trabajo se ha hecho muy bien y de que la condición está donde quiero que esté. La verdad estoy orgulloso de lo conseguido hasta ahora.
SEMANA. Usted dijo que estuvo a punto de retirarse de la Lieja-Bastoña-Lieja y luego terminó tercero…
S.B.: 6 horas de bici, piensas un montón de cosas. No fue mi mejor día. Cuando faltaban como 180 kilómetros iba con un mal de piernas que no imaginas. El líder que llevamos para la carrera, estaba sufriendo. Nos decía por la radio que no podía, veía un montón de corredores que se quedaban y yo atrás en el grupo cerrando huecos, tratando de sobrevivir para darle la vuelta a la situación. Tratar de encontrarme, al final tuve un reinicio y me volvieron las fuerzas. Mejor dicho ahí me volvieron todas las ganas y pude pude conseguir el podio. La verdad fue un día muy extraño, es un podio que no me lo esperaba ese día, porque la verdad no iba con el objetivo de hacer un podio y bueno, salir tercero con estas figuras, con lo duro que fue... La verdad que más contento no puedo estar.
SEMANA: Cómo se sintió peleando con un corredor de la talla de Remco.
S.B.: Yo creo que él y el equipo corrieron muy bien. Controlaron la carrera desde el principio y la jugaron a la perfección, atacaron desde cuando tenían que atacar y cogieron una diferencia muy afortunada para el final. Sabíamos que era el corredor más fuerte y cuando atacó, la verdad que lo peor era seguirle, porque te clavabas ahí la cruz. Entonces, simplemente trate de coger una buena rueda y después tratar de luchar. Ahí atrás en el grupo fue muy complicado.
SEMANA: ¿Considera que en Colombia toda la expectativa está puesta en usted, teniendo en cuenta que Egan no está al 100% y Nairo sin equipo?
S.B.: Yo la verdad agradezco a toda esa gente que me ve de esa manera, que me da la talla de nuestros grandes referentes del ciclismo, para mí es un orgullo. Pero yo no lo siento así. No quiero llevar esa presión, no quiero sentir que tengo que hacer ciertos resultados, porque sino mejor dicho mi mamá no me va a abrir la puerta de la casa (risas). No lo siento así. Quiero hacerlo con bastante tranquilidad, trato de trabajar lo más profesional que pueda y de ir a cada carrera y entregar lo mejor. Prepararme de la mejor manera, disfrutar la carrera y del ciclismo, de cada entrenamiento. Eso es lo que más hago y al final, cuando trabajas bien los resultados llegan. Lo malo del ciclismo es que se tienen que juntar muchos factores. A veces te puedes preparar muy bien y una caída te puede sacar de competencia, una enfermedad, un virus. Aprovechar los buenos momentos y las buenas oportunidades. La buena temporada porque no sabemos cuándo lleguen los malos momentos, las duras y no sepamos afrontarlas. Estoy pasando por un buen momento, quiero disfrutarlo y darle felicidad a la gente colombiana, que lo disfruten. Nosotros estamos acá, damos lo mejor, porque sabemos el listón tan alto que han dejado los colombianos en el ciclismo y eso tratamos de mantenerlo allí.
SEMANA: ¿Si en usted no recae el favoritismo, entonces en quién?
S.B.: El ciclismo colombiano está pasando por un buen momento, pues ya no es solo uno el que destaca. Somos varios. Este año han ganado Sebastián Molano, Einer Rubio, Dani Martínez, Sergio Higuita y yo en diferentes terrenos. Podemos ir muy bien en la montaña, en la corta montaña, a los sprint, en las etapas de media montaña. Tenemos bastante diversidad de ciclistas antes. No quiero cargarle la responsabilidad a ninguno de mis compañeros, ni quiero cargarla yo.
SEMANA: Entonces, qué opina de lo que dijo Rigo este año de que ya no hay buenos ciclistas en Colombia que puedan pelear con los grandes.
