Las dramáticas cifras del cierre de locales por la crisis del Covid

Muchos colombianos al recorrer las calles de sus ciudades se han encontrado con una imagen recurrente: cientos de establecimientos vacíos y grandes avisos rojos de ‘se arrienda local’.

Esta situación refleja el difícil momento que han venido pasando las empresas en el país.

Si bien varias organizaciones han logrado mantenerse en pie y durante los meses más duros de la pandemia se adaptaron a la situación, lo cierto es que muchas otras no pudieron hacerlo y tuvieron que cerrar definitivamente.

De hecho, se estima que unos 80.000 establecimientos de comercios formales cerraron sus puertas definitivamente debido a las dificultades en ventas, falta de liquidez y poco acceso a crédito.

Pero los locales vacíos tienen otro trasfondo. Muchas compañías han tenido que reorganizarse y priorizar sus ubicaciones para sopesar las pérdidas y, claramente, poderse mantener de pie en medio de una reactivación que va a paso de tortuga.

Aunque aún no hay cifras oficiales que detallen este fenómeno, varias empresas y gremios han manifestado que es un hecho que se ha presentado durante la emergencia sanitaria y que sin duda será una tendencia que marcará la reactivación.

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Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, señaló que aquellas empresas que han sobrevivido a la crisis se han tenido que adaptar al volumen de operaciones de una “reapertura supremamente lenta”, lo que ha implicado una reducción sustancial de sus operaciones en términos de personal y de establecimientos.

Según el líder del gremio entre los sectores que más han presentado reducción en sus operaciones están los hoteles, aerolíneas, bares, restaurantes, comercio al detal como moda, calzado y joyerías. Además de establecimientos de belleza y maquillaje.

Los centros comerciales también han visto este fenómeno. Carlos Hernán Betancourt, director ejecutivo de Acecolombia, afirmó que hay un incremento de 10 puntos porcentuales en el índice de locales desocupados a nivel nacional respecto a la cifra del 2019, ubicándose actualmente en el 18 por ciento.

A esto se suma que algunas marcas que habían planeado ingresar a los centros comerciales se han retractado de su intención o han aplazado su llegada al mercado.

En las franquicias el fenómeno se ha dado pero en menor magnitud y con una proyección positiva a la recuperación, pues la gran mayoría de franquiciados espera realizar inversiones y abrir más puntos. Según una encuesta realizada por Colfranquicias solo el 2,14% de las franquicias redujeron su número total de unidades.

Entre las marcas que han manifestado reducir su capacidad está Sándwich Qbano que durante la pandemia tuvo que cerrar 11 puntos de venta de los 211 existentes, esto debido al bajo nivel de ventas.

También están las tiendas de café Oma que cerrarán el 30% de sus 220 tiendas y Presto que siguió la línea con el cierre del 4% de sus locales.

Arcos Dorados, dueños de la cadena de restaurantes McDonalds, afirmó a Semana que actualmente en el país opera con 76 restaurantes en 16 ciudades, y durante la pandemia realizaron unos ajustes mínimos en su operación con el cierre de 3 locales. “Estos responden a la dinámica natural de la industria de restaurantes y a la priorización de las ubicaciones más estratégicas para la marca”, afirmaron.

También respondieron a los rumores sobre el cierre del icónico McDonalds de la Calle 93 en Bogotá, asegurando que está en remodelación y cuando el proceso culmine seguirán operando.

Otros sectores como las peluquerías también han tenido que reducirse no solo por cuenta de los cierres y restricciones sino también por fenómenos como la informalidad. A raíz de la pandemia hubo una explosión en los servicios de domicilios lo que ha ocasionado un desinterés por parte de los trabajadores de volver a los establecimientos físicos.

Tal es el caso de las peluquerías Álvaro Pedraza o El Salón Peluquería en Bogotá, que tenían más de 20 años de trayectoria y que se vieron obligadas a entregar varios de sus locales y a reducir su número de empleados en más de un 60%.

Los gremios consultados por SEMANA señalan cuatro factores que impactaron en la reducción de las empresas: la imposibilidad de renegociar los arriendos, la falta de alivios en los servicios públicos, las restricciones al comercio y la informalidad.

En el caso de los restaurantes también se encontró que el factor psicológico por parte de los empleados tuvo un efecto en la reducción de las compañías. “Tenemos un 5% de casos que, aunque podían sostener la nómina, los empleados no mostraban interés por seguir prestando sus servicios”, resaltó el presidente de Acodres, Herique Gómez