FINANZAS PERSONALES
¿Colombia está lista para digitalizar todos los servicios financieros?
Más allá de la implementación de nuevas tecnologías, la educación e inclusión financiera son dos factores para tener en cuenta en la digitalización del sistema financiero.
Pagar facturas desde el celular, hacer comprar desde la comodidad de la casa, enviar o recibir dinero a través de una aplicación son apenas algunas de las ventajas de la digitalización de los servicios financieros.
Sin embargo, pocos se imaginaron todas las posibilidades que traería la era digital para el mundo financiero y sus productos, sobre todo con las nuevas puertas que abren las empresas fintech, las cuales ponen al usuario como centro de los servicios financieros.
Aunque la pandemia obligó a acelerar el ritmo de la transformación digital de las empresas en el país, de acuerdo con el Estudio tendencias de la banca 2021 en Colombia, realizado por Findasense, Colombia hace una lenta transición en lo que respecta a la banca.
Y esto se debe principalmente a tres factores: 1. Las personas todavía desconfían de las soluciones digitales y las cifras no ayudan, puesto que -indica el estudio- durante las cuarentenas los fraudes digitales aumentaron en un 18 % mientras que en los canales físicos disminuyeron en 40 %; 2. La percepción de que estos servicios son ‘costosos’ los hace menos atractivos pese a que la bancarización y los pagos electrónicos son vistos positivamente; 3. Es necesario contar con incentivos y garantías que promuevan la digitalización de los usuarios, esto incluye respaldos ante fraudes y robos por medios electrónicos.
Tendencias
Lo que no quiere decir que la digitalización no tenga oportunidades valiosas en el horizonte, que pasan por fomentar la inclusión y educación financiera, así como brindar productos y servicios con mejores condiciones de acceso, cobertura, eficiencia y usabilidad.
De hecho, el estudio concluye señalando la importancia de aprovechar el boom de la digitalización y de sus posibilidades para construir una Banca con Propósito: más cercana a sus usuarios, más personalizada y ajustada a las realidades, necesidades y expectativas de estos.
“En Colombia se han dado pasos agigantados en torno a acceso a productos financieros, el año pasado se sobrepasó la meta pronosticada para 2023 del PND. Pero aún falta cubrir un porcentaje de la población que no ha accedido a productos financieros; principalmente, población rural (donde la población rural con productos financieros llega al 67,8 % y rural disperso al 57,2 %)”, resalta Esteban Pineda, CEO de Findasense para la Región Andina.
Inclusión financiera
En este sentido, las fintech han jugado un rol importante como punto de entrada para usuarios ‘no tradicionales’, quienes en otras alternativas del sistema financiero no han encontrado servicios ajustados a sus necesidades o cuyo acceso es limitado.
Para Pineda, “la digitalización ha llegado como una gran oportunidad para el acceso financiero, especialmente en los niveles socioeconómicos base, ¿de qué manera? a través del dispositivo móvil”.
“En Colombia, las conexiones móviles superan los 60,8 millones, es decir 119,1 % Vs. total de la población. Abriendo la posibilidad a que millones de personas accedan desde sus celulares a muchas posibilidades que sin este se les negarían; por ejemplo, la banca. Y esto es una oportunidad que han sabido capitalizar las Fintechs. Que son apetecidas por poblaciones no bancarizadas y que la mayoría funcionan por medio de apps o interfaces digitales sin oficinas”, agrega el experto.
Y es que, según afirmó Andrés Albán, CEO de la fintech colombiana Puntored, en entrevista con SEMANA, en el país hay una base de usuarios que no estaba siendo atendida o bien atendida por la banca tradicional “y eso abre oportunidades para que jugadores como las fintech entren con modelos innovadores de negocio a atender esta base de usuarios de forma más sencilla, más económica y rentable”.
Educación financiera
“La digitalización también puede ser vista como un canal pedagógico y punto de contacto, atención y dudas durante el proceso de inmersión, de ahí que la importancia de lo digital el proceso de inclusión no es solo transaccional, sino también de aprendizaje”, destaca Pineda.
Este proceso no tiene que darse necesariamente desde lo digital, si bien es importante poner en práctica lo aprendido, sino que empieza desde los espacios educativos, explicándoles a los niños y jóvenes la importancia del dinero, del ahorro y del desarrollo digital, así como orientar a los adultos para vencer el miedo y el desconocimiento frente a lo digital.
“El solo hecho de explicar la “destangibilización” o “desmaterialización” del dinero a una persona es un reto complejo. A muchas personas les cuesta comprender que en una tarjeta está alojado lo que usualmente reconoce como papel impreso”, agrega Pineda.
En este camino se ha avanzado: según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, el DANE y cálculos BlackSip, recopilados en el estudio de Findasense, el promedio colombiano gasta $ 577.000 anuales a través de canales digitales, un crecimiento del 125 % frente a la cifra del 2016, y superando el promedio latinoamericano.
Sin embargo, la transición sigue siendo lenta porque todavía existe un porcentaje (entre el 90 % y 100 %, de acuerdo con los datos recogidos en el estudio) de la población que depende del efectivo y realiza sus transacciones con este medio. Un panorama que puede cambiar con las posibilidades que están brindando las soluciones tecnológicas.