TRANSPORTE

Colombia al vuelo, las aerolíneas se expanden

La nueva estrategia de las aerolíneas es expandirse en las regiones del país. Avianca, Latam y VivaAir amplían sus rutas, que en algunos trayectos suman más frecuencias que el transporte terrestre.

15 de junio de 2019
El tráfico local crece tan rápido que las aerolíneas se ven obligadas a traer más aviones o cambiarlos por unos con más capacidad. | Foto: foto: guillermo torres - semana

Más allá de Los derrumbes en la vía Bogotá - Villavicencio y de la minga indígena de comienzos de año, que afectó el tránsito hacia Pasto y Popayán, la industria aérea local tiene razones para hacer cuentas alegres. Colombia vive un nuevo boom en el mercado aéreo nacional por cuenta de la feroz batalla de tarifas entre aerolíneas y una expansión del turismo y los vuelos de negocios.

El mercado aéreo nacional crece tanto que en algunos trayectos ya supera en pasajeros al transporte terrestre intermunicipal. Es el caso del trayecto Bogotá-Medellín, considerado por la industria aérea la ruta ‘dorada’ debido al creciente flujo de viajeros. Cada día salen del aeropuerto El Dorado de Bogotá unos 55 vuelos de varias aerolíneas con entre 15.000 y 20.000 pasajeros. Por carretera, de 40 a 45 buses intermunicipales cubren esta ruta desde la Terminal de Transporte.

Esta tendencia apareció en los últimos años, alimentada por los viajes corporativos y turísticos. Según el portal especializado OAG, la ruta entre Bogotá y Medellín es la número 37 en el mundo en movilización de pasajeros por vía aérea. “Superó hace poco a Lima-Cusco (47) y se acerca al trayecto São Paulo-Río de Janeiro (27)”, le dijo a SEMANA el CEO de Viva Air Colombia, Félix Antelo.

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Según ese ranking, se mueven más pasajeros al día en esa ruta que entre Ciudad de México y Monterrey, que ocupa el puesto 41. Eso sí, hay que aclarar que la autopista entre el Distrito Federal y la ciudad más industrial de ese país no se puede comparar en calidad y número de carriles frente a la vía Bogotá-Medellín. También tienen movimientos interesantes en el mercado aéreo local las rutas Bogotá-Cali, ubicada en el puesto 64 de la clasificación mundial, y la de Bogotá-Cartagena, en el 76.

En otras palabras, en las regiones los colombianos se bajan del bus para subir al avión. Pero ese cambio cultural y de tendencia solo despega cuando se reduce drásticamente la diferencia de precio entre un tiquete de bus y un pasaje de avión. “Si usted compra con tiempo un pasaje aéreo entre estas dos capitales le puede salir a 50.000 o 60.000 pesos”, dijo Antelo.

Eso significa que la competencia entre aerolíneas y las mayores eficiencias empresariales en el sector aéreo acabaron con esa diferencia. En este sentido, los nuevos aviones que libran esta guerra por el pasajero son más modernos, lo que se traduce en una reducción en el consumo de combustible de un 12 por ciento, menor costo por mantenimiento (10 por ciento) sin contar que las tripulaciones contratadas para estos vuelos no reciben todos los beneficios de sus compañeros de rutas internacionales o con más años en las aerolíneas.

Así mismo, los aviones nuevos permiten volar más tiempo al día. Hasta hace un par de años se mantenían en los cielos de Colombia unas 10 horas, ahora lo hacen por 12 horas.

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Los operadores

Con un mercado local con tanto movimiento y actividad, varias aerolíneas diseñan planes ambiciosos para apoderarse de parte del lucrativo pastel. Entre enero y mayo de este año el negocio aéreo local creció un 10 por ciento en movimiento de pasajeros, mientras que rutas como Bogotá-Medellín y Bogotá -Cali lo hicieron cerca de un 14 por ciento. “Esto se explica por una combinación de factores como los cierres viales o las protestas. Pero también porque las ciudades diversifican sus economías y el turismo aumenta”, cuenta el presidente de Latam, Santiago Álvarez.

Las aerolíneas explican que atractivos turísticos como Guatapé en Antioquia, y Calima en el Valle del Cauca, generan nuevas oportunidades que se materializan en sillas de avión ocupadas. Álvarez reconoce que hay mucha competencia en esas rutas, lo que hace que los precios tiendan a bajar.

Las aerolíneas consideran que el mercado regional seguirá creciendo. Santiago Álvarez, presidente de Latam; Julián Laverde, presidente de Regional Express, y Juan Carlos Salazar, director de la Aerocivil.

