Ditcionario de etspresiones colombianizadas
El humorista Andrés López hace una disección de diversos comportamientos y costumbres colombianos. Este es un aparte de un capítulo del manuscrito original de su espectáculo 'La pelota de letras'.
Es evidente que hay una lengua por ahí rondando a los colombianos, y esa es la lengua del día a día, en la que muchas de las expresiones mandarían a la cama a más de un académico del lenguaje. Pongámoslo de la siguiente manera: introduzcamos una convención en este escrito, las letras inclinadas nos servirán para hablar de expresiones de ese lenguaje convencional cotidiano, y lo llamaremos el gozquellano, o simplemente nuestro español autóctono y criollo, producto de nuestro día a día. Sin más, aparezcamos ante un evento y veamos las expresiones de nuestra Pelota de letras tricolor.
Existe la x escupida, o x ejecutiva, que se ve en expresiones como atceso, otción, etcenario, etcelente, etsámen. Esta x ya está rondando muchos ámbitos de la cultura ciudadana, yo ya no etspero que me respondan con una x, informo al mundo que nuestra x es una etspecie en vías de etstinción. Y ahí introducimos la g frenada de palabras como ogtó, dagnificado, colugna, agsolutamente, agsolvió. Y muchas más nuevas pronunciaciones que aparecen y desplazan un idioma para que continúe el siguiente.
El manejo de la construcción gramatical es de, a uno le provoca es de morirse. Usar provocar como anticipo de querer, ¿no le provoca otro poquito
, es circunstancial, lo usan mucho las madres como el diminutivo que muestra nuestra poca voluntad para relacionarnos con el otro: tiene que me regale otra arepita. Y sustitúyanlo por agüita, morita, empanadita, mentica. Todo es en diminutivo cuando no queremos confrontar nuestra comunicación con el otro, somos cobardes y nos ponemos debajo de nuestro derecho a exigir atención.
De ahí viene una resma, una cantidad apreciable de expresiones que simbolizan nuestra cobardía histórica:
- Usted sí es más difícil de encontrar que el Presidente. Esa es mi favorita, producto de la incapacidad de decir de frente: Si no quiere hablar conmigo, ¡dígamelo!
- Ututui. Expresión sonora que resume el desacorde y la envidia de la belleza ajena o la capacidad del otro de sentir amor. Sólo imaginen una pareja besándose y los del contexto diciendo: ¡Ututui! Es idéntico al pito de un taxista cuando ve a una pareja besándose en la calle. ¡Páguele pieza!
- Sírvase pagar con sencillo. Que traduce, soy tan estúpido como para no entender que facilitar el recibir la plata es parte de un negocio próspero.
- ¡Usted sí! ¿no? Este producto de nuestro gozquellano viene de la pura incapacidad de aplicar justicia frente a ese que no cambia su manera de pasarse la raya.
- Solapado, solapada. Refiere a una cuestión étnica que nos inventaron: La malicia indígena. Algo así como "tener la inteligencia y la brillantez para subdesarrollar todo lo que tocamos en aras de un beneficio individual".
- Se lo dije, ¿sí ve? Deje que la gente se dé duro contra el mundo, ellos solitos pueden darse cuenta. Lo que nos hace daño es creer que el otro es bruto o solapado. Nosotros no somos brutos ni solapados, simplemente carecemos de brújula social.
No se afanen, están ahí cosas del estilo de la chimba, bacán, deli, tan divino, tonces, tosqué, mire a ver, deje así, re- re- re-, rebonito, retierno, redivino, redeli, rebacán, rechimba, retrovacano, reguetón. Yo no soy nadie para juzgar si eso está bien o está mal, el latín llegó hasta aquí, se formaron las lenguas romances y ahí fue: tenemos libertad para decir cidi rum cuando está escrito CD-ROM.
