INVESTIGACIÓN

Los indignantes correos del ‘cartel’ del papel higiénico

En un voluminoso expediente aparecen cientos de correos electrónicos que confirman la trama de cuatro compañías para acordar los precios de varios productos, en detrimento del consumidor.

7 de abril de 2016
En un extenso informe de cerca de 300 páginas, el superintendente Delegado para la Protección de la Competencia recaudó cientos de pruebas. | Foto: Archivo particular

El hallazgo indignó a muchos porque quedó en evidencia que algunas empresas relacionadas con la industria del papel higiénico se lucraron a costa de meter la mano a los bolsillos de los hogares colombianos. Ocurrió con Familia, Kimberly, Papeles Nacionales y Cartones y Papeles de Risaralda.

En un extenso informe de cerca de 300 páginas, el superintendente Delegado para la Protección de la Competencia, Jorge Enrique Sánchez, recaudó cientos de pruebas de directivos de estas compañías en las que se pone en evidencia la manera como operaba este cartel, que comenzó con la participación inicial de Familia y Kimberly, los dos grandes del sector en ese momento.

La entidad recolectó decenas de mensajes y correos electrónicos porque los mismos directivos que participaron en estas actuaciones irregulares delataron a otros con los que se aliaron con el único fin de obtener beneficios y recibir una deducción en las millonarias multas que seguramente les impondrá la Superintendencia de Industria y Comercio.

Semana.com reproduce algunos de los correos recolectados durante cerca de 14 años a empleados y altos directivos de estas compañías, donde queda en evidencia la trama. Estas pruebas se encuentran en el voluminoso expediente.

- En un correo con el asunto ‘Tareas a realizar’, del 31 de agosto del 2001, enviado por María Carolina Arenas, de Familia, a Jaime Ignacio López, gerente nacional de ventas de Kimberly, se dice lo siguiente: “Los compromisos a seguir son: precio al público del papel higiénico blanco $26.500, incluido IVA; higiénico natural, $14.500, incluido IVA; servilleta cuadrada, $24.000, incluido IVA…”

- En otro correo enviado por María Carolina Arenas a directivos de Kimberly y de Papeles Nacionales se explica cuáles deben ser las alzas en los productos y se pide borrar el correo una vez se termine el trabajo, así: “El alza para noviembre será entonces de los siguientes productos: blanco hoja sencilla 200 mts., 8,4 %; blanco hoja sencilla 400 mts., 6,3 %; natural hoja doble, 10,4 %, toallas de mano y limpión doblada blanca, 15 %…”

- En una de las actas de las reuniones se acordó entre Familia y Kimberly afrontar la entrada de un nuevo competidor y “como estrategia de la compañía no entregarle ningún cliente y si es del caso, bajarnos en el precio”.

- En un correo enviado por Carlina de la Rosa (Kimberly), a funcionarios de la compañía, afirma: “Necesitamos tomar una decisión rápida porque de lo contrario todos los esfuerzos que estamos haciendo no se van a ver reflejados en nuestros volúmenes de ventas. De todas formas, creo que sería bueno llamar a Papeles Nacionales para que sepan que estamos pendientes de los precios y dejar por escrito nuestra inconformidad con el incumplimiento del acuerdo”.

- En un correo de Jaime Ignacio López (Kimberly) enviado a directivos de Familia y Papeles Nacionales en octubre del 2003 señala lo siguiente: “En la próxima reunión, que me imagino podría ser en la semana del 20 de octubre, podremos intercambiar la lista de precios. Cabe anotar de todas formas que el alza se determinó en 10 % para toda la lista en la reunión pasada”.

- A partir del 2003 las empresas involucradas decidieron utilizar apodos o nombres ficticios para encubrir sus actuaciones. Kimberly se identificaría como Kiosko, Familia como Feos, Papeles Nacionales como Pitufos y Cartones y Papeles del Risaralda como Rosas. Además, María Carolina Arenas sugirió emplear nombres alusivos al fútbol y emplear palabras como ‘balones’ para referirse a las cajas vendidas.

- Los acuerdos de precios no sólo operaban para las ventas al público, sino para el canal institucional, es decir, empresas y entidades públicas. En un correo con el asunto ‘Hospital San Vicente de Paúl’ enviado por Silvio Castro (Kimberly) a Gabriel Hoyos (Familia), le reclama por la pérdida de un cliente. “Llevaba un mes persiguiendo a Carrefour para que nos explique por qué (sic) perdimos el negocio, por fin nos explican que perdimos el negocio por precio, si esto es cierto, es gravísimo y significaría romper completamente nuestro diálogo el cual ya no valdría la pena mantener”.

- En otro correo enviado en el 2010 por Andrés Fernando Álvarez (Familia) a directivos de Kimberly les hace un reclamo por el incumplimiento en los precios. “Silvio, te envío los casos en los que nos hemos dado cuenta del descontrol de precios que tu gente está permitiendo en el mercado. Por favor, contanos (sic) qué vas a hacer con esos casos, pues no podemos permitir que se nos salga de las manos”.

En el informe hay cientos de correos y mensajes sobre los mismos temas a lo largo de los 14 años que duró el acuerdo de precios entre las compañías. Hasta el momento la única que se ha pronunciado es Kimberly, que fue una de las primeras en hacer parte del cartel y la primera en delatar a sus competidores. Por esta actuación se podría ver favorecida con el 100 % de la rebaja en la multa.

Kimberly ha señalado que está dispuesta a seguir colaborando con las autoridades competentes en lo que requieran. ¿Qué pensarán sus competidores? Hasta el momento las demás empresas involucradas han guardado total silencio sobre un tema que las ha dejado en la picota. Por ahora se espera la decisión final del superintendente Pablo Felipe Robledo.