Además hay mucho espacio para seguir creciendo. Según estadísticas de Viva Air, a pesar de los buenos vientos de los últimos años, el país está lejos de Estados Unidos y Europa, en donde cada ciudadano viaja en promedio 2 o 3 veces al año. En Colombia, Perú o Brasil este indicador está en 0,5 viajes por persona.

Hay tanto potencial que algunas aerolíneas están entrando con nuevas marcas y propuestas para no quedarse fuera de la fiesta. Es el caso de Regional Express de Avianca, que busca capturar buena parte de esos vuelos entre ciudades. Hasta hace unos años los vuelos regionales fungían como alimentadores de las rutas internacionales, que en teoría eran más rentables. Ahora, el negocio cambió y por eso las apuestas tipo Regional Express.

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“Esta aerolínea nació para satisfacer una demanda creciente de conectar las regiones y complementar un servicio existente, como el de Avianca”, dijo Julián Laverde, CEO de Regional Express. No se trata de canibalizar el mercado local al operar las mismas rutas de Avianca, sino de cubrir rutas como Cali-Tumaco; Cali-Pasto o Bogotá-Tumaco o Bogotá-Quibdó, por citar solo un par de ejemplos.

La compañía en el corto plazo aspira a capitalizar la ubicación del aeropuerto Enrique Olaya Herrera de Medellín, explica Laverde. Por eso ya solicitaron 8 rutas desde este aeropuerto hacia ciudades como Bucaramanga, Corozal, Manizales, Apartadó, Quibdó, Armenia, Pereira y Montería, y esperan la aprobación de la Aerocivil en septiembre. Pero no tienen previsto un servicio Bogotá-Olaya Herrera en Regional Express para no afectar las frecuencias de Avianca entre estas ciudades.

Esta empresa tiene metas ambiciosas a corto plazo, pues planea operar al menos 25 rutas regionales el año entrante, traer 15 aviones en los próximos 3 años y movilizar 2,5 a 3 millones de pasajeros por año. La compañía también se dedicará a capturar mercado en rutas que comuniquen los Santanderes con Cali o con la región Caribe. Buscan que la mayoría de vuelos de este próspero y creciente negocio local no pase por El Dorado de Bogotá, terminal que en horas pico ya tiene serios problemas de capacidad.

Y ese es precisamente uno de los inconvenientes que podrían afectar el negocio en el mediano plazo. Las millonarias inversiones hechas en terminales regionales como Santa Marta, Montería, Ibagué, Cúcuta, entre otras, han contribuido a dinamizar la actividad. Sin embargo, es necesario planear nuevas expansiones e inversiones, para evitar que se vuelvan insuficientes. En ese sentido, el director de la Aeronáutica Civil, Juan Carlos Salazar, anunció que en los próximos 4 años el Estado invertirá cerca de 3,8 billones de pesos en nuevos aeropuertos, sistemas de comunicaciones y seguridad operacional.

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Salazar dijo que durante 2019 y 2020 la Aerocivil entregará la terminal aérea de Leticia y Pasto, con sus respectivas torres de control, así como la terminal internacional de Armenia, y la torre de control de Popayán. Para 2021 espera entregar las terminales de Popayán en Cauca y Puerto Carreño en Vichada, así como la ampliación de la plataforma de Yopal, Casanare. En 2022 los nariñenses contarán una terminal y torre de control renovada y Aerocivil entregará la prolongación de la pista de Rionegro, Antioquia y la pista de Nuquí, Chocó.

Estas inversiones contribuirán a alimentar aún más la actividad. Sin embargo, los efectos económicos que se empiezan a ver en estas regiones trascienden el negocio aeronáutico. Para Antelo, de Viva Air, el efecto dinamizador en las regiones es muy importante porque una nueva ruta aérea mueve la economía de taxistas, hoteleros, restaurantes, guías turísticos. Y hasta los precios de las propiedades tienden a subir cuando hay ruta aérea.

El transporte aéreo de las regiones de Colombia se convierte así en un buen termómetro del estado de la economía local. Sin embargo, hay que seguir invirtiendo en infraestructura y talento humano. Algunas aerolíneas se quejan porque en casos como Villavicencio y Popayán, no hay bomberos o controladores en horario nocturno.

Colombia siempre ha requerido del transporte aéreo debido a su agreste geografía. No por nada aquí surgió la aviación comercial en el continente americano. Y ahora, cien años después, las aerolíneas siguen supliendo, con creces, las dificultades y el retraso de la infraestructura terrestre. Todos a bordo.