Vamos atrás. En los 60 los niños bien se llamaban cocacolos, luego se llamaron hijosdepapi; luego, gomelos; luego, plais, pirobos, trataron de volverse yupis. Ahora todos son lo que han sido: arribistas colombianos vistos con la lupa del pueblo, de otro estrato mirando a otro estrato.
Otra peculiaridad. En Colombia pareciera prohibido salir adelante. El que tiene algo es traqueto, y la que quiere verse bonita, como siente que se ve así, puede ser loba. Pero, eso sí, sí sumercé está en este momento en carro alemán negro descapotado con tres niñas con la suficiente silicona y alcohol dispuestas a sexo foráneo pospago, y cada uno tiene un tetrapak con todo el alcohol hecho en laboratorio químico industrial, buscando tierra caliente a las malas, hermano, sea cual fuere el negocio en que estés, págale a la Dian lo que debes porque necesitamos educar a las niñas bonitas del mañana así como a los industriales del futuro.
No entiendo ¿por qué les dicen prepago si uno paga es después?
Vivimos en círculos cerrados y, sea cual fuere el estrato, todo el mundo se siente gente bien, gente decente, divinamente, etc. Comemos heces y eructamos pavo pero, a la larga, el mismo vallenato, la misma música en las mismas casas, en cualquier sector, y cuando alguien se inventa una convención diferenciadora, como usar la palabra distingo para referirse a conocer a alguien, se introduce en la población con fuerza y se queda y, cuando se nota mucho la igualdad, se la desecha, pero no sólo de abajo hacia arriba, sino también viceversa. Pailas.
Fernando Solórzano, un amigo actor, me habló de su experiencia haciendo investigación de un personaje con habitantes de las cárceles. Ese es el microcosmos para averiguar qué pasa en la evolución de los idiomas. En las cárceles quien no nota rápido el cambio de uso de una palabra o la innovación de una expresión, sencillamente No está en la juega. Así es para todos nosotros. Desde el tintico, hasta el Diosmediante, desde dar brega, hasta me cogió el tarde, toca que irse ya.
El manejo del dequeísmo, yo pienso de que eso está mal, y pienso de que yo te amenazo porque eres mal amigo, y esto es un juego y de que, y deque? ¿De qué están hablando?
Qué es un pronombre relativo, y de es una preposición. Se unen con una lógica magistral: si usted piensa de que se oye mal, está mal dicho, así de simple. Si nos vamos a tirar el idioma, que el que nazca nos ayude a todos y nos una, si no, pues de malas.
¿Qué se debe
, completar cada pregunta respondiéndola ahí mismo, ¿entonces esa tela es más carita que la otra
, ¿no
, claro, sí. ¿Ya salió de la oficina
, ¿no
, claro, sí. ¿Ya se acabó el tintico
, ¿no
, claro, sí.
Frases que aparecen por ahí: está más perdido que el hijo de Limberg. Amanecerá y veremos. Culantro es bueno pero no tanto. De una. Quiubo a ver. El Quiubo me encanta, así como saludar diciendo: ¿Y qué más? Usar enfermedades venéreas como insulto. Y mi favorita: pichurria. Hermosa palabreja producto de la más fina búsqueda por salir de nuestros insultos convencionales. ¿Qué se dice
, ¿quién pidió pollo
, ¡el último paga!, destacan un acto común hace años: mientras una persona se sienta superior dentro de un grupo al cual se dirige de manera amigable, y considera que ese grupo pueda estar un toque más arriba que ella misma, más imita un acento que considera ñero. Es mágico, todos tenemos un amigo que llega hablando como un gamín para excusarse del hecho de que él mismo es un gamín, y que, a la larga, así se parta un rayo, en Colombia no hay clase alta, todos, todos, todos, somos estrato 3 a mucho orgullo. Somos el mismo pueblo, el mismo estrato, y si usted no quiere participar de ese encuentro, le recomiendo: pele el cobre, y bájese de la nube. ¿Sí o no? O ¿qué va a hacer
, ¡véngase!, de a uno, palas que sea... ¡Aaaaaah! ¡Le hicho achí!.