Se calcula que el 1 por ciento de la población tiene enfermedad celíaca | Foto: Javier De La Torre

SALUD

¿Quién necesita realmente una dieta libre de gluten?

La tendencia por consumir alimentos sin esta proteína está en auge. Cada vez son más quienes prefieren esta rutina alimenticia pues la consideran más sana aunque no necesiten eliminar el trigo y sus derivados de las comidas.

17 de julio de 2017

El aumento de restaurantes y tiendas que ofrecen en sus cartas alimentos sin gluten es notorio. Cada vez hay más personas que se unen a esta moda fit que elimina de la dieta alimentos que contienen trigo, centeno y cebada. Pero, más allá de ser una tendencia, esta es una rutina de vida para las personas que padecen de enfermedad celíaca, cuyo organismo reacciona de manera alérgica cuando consumen gluten.

La celiaquía es un trastorno autoinmune que causa daño en el revestimiento del intestino delgado. Tal deterioro es provocado por una reacción negativa hacia el gluten y hace que el organismo no pueda absorber los componentes de los alimentos. La enfermedad se puede manifestar en cualquier momento de la vida y se calcula que el 1 por ciento de la población la presenta.

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Sin embargo, la incidencia puede ser mayor ya que el trastorno provoca síntomas amplios que podrían asociarse a otras patologías y no son fáciles de diagnosticar. El médico internista y gastroenterólogo de la Fundación Santa Fe y la Clínica Colombia, Gustavo Adolfo Reyes explica que existe una variada cantidad de posibles manifestaciones clínicas que son diferentes entre cada paciente. Sin embargo, entre los síntomas más típicos de esta enfermedad se encuentran el “dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso. En el caso de los niños se pueden presentar fallos en el crecimiento, anemia y mala absorción intestinal”, complementa el especialista.

La enfermedad celíaca se diagnostica a través de exámenes de sangre, endoscopias y biopsias que confirman el daño intestinal que ha provocado el gluten. El tratamiento para esta enfermedad es eliminar la proteína de la dieta y llevar una alimentación balanceada durante toda la vida. “Es necesario que el paciente asista a una asesoría nutricional, donde le expliquen qué alimentos no tienen gluten pues la lista es extensa. Se tiene que ser muy exhaustivo porque la mínima exposición a este componente, va a hacer que se descontrole la enfermedad”, afirma Reyes. Las verduras, frutas, carnes, pescados y cereales sin el componente, como el maíz y el arroz, son los más recomendados para los pacientes celíacos.

Por su parte, existen condiciones adicionales a la celiaquía que se benefician de eliminar el gluten de la dieta como la intolerancia al trigo y sus derivados. “A algunos pacientes con enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple, también se les sugiere una dieta sin gluten”, dice Reyes. En los no celíacos quitar la proteína de los alimentos parece tener un efecto placebo sobre la salud. Así lo cuenta Carolina Daza, quien asegura que desde que dejó de comer pan con gluten, su tránsito intestinal mejoró y sus migrañas se aplacaron.

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Sin embargo, la tendencia a automedicarse este régimen alimenticio tiene sus detractores, pues varios expertos manifiestan que seguir una dieta libre de gluten, sin ser necesaria y sin asesoría profesional, puede resultar perjudicial para la salud. Un estudio de la Universidad de Harvard concluyó que los no celíacos que comen sin gluten podrían elevar su riesgo de padecer de enfermedades cardiovasculares. Se ha demostrado que los cereales y granos integrales tienen un efecto protector sobre el corazón. Los investigadores también vincularon a la dieta sin gluten con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

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Lo recomendado, explica Reyes es que quien quiera seguir un régimen específico consulte antes con el médico. “Es importante asesorarse porque a veces esas dietas exageradas pueden causar un problema y traer consecuencias malas para el organismo”, y agrega que “con la consulta y los exámenes adecuados, el médico puede decirle al paciente qué tipo de alimentación es la que más lo beneficia”. En Colombia, la enfermedad celíaca tiene baja prevalencia.