DOLAR
La subida del precio del dólar también afecta la investigación en Colombia
El comportamiento de la divisa ha reducido en más de un 30 % el presupuesto de investigación en el país.
La volatilidad en el precio del dólar, no sólo le está pasando factura al costo de vida en el país, debido a los incrementos en el precio de los alimentos y demás insumos; sino que también está golpeando a la ciencia, que ha visto disminuir de manera significativa sus recursos por la disparada en la divisa frente a la pronunciada devaluación del peso colombiano.
Este fenómeno fue analizado por la Pontificia Universidad Javeriana, quienes concluyeron cómo la subida de la moneda norteamericana ha impactado negativamente a la investigación en el país, donde el hecho pone la necesidad de repensar los modelos de financiación para el sector, con el objetivo de no comprometer los esfuerzos que se vienen realizando en este frente, que requiere mayor inversión, debido a que sólo se dirige menos del 1 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Y no es para menos, hace diez años se registró el dólar más barato desde que inició este siglo en Colombia: $1899 en el promedio anual, según el Fondo Monetario Internacional. Pero desde ese momento, el peso se ha venido devaluando; donde la prueba más fehaciente ha sido lo que se ha presentado desde abril del presente año, donde la divisa pasó de una escalada abrupta, hasta llegar a su máximo histórico, nunca antes visto, de más de $5.000.
La Universidad consultó a María del Pilar Márquez, profesora del Departamento de Biología, quien no dudó en señalar que la coyuntura del dólar está incidiendo en la calidad de la investigación que se desarrolla en el país. “Todos los insumos para biología molecular y para cultivo de tejidos son importados. En Colombia no se produce nada de estos reactivos. Al hacer la conversión de pesos a dólares, cada vez alcanza para menos cantidades”, afirmó.
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En esa misma línea, Manuel Góngora dirige la Unidad de Biología Comparada, que en el área de trabajo -donde se alojan y cuidan especies animales que son sometidas a pruebas de laboratorio- se han incrementado los costos en un 30 % debido a los insumos que se deben importar para llevar a cabo las investigaciones. Aclarando que ninguno de estos elementos se produce en Colombia, ni en Latinoamérica.
“Lo ideal es que factores como el presupuesto no afecten la calidad de las investigaciones. Trabajar con animales tiene unas implicaciones éticas importantes y si los resultados se llegan a ver en riesgo, es mejor no hacerlas porque estaríamos usando un animal innecesariamente”, sostuvo.
Sumado a lo anterior, la infraestructura y equipamientos necesarios para la investigación y el aprendizaje también han subido de precio. Javier Forero, director de recursos físicos de la Universidad Javeriana calcula que el incremento ha sido de 35 %. “Todo lo que implique tecnología, inmobiliario técnico, plantas eléctricas, ascensores o equipos de bombeo debemos importarlos de Estados Unidos y Europa”, afirma.
A esto, se le debe añadir los costos por la información, donde la Universidad Javeriana invirtió este año dos 2.000 millones de pesos para que profesores y estudiantes accedan a las bases de datos de publicaciones científicas, que también se pagan en dólares. “Esto representó un aumento del 25 % del precio en pesos colombianos. Según el Consorcio Colombia, (una asociación de 52 instituciones de educación superior colombianas) las bibliotecas y centros de investigación del país pagan anualmente doce millones de dólares para acceder a este tipo de publicaciones”, puntualizó.
Los tres expertos consultados consideran que esta situación pone al descubierto lo vulnerables que pueden quedar ciertos eslabones de la investigación; por lo que sostienen que es necesario que desde le Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación, replantee la forma como se financia la investigación, y buscar a la vez, alivios que hagan frente a estos impactos.
“En este momento no tengo proyectos de regalías, pero algunos de mis compañeros tienen dificultades para negociar los productos, los entregables. Esto debería reevaluarse porque esas reducciones en el presupuesto, que son ajenas a nuestra labor, limitan lo que podemos hacer y entregar como resultado”, puntualizó Márquez.