S.B.: Entiendo a Rigo y entiendo a la afición colombiana. Estábamos acostumbrados a que Nairo hiciera 3 o 4 años seguidos podio en el Tour, peleando por la victoria, al igual que Rigoberto. Ahora no se ve alguien para pelearle a Tadej Pogačar o Jonas Vingegaard, o algo así. Ahí no tenemos alguien a ese nivel, pero tampoco es para decir que se acabó el ciclismo colombiano y que no tenemos, que no hay nadie bueno. El ciclismo ha venido cambiando estos últimos tres o cuatro años y es simplemente adecuarnos a esta nueva época del ciclismo profesional. En Colombia hay 200 chicos, sub 23 que tienen un montón de talento y yo creo que entre ellos habrá más de uno que podrá venir a Europa y seguirá dando muy buenos resultados al ciclismo colombiano.
SEMANA: ¿En qué grandes lo vamos a ver?
S.B.: Viajo la próxima semana para el Giro y esa será mi última competencia antes de volver a Colombia y programar la segunda parte de la temporada. No tengo claro que haré, después de agosto veremos.
SEMANA: ¿Está al 100 %?
(S.B.): No sé si al 100 % pero llego en la mejor condición al Giro, física y mentalmente, además con muchísima ambición.
SEMANA: ¿Se ve como el líder del Team Bahrain Victorious?
S.B.: No, no quiero verme tampoco como el líder del equipo. Me han puesto un rol libre. Jack Haig, Gino Mader van a ser los líderes y sobre el papel son los líderes para el Giro de Italia. Si en cierto momento del Giro, en las tres semanas, me toca afrontar el rol, lo asumiré con bastante honor y lo haré de la mejor manera.
SEMANA: Expertos en ciclismo dicen que usted será el próximo en ganar el Tour de Francia. ¿Se ve así?
S.B.: Es mi sueño, el objetivo de ese niño que fui y sigue siendo mi sueño. Siempre lo he dicho, me preparo y me levanto cada mañana con ese sueño que tengo desde que empecé en el ciclismo y no sé si lo iré a ganar el año que viene, en dos años, en tres años... pero trabajo para algún día poder ganar el Tour, de verdad que sí.
SEMANA: Un rolo enamorado del ciclismo por un papá boyacense...
S.B.: Yo soy rolo, mi papá de Boyacá, mi mamá del Quindío. La moda del ciclismo empezó por mi papá, amante del ciclismo y ahí le seguí los pasos. Me gustó el sufrimiento.
SEMANA: Otro rolo creyó en usted: Esteban Chaves. ¿Cómo es compartir ahora con él en el pelotón internacional?
S.B.: Siempre se lo digo: es genial. Cuando me acuerdo que estaba en las fundación y salía a entrenar con nosotros a veces y lo mirábamos como el ídolo, porque estaba pasando por un momento espléndido. Era nuestra referencia. En 2020 pude hacer la Vuelta a España con él. Un sueño de verdad. Para él será muy importante saber lo que logra con su proyecto. Los chicos que la Fundación ayudó a nivel profesional o en el World Tour es un plus para seguir apoyando. En Colombia se descuidan mucho. Hay muchos chicos hambrientos de querer ganar y sacar el nivel. Es una fundación que está apoyando a personas como yo, que en algún momento cumplirán sus sueños y más de uno estará aquí dando de qué hablar.
SEMANA: ¿Le cambió mucho la vida tras ganar la etapa en el Giro 2022?
S.B.: Me cambió mucho. Pero fue cuando llegué a Colombia, aquí en Europa a veces no lo siento tanto. Trato de ser la persona más normal, más tranquila y de tener los pies en la tierra. Cuando llegas a Colombia te enteras lo que causas, las alegrías que das a la gente, con la emoción que te hablan. Sales a entrenar y te piden una foto o un chico te dice que eres su ídolo. Para mí es muy duro, porque a veces siento que no he hecho lo suficiente, lo que hicieron las grandes figuras colombianas. La gente te grita por la carretera es muy bonito. Soy muy agradecido.
SEMANA: Hablando de ídolos, el suyo es Mark Cavendish de quien incluso tiene afiches en su cuarto. Ahora puede decir que fueron hasta compañeros.
S.B.: Bueno, cuando entré al equipo, él estaba y solo hicimos una carrera juntos y muy buena amistad, muy bonita. Estaba cuando yo gané la etapa del Giro. En 2020, yo cometí un error que celebré una vuelta antes, estuve súper frustrado y él fue la primera persona que vino a calmarme, a darme tranquilidad y decirme que ya llegaría el buen momento. Antes de la etapa 17 del Giro, vino a mí, me abrazó, me hizo acordar de Luxemburgo y luego gané. No lo miro con un colega más, sino con bastante respeto porque fue una de las personas por las que empecé y todavía tengo el póster de él en el cuarto ahí en Bogotá y le digo y mamá que no me lo puede botar. Es una figura impresionante, cada vez que lo tengo ahí al lado no lo quiero hacer caer (risas).
