Economía
Colombia, en números rojos: PIB decrece, no hay inversión y hay propuestas de Petro que asustan a varios sectores con la regla fiscal
La construcción (-8 %), la industria manufacturera (- 6,2 %) y el comercio (-3,5 %) fueron los sectores más castigados.
El dato que preocupa, asusta y tiene nerviosos a distintos sectores de la economía nacional se conoció este miércoles, 15 de noviembre, cuando el Dane reveló que el producto interno bruto (PIB) decreció un 0,3 %, sumando ya dos trimestres en rojo. Para que se entienda mejor no hay crecimiento ni inversión, una situación que no se veía desde la pandemia y menos desde hace 24 años, cuando el país vivió una de sus peores crisis económicas.
Una cifra que tomó a varios por sorpresa y a otros no ante las constantes advertencias para reactivar la economía y evitar una debacle. La contracción de la economía en el tercer trimestre tomó por sorpresa al Banco de la República, que había anticipado en octubre un crecimiento leve del 0,4 % para este periodo, en sintonía con los pronósticos de otros bancos y centros de pensamiento, que oscilaban entre el 0,1 y el 0,7 %.
Un panorama que angustia, pues en 2019 el país había registrado, según el mismo Dane, un crecimiento real del 3,4 % anual durante el cuarto trimestre de 2019 y hoy el rumbo de la economía y del PIB tiene a muchos sectores bastante afectados.
Por debajo de las expectativas de los gremios
Solo en el noveno mes del año, según el Índice de Seguimiento a la Economía (ISE), la economía cayó en un 0,1 %. Y los sectores que lo impulsaron: industria, comercio y construcción, que parecen continuar en el letargo. No en vano, la reciente Bitácora Económica de los comerciantes indicó que octubre fue malo para ellos, pues ni siquiera el Halloween ni la semana de receso escolar movieron las registradoras.
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La construcción (-8 %), la industria manufacturera (- 6,2 %) y el comercio (-3,5 %) fueron los sectores más castigados, mientras que la administración pública (5,2 %), las actividades artísticas (4,9 %) y explotación minera (3,5 %) crecieron, según un comunicado del Dane.
Y es que en su momento, el sector de la construcción lo venía advirtiendo al ser uno de los más sensibles con la situación que vive el país. Durante el Congreso Colombiano de la Construcción, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), a través de su sistema de información, Coordenada Urbana, reveló que entre enero y septiembre del presente año se registró una reducción de ventas de 92 mil viviendas, de las cuales 73 mil corresponden a viviendas de interés social (VIS).
Esta situación no solo afecta a las constructoras, sino también a los millones de propietarios que mantienen sus propiedades en venta, generando gastos continuos. En un contexto en el que las ventas de viviendas en Colombia han experimentado una dramática disminución del 48 %, el mercado de alquiler se perfila como una tendencia en crecimiento.
También el comercio entre las grandes y pequeñas superficies, pues los clientes, que mayoritariamente compran a crédito, han preferido abstenerse ante las elevadas tasas de interés que hay ahora en el país. Así lo confirma Betty Franco, gerente de la Asociación de Electrodomésticos de Colombia (Asodelco), gremio que reúne a tiendas especializadas, como las de la carrera 13 en Bogotá, la 11 de Cali, la 36 de Bucaramanga o la 38 en Barranquilla.
Sumado a que el sector está afectado por el impacto de la inflación, pues los consumidores prefieren destinar su dinero a la canasta básica, a pesar del impuesto saludable a alimentos altos en grasas, azúcares y sodio. Además, ha sido una categoría muy perjudicada por el alza del dólar, teniendo en cuenta que la mayoría son productos importados.
El sector manufacturero también ha sido golpeado y está frenado, pese a seguir aumentando el personal ocupado, con la esperanza de una recuperación; la industria se registró una reducción en ese sentido, de 0,9 % en el mes de agosto.
Propuestas que asustan
Tan pronto se conoció el dato de decrecimiento en el PIB, uno de los que reconoció el mal estado de la situación fue el propio ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien ante la estrepitosa caída dijo que el dato “es realmente malo”.
Bonilla era uno de los que ha estado esperando, desde septiembre, que el Banco de la República baje las tasas de interés, para así quitarle el freno que esto pone al gasto y, por esa vía, al ritmo de la economía.
“Desde ese momento esperábamos que se iniciara el ciclo bajista de las tasas de interés y contribuyera a la reactivación económica”, sostuvo.
Pero el panorama generó más tensión y susto ante la propuesta del presidente, Gustavo Petro de insistir en eliminar la regla fiscal, por lo que se debe abrir un debate ante esto: “También el Gobierno nacional tiene una responsabilidad. Cuando baja la inversión privada, debe crecer la inversión pública. En esto choco con la tesis de que hay que reducir ambas”.
“En Colombia debe crecer la inversión pública. Esa es una discusión que tampoco la resuelve el Gobierno, la resuelve el Congreso de la República”, insistió el mandatario colombiano.
Y es que ante lo dicho por el mandatario, esto generó de nuevo una alarma entre exministros, congresistas, economistas, y expertos en finanzas públicas. Uno de los primeros en salir a decir que esto sería tremendamente negativo para el país fue el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
“El anuncio de su modificación es negativo: genera desconfianza en el manejo económico del país. Ha sido desafortunado”, dijo Ocampo, a lo que también se unió el exministro de la cartera durante el periodo presidencial de Iván Duque, Jose Manuel Restrepo, al señalar que es una mala idea.
“Es el momento, más bien, de acelerar la ejecución presupuestal que a nivel de Gobierno central es tan malo como el peor momento de la pandemia”, dijo el exfuncionario, quien agregó que la cifra de -0,3 % en el crecimiento de la economía en el tercer trimestre de este año es más preocupante de lo esperado.