Ciclismo/deportes
“Solo teníamos papas para comer”: la lucha de Einer Rubio para brillar en el Giro de Italia
El ciclista del Movistar fue la gran revelación del Giro de Italia 2023. Una etapa ganada, un quinto lugar en otra fracción y la lucha por ser el mejor de la montaña, pese a una sanción, llenaron de orgullo al país por un hombre que creció entre cultivos y que trabajó en construcción.
Así como construyó edificaciones en Boyacá cuando era más joven cargando cemento o ladrillos, Einer Rubio, fabricó su triunfo en el Giro de Italia 2023, su primera etapa en una grande del ciclismo.
“Desde inicio de año nos planteamos llegar bien al Giro. Hice carreras de preparación y tenia claro que por lo menos ganaría una etapa y fue bastante bonito conseguirlo. Seguimos enfocados”, dijo a SEMANA desde la Corsa Rosa.
El hijo de Libardo Rubio y María Reyes, creció en el campo boyacense a más de 3 mil metros de altura. El cultivo de papa y el ganado era la principal fuente de ingresos en la familia.
“Cuando estaba en el campo quería ser alguien diferente, representar a mi pueblo o a Colombia. Pero no se me pasaba por la mente ganar una etapa del Giro”, indicó.
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Su realidad la superó con templanza. Junto a sus padres y hermanos Jhon, Lina, Ana y Mileni, Einer tuvo que abandonar su terreno ubicado en la vereda Laguneta. La lluvia no llegó a regar los cultivos y la producción se perdió.
“Soy campesino a mucho honor, viví en el campo con mis padres. Éramos cultivadores de papa y nos fuimos a la ciudad por cuestiones económicas. Trabajé en construcción para ganarme la vida”, señaló.
Su berraquera de campesino y su virtud de escarabajo, la mostró al imponerse en la etapa 13 de la edición 106, entre Borgofranco d’Ivrea y Crans-Montana.
Sus piernas las hizo fuertes recorriendo las carreteras de San Pedro de Iguaque, por Arcabuco en bicicleta para poder estudiar y aunque terminó el bachillerato en Bogotá, no olvidó el camino a Boyacá y volvió por el sueño de hacerse grande en el caballito de acero.
Por eso, al cruzar primero el pasado 19 de mayo su abrazo con el bogotano del Team Bahrain Victorious fue tan significativo.
“Muy emocionante compartir con Santi en el pelotón. Hemos compartido desde la fundación. Más que rivales somos amigos”, recordó en este medio.
La oportunidad de llegar a Europa se dio en 2017. Sus constantes derrotas en la Vuelta al Porvenir, lo hicieron aspirar a más.
“Colombia tiene mucho talento en el ciclismo pero funciona muy mal el tema de apoyar a los corredores. Hay que impulsarlos cuando son juveniles y no cuando te vas del país y empiezas a ganar”, opinó de manera vehemente.
Con apenas un año en el viejo continente y después de vivir “arrimado” en Pago Veiano en la casa de su entrenador, ganó el Gran Premio Capoderco, el Giro della Regione Fruili y una jornada Giro de Italia Sub-23. Este último triunfo lo repitió en 2019.
“Los colombianos somos muy patriotas y buscamos representar al país de la mejor manera posible. Es un orgullo darles alegrías”, puntualizó.
Todo fue ganancia en las competencias y en la vida, incluso cuando el Deceuninck–Quick Step le informó que no pasó la prueba para llegar a sus filas.
“En el camino hay muchos obstáculos pero decidimos de que manera superarlos”, dejó como mensaje.
Movistar lo acogió, lo aguantó en el tiempos duros de pandemia y lo ayudaron a fortalecerse para lograr lo que hoy suma a su palmarés.
“Es un equipo bastante familiar, me abrieron las puertas, confiaron en mí y se ve el resultado”, aseguró dejando atrás los malos rumores sobre la escuadra telefónica en Colombia.
“Son situaciones de carrera, íbamos muy rápido. Le pedí disculpas y me hace ilusión la camiseta de la montaña y ubicarme bien en la general”, aclaró.
A Einer si que le sale la típica frase de sembrar para recoger. Antes de ir al Giro se quedó con la tercera etapa del UAE Tour. Además estuvo en la vuelta a San Juan en Argentina, en la Vuelta a Cataluña y Asturias en España. Su éxito, no es sorpresa.
“Nos ha cambiado mucho la vida. Éramos campesinos, de escasez económica y de comida. Teníamos solo papas para comer. Hoy miro para atrás y sé que valió la pena”.