EMPRENDIMIENTO

Aprueban ley para impulsar el emprendimiento en Colombia: ¿qué puntos incluye?

Los promotores de la ley afirman que la nueva normativa cumplirá un papel crucial en la reactivación económica y en la consolidación del ecosistema emprendedor colombiano.

11 de diciembre de 2020

Luego de que el presidente Iván Duque aprobara el Conpes que promueve la política pública para fomentar y consolidar este sector empresarial, el Congreso de la República aprobó la conciliación de la Ley de Emprendimiento.

Con 82 votos por el ‘sí' y 2 por el ‘no’, el Legislativo le dio su visto bueno a la conciliación de esta iniciativa. Con esto, pasará al despacho del presidente Duque en Palacio para su sanción y promulgación.

El articulado, que fue liderado por el Ministerio de Comercio e iNNpulsa Colombia, tenía llamado de urgencia. Con este rótulo logró salir adelante en el Legislativo y así se impulsará el ecosistema y facilitará la formalización y creación de empresas en el país.

La ley recoge en gran medida los planteamientos del Conpes de Emprendimiento, actualizando la normativa existente en torno a la actividad emprendedora y mejorando algunos de los dolores de cabeza más comunes para los nuevos empresarios, como los trámites, la formación y el acceso a financiación.

Contiene cinco ejes principales: medidas de apoyo para emprendedores, acceso al mercado de compras públicas, medidas para el financiamiento, reforma al marco normativo y educación y desarrollo de habilidades para emprendedores.

Ignacio Gaitán, gerente de iNNpulsa

Apoyo a emprendedores

En el primer eje, la ley establece medidas que garantizan una reducción de tarifas, incentivos para la formalización y medidas que faciliten la constitución y funcionamiento de empresas.

Incluye acciones como la modificación de tarifas del Invima, con diferenciación para pymes y excepción de pago para microempresas; ajustes en los rangos de tarifas del Impuesto Departamental de Registro, y la devolución bimestral de saldos a favor del IVA, con el objetivo de aumentar el flujo de caja de las empresas.

Junto con esto, abre campo a la creación y conformación de un ‘sandbox’ regulatorio, con el que se busca experimentar con modelos de negocio de base tecnológica e innovadores. Aunque no hay claridad de cómo funcionará este mecanismo, se espera que lo haga de la misma manera que la actual arenera de la Superintendencia Financiera.

También plantea la creación de un sistema de contabilidad simplificada para microempresas.

Incluye, además, una serie de articulados que buscan dar un impulso a los emprendimientos sociales, verdes y de alto impacto.

Por ejemplo, la ley establece mecanismos como la promoción y el apoyo de los emprendimientos sociales en el país, y la reducción de barreras legales para emprendimientos de energías renovables.

Frente a los emprendimientos de alto impacto se plantea un mayor acercamiento entre las entidades estatales y los emprendedores digitales e innovadores para modernizar al Estado, la creación de visas nómadas para promover la atracción de talento para el emprendimiento y la innovación en el país.

Compras públicas

El segundo eje tiene como objetivo ampliar los mercados de los emprendimientos. Para ello, la ley busca facilitar la participación de estos en el mercado de compras públicas.

La ley busca facilitar la participación de start-ups y emprendimientos en el mercado de compras públicas.

Se plantea priorizar la participación de este tipo de empresas a través de la inclusión de las mipymes en los procesos de Mínima Cuantía y tienda virtual del Estado; ajustar e incluir nuevos criterios de desempate a favor de estos negocios así como aquellos liderados por mujeres y sociedades BIC.

De igual manera, crea mecanismos de sistemas de información de compras públicas para emprendedores.

Financiamiento

Este es probablemente uno de los puntos más importantes de la ley. Entre las medidas más destacadas están la modificación del Objetivo Social del Fondo Nacional de Garantías, con el objetivo de ampliar su portafolio de productos y ofrecer garantías a otras fuentes de financiación.

Además, propone fomentar la inclusión financiera de los micronegocios a través de microcréditos y generar incentivos tributarios para promover donaciones al ecosistema.

Junto con esto, la ley abre campo a nuevas fuentes de financiamiento como el crowdfunding y la conformación de una red de ángeles inversionistas en el país y a nivel regional.

También promueve a las fintech como un actor importante para ofrecer productos financieros a los emprendedores y plantea la creación de un seguro para las mipymes y emprendedores con el objetivo de proteger su negocio.

Institucionalidad

Por otro lado, el nuevo marco normativo busca dar un “orden a la casa”, por lo que iNNpulsa será la entidad encargada de identificar, acompañar y promover el ecosistema emprendedor y se propone una articulación de todas las instancias de discusión y apoyo a las mipymes al Sistema Nacional de Competitividad e Innovación (SNCI).

Formación

Finalmente, la ley de emprendimiento contiene un factor que es fundamental para la consolidación del ecosistema en Colombia. Se trata de la formación para crear empresa.

Así las cosas, en este eje se implementan medidas como la enseñanza sobre emprendimiento en el colegio, en niveles de educación básica, secundaria y media; programas de formación para docentes en emprendimiento y desarrollo empresarial, y programas del SENA en temas financieros, jurídicos y de acceso a mercados.

También se trabajarán en incentivos para que los jóvenes se lancen a crear empresas. Por ejemplo, la inclusión de proyectos de emprendimiento e innovación como opción de grado en educación superior.

Junto con esto se crean mecanismos como los consultorios empresariales, donde se hará un acompañamiento a los emprendedores durante el proceso de constitución y consolidación de la idea de negocio.