SEMANA: Santiago, usted se fue a los 18 años a Europa. ¿Cómo logró mantenerse?
S.B.: Lo duro de venir a Europa y, lo digo yo creo que por todos, es separarte de tu entorno, de tu familia. Sobre todo al principio, cuatro o cinco meses es complicado porque te chocas con la realidad de todo. Yo llegué al Cinelli y me costó, me costó muchísimo. Me la pasaba en el Hospital cuatro, creo que fueron como 400 hospitales. En algunos momentos pensé: “¿Dios mío, qué hago aquí? Estaría en Colombia con mi mamá, poniéndome pañitos en la cabeza, con la sopita, con las cremas y yo aquí sufriendo. Reniegas por todo y luego te arrepientes. Luego te das cuenta de que todas esas cosas duras, todos esos malos momentos, te moldean el carácter. Eso sí, no hay nada como mi país.
SEMANA: ¿Lo más duro fue cuando se chocó con un carro y estuvo en coma?
S.B.: Fue mi segunda carrera en Italia, la primera me había ido súper bien, el equipo estaba súper contento. Decían, “conseguimos al que era”. Luego me accidenté y no me acuerdo de nada. Desperté en un hospital, con un cuello ortopédico, en silla de ruedas, con un trauma craneoencefálico. Del golpe tan fuerte perdía el conocimiento muy seguido, o sea, no retenía las cosas y no sabía si ya había comido, si ya me había bañado. No me ubicaba. Solo le conté a mi papá y hermanos, no quería preocupar a mi mamá. Estuve como dos días inconsciente y en casa 15 o 20 días sin moverme. No podía salir de mi cuarto porque le daba miedo de que me saliera de la casa y me perdiera. Mi manager me ayudó con psicóloga porque me puse súper mal.
SEMANA: ¿Se fue a Europa por falta de oportunidades en Colombia?
S.B.: Si y no, Me vine a Europa porque estaba haciendo mi primer año sub 23 allí en Colombia en el AV Villas pero yo me mentalicé en venirme joven y conocí a mi manager y él me dijo: “Santi si quieres irte, y un día llegar a las grandes ligas, estás en la edad”. Lo consulté muchísimo. Tenía para renovar con AV Villas y era eso, quedarme en Colombia recibiendo mi sueldo que no era malo o arriesgarme a venir a Europa. Un domingo saliendo del culto mi mamá me dijo que me arriesgara, que ellos iban a estar ahí siempre. Con el aval de mi madre, lo decidí. Solo me dejaban volver al país 10 días, no me pagaban mucho dinero. Esas cosas me agobiaban, ir a Italia, un idioma que no conozco nada, pero bueno, salí de mi zona de confort y aquí estoy.
SEMANA: Santiago, después del Cinelli, usted no iba al Team Bahrain Victorious, sino al Bora. ¿Qué pasó?
S.B.: Mi manager me llevó a Bilbao a una prueba, con un chico que era el que realmente llamaron. Yo fui allá como de arrimado. Incluso me acomodaron la cicla del chico para mi test y salió súper bien. Quedaron más contentos conmigo que con el otro ciclista. Me sentí hasta súper mal, pero también sorprendido. Era mi primer año en Europa y ya hablaba yo con el Bora. Dijeron que iban a mandar una propuesta después de la primera semana de la Vuelta a España. Pues pasó la primera semana de la Vuelta a España. nada. La segunda, nada. Cuando me llaman a decirme que el Team Bahrain Victorious era el que había mandado la propuesta. No sé cómo describirlo. Con 18 años y ya me llamaron dos equipos World Tour. Firmé y a la semana llamó el Bora, se disculparon y dijeron que esperan trabajar en el futuro conmigo. Fue un honor en realidad.
SEMANA: De las cosas más complicadas fue obtener su residencia en Andorra. ¿Por qué?
