Alejandro Gaviria y Gustavo Petro.
Alejandro Gaviria y Gustavo Petro. | Foto: SEMANA

Nación

Alejandro Gaviria lanza dura advertencia sobre el presupuesto de 2024: “La intención de aumentar a la fuerza el gasto discrecional es evidente”

El exministro de Salud no descartó que esta intención tenga implicaciones políticas.

Redacción Nación
11 de febrero de 2024

Un fuerte llamado de atención lanzó este sábado, 10 de febrero, el exministro de Salud Alejandro Gaviria, quien se refirió a los problemas que han venido develando en la última semana varios economistas y exministros frente a la ejecución del Presupuesto General para 2024.

Aunque el exfuncionario del Gobierno del presidente Gustavo Petro señaló que a simple vista parece ser “un problema técnico”, el lío esconde un problema más de fondo: “la intención de usar los recursos del Estado de manera discrecional y caprichosa”.

A través de un hilo de 10 mensajes en la red social X, antes Twitter, Gaviria desglosó lo que podría estar ocurriendo de fondo con los dineros de la nación, que fueron presupuestados para la vigencia 2024 y que hoy están en la picota pública.

Hay dos normas que regulan la ejecución del presupuesto: el Estatuto Orgánico de Presupuesto (Decreto 111 de 1996) y el DURS de Hacienda y Crédito Público (Decreto 1068 de 2015). La liquidación del presupuesto no es discrecional. Tiene reglas claras y precisas”, señaló Gaviria.

Así mismo, manifestó que los problemas empiezan en las normas que obligan al Ministerio de Hacienda a expedir un decreto de liquidación, donde se detalle la inversión a nivel de programas y subprogramas y el anexo del decreto que debe hacerlo por proyectos.

Según Alejandro Gaviria, “el decreto que liquidó el presupuesto de 2024 (i) no contiene un anexo con los detalles del gasto, (ii) no desagregó el gasto de inversión a nivel de proyecto y (iii) creó unos niveles de agregación que no constituyen proyectos de inversión”.

En palabras del exministro, “una primera interpretación es benigna”, ya que postula que se trató de “un error técnico que pone en riesgo la ejecución de proyectos de inversión por 13 billones de pesos: 7 billones de recursos para concesiones, 3 billones para vías y medio billón para educación”.

Pero el asunto no es tan inocente. Parece haber un intento de priorización problemático que llevaría al incumplimiento de algunos compromisos del Estado colombiano, esto es, un intento de darle mayor poder discrecional al presidente de manera arbitraria, contra las normas”, explicó el exfuncionario.

Alejandro Gaviria, ex ministro
Alejandro Gaviria. Foto: Juan Carlos Sierra-Revista SEMANA. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA PARDO

Según explicó Gaviria, de esta forma lo afirmó el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien dijo esta semana que el presidente les pidió priorizar. “Como bien lo dijo el exministro Juan Camilo Restrepo, parece existir la pretensión de manejar el presupuesto como una tienda o una caja menor”.

“Es un ejercicio de priorización, nos pidió el presidente hacerlo”, señaló el ministro en un video que acompañó el mensaje de Gaviria. Cabe recordar que Jaramillo también lanzó una dura crítica al exministro de Hacienda José Antonio Ocampo.

“Es muy cierto, se presupuestaron unas finanzas que no llegaron. Pero más grave todavía, que el ministro Ocampo pagó 18 billones de pesos para pagar la gasolina, hueco que dejó el anterior Gobierno de 36 billones de pesos y se gastaron 18 billones de pesos sin que el presidente supiera. Y se pagó en el Fomag cerca de 3 billones y se desfinanció la posibilidad de construir universidades que el presidente ha planteado”, dijo.

Paradójicamente, quien explicó mejor la intención del gobierno fue el ministro de Salud. El ministro “denunció” esta semana que se habían pagado tres billones de pesos al Fondo de Prestaciones del Magisterio (Fomag) contraviniendo las órdenes del presidente”, señaló Gaviria.

Según las afirmaciones de Alejandro Gaviria, “el ministro insinuó que el Estado colombiano debió haber incumplido con los pagos de la seguridad social de los maestros para gastarlos en infraestructura; esto es, que el Estado debió incumplir sus obligaciones, pues primero están las órdenes o deseos del presidente”.

“Estamos ante una situación problemática. La intención de aumentar a la fuerza (contra las normas) el gasto discrecional es evidente. No sobra decir que esta intención tiene implicaciones políticas (precisamente ahora que el Gobierno está pensando en elecciones)”, sentenció Gaviria.