S.B.: Qué problema, ¡Bendito! Cuando llegué a Andorra no conocía a nadie y el equipo me dijo que necesitaba residencia por la cantidad de días que tenía que pasar. Una chica de aquí me ayudó. Fue en plena covid-19 y todo estaba súper complicado. Presenté todos mis papeles y documentos y no me los querían aceptar. Decían que por ser suramericano, debían pedirme más y más cosas. Entendí lo que me insinuaban. Todo apostillado y de tanta cosa, se me perdían las otras apostillas. Después, cuando me sale, no me la querían dar. Incluso en Iberia no me querían dejar viajar, ni teniendo la contraseña que porque la tenía que tener en físico si quería entrar a Europa. Me tocó pedir papeles en la Embajada de España y viajar a la semana. Luego 6 meses en Europa. Ahora toca renovarla.
SEMANA: Usted ascendió en el ranking UCI 73 puestos. Pasó del 122 al 49. ¿Qué significa?
S.B. Es un honor y orgullo ver cómo año tras año he ido escalando y logrando lo que me he propuesto y verme ahí en el ranking con los mejores. Cuando empecé iba en el puesto 1.000. Luego me ponía feliz cuando entraba entre los 500 y después entre los 300 y miren ahora. Me motiva a seguir dándole y escalando posiciones.
SEMANA: En ese avance, qué tanto crédito le da a su papá, un hombre que trabaja en cocinas integrales y carpintería, y su mamá. ¿Cómo han influido en su carrera como ciclista?
S.B.: Yo veo en mis papás el motor y la inspiración de todo. A mis hermanos y a mí nos levantaron siempre dándonos lo mejor. Tuvimos muy buenas comodidades y después tuvimos momentos muy duros. Nunca puedo decir que nos faltó un chocolate con pan a la cena, ni unos huevos al desayuno. Ver que lo que estoy consiguiendo era el sueño de mí padre, que fue el primero que creyó en mí, mi primer entrenador, mi primer director, mi primer manager, mejor dicho, al frente del cañón. A mí mamá le agradezco hasta que me dijera que mejor me pusiera a estudiar. Ahora escuchar cada audio que mandan después de cada carrera, la verdad se me hace un nudo en la garganta. Lo que más quiero es que ellos se sientan orgullosos del hijo que tienen. Doy lo mejor de mí por ellos y mi país. Quiero que mi papá y mi mamá dejen de trabajar. Son todo.
SEMANA. ¿Qué piensa del Ministerio del Deporte y todo lo que pasa con los atletas en Colombia?
S.B.: He escuchado muchos cambios. Todo parece complicado y los que más sufren son los chicos, porque son a los que se ilusionan con competencias a nivel mundial, con la falta de presupuesto que hay, con las mismas herramientas todos los años. En Colombia no innovan y lo sé porque fui al mundial en Bélgica. Es triste lo que pasa con el Ministerio del Deporte. Colombia tiene tan buenos deportistas, casi todos con las uñas han salido adelante y esa es la verdad gracias a los padres o algunos patrocinadores, poco impulsa el Gobierno. Uno lo ve aquí en otros países. Nuestros chicos quieren realmente luchar por un mejor futuro, encuentran en el deporte otra alternativa de profesión o un refugio al montón de problemas que tenemos en el país y saber que el apoyo se lo están llevando otras personas, es duro.
SEMANA: ¿Lo veremos en la Selección Colombia de ciclismo?
S.B.: Me gustaría mucho. Estoy a la disposición de la Federación. Será un orgullo y un honor si me llaman a un mundial o a Olímpicos y asumiría ese rol con mucha responsabilidad. A ver si me llaman este año.
SEMANA: ¿Qué opina de Nairo y su caso?
S.B.: Para mi Nairo es la figura más representativa del ciclismo colombiano. Yo creo que lo que él ha hecho por nuestro país ha sido enorme, ha dejado el listón muy alto. Tengo a veces el privilegio de encontrármelo entrenando por aquí. En lo personal, a veces pienso que es muy injusto precisamente por tantas alegrías y luego ver todo por lo que él está pasando. Hay casos peores y le están echando prácticamente la cruz a Nairo. Le auguro todo lo mejor y siempre que lo veo, la verdad que con todo el respeto y con la admiración que se merece. Ha hecho un mérito y ha logrado mucho.