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Colombia se prepara para la implementación del 5G en tecnología celular. Estos los desafíos
Inició el proceso de subasta de espectro para el desarrollo de la tecnología de 5G. Llega en un momento retador para el sector por la guerra de precios, los altos costos, la volatilidad del dólar y las tasas en máximos históricos y a la expectativa sobre medidas en torno a la posición de dominio de Claro.
El primero de agosto, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) publicó para comentarios el primer borrador del proyecto de resolución para participar en la subasta que traerá la tecnología 5G al país. Así inició el proceso que terminará finales de este año con la adjudicación de las distintas bandas de espectro a los jugadores del sector que participen en él.
“El espectro disponible y el remanente en otras bandas permitirá que los operadores mejoren la prestación de sus servicios y que, al mismo tiempo, se amplíe la cobertura, las capacidades y las velocidades de la conectividad. La asignación de estos permisos para el uso del espectro fortalecerá la industria de las telecomunicaciones y tendrá un impacto en la economía nacional, ya que mejorará la productividad, gracias a la optimización de procesos al interior de las empresas”, señaló el ministro Mauricio Lizcano.
La 5G es una moderna tecnología, con mayores velocidades y tiempos de respuesta, cada vez más cercanos a cero, es decir, casi que en tiempo real. Además, su capacidad es mucho mayor y permite agrupar más contenidos, para que las personas puedan acceder a videos e información, pero también para que los sectores avancen en mayores eficiencias.
“La 5G no solamente es una evolución tecnológica, realmente lo que vamos a ver en los próximos años, cuando comencemos a desplegarla, va a cambiar completamente la arquitectura de las redes, haciéndolas más eficientes, lo cual esperamos que traiga muchos beneficios para los usuarios en el futuro cercano”, señaló Juan Carlos Archila, presidente de América Móvil Colombia (Claro), aunque considera que el país está llegando dos o tres años tarde a este momento.
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Por su parte, Fabián Hernández, presidente de Telefónica Colombia, explica que los algoritmos y todas las demás tecnologías, junto con la data que se produce, pueden generar un desarrollo para que las compañías crezcan, tengan más ingresos y una visión de eficiencia más amplia. “Es el desarrollo del sector empresarial teniendo como palanca la digitalización”, señala.
Sin embargo, esta noticia se da en un momento de tensión en el sector, por varios factores. Por una parte, la coyuntura económica y competitiva que tiene las cuentas de las empresas apretadas.
Hasta junio, la inflación mostró una situación dispar en las diferentes divisiones de gasto. De las 12 que mide el Dane, ocho experimentaron variaciones de doble dígito anual. Entre las más destacadas se encuentran el transporte, con 18,19 por ciento; restaurantes y hoteles, con 17,43 por ciento; y alimentos y bebidas no alcohólicas, con 14,21 por ciento. Sin embargo, la división de información y comunicación apenas subió 0,60 por ciento, siendo una de las de menor impacto en la inflación.
La llegada de WOM rompió el mercado y generó una guerra de precios que se ha reflejado en el costo de vida nacional, siendo este el único sector cuyas tarifas no crecen e, incluso, en algunos momentos de los últimos años han bajado. A esto hay que sumarle que las empresas del sector han tenido que enfrentar una coyuntura de volatilidad cambiaria, con un dólar que llegó a 5.000 pesos, lo que afecta su estructura de costos, pues la mayoría de sus insumos se transan en esa divisa, además en medio de tasas de interés al alza.
La situación, como explica un experto en el sector, se ha convertido en una tormenta perfecta. “Las empresas dan más por menos. Los servicios y los precios no suben, por el contrario, ofrecen llamadas ilimitadas, más capacidad y todo por menor valor, por la presión competitiva. Mientras eso sucede, los usuarios demandan mayor capacidad de las redes y consumen más datos. Eso implica más inversiones en las redes para que puedan soportar esa creciente demanda de los usuarios”.
Por el lado de los costos, señala que suben “y las tasas de transacción están altísimas, el dólar además ha aumentado si se analiza a lo largo del tiempo”, agrega.
La situación la confirma Archila, de América Móvil. En el programa de Dinero en SEMANA TV, dijo que hoy existen grandes retos frente a las inversiones requeridas para implementar las redes de 5G. “Hay una variable específica del sector, que es la guerra de precios que se ha dado en el mercado. En la medida en que hay competencia, la única alternativa que queda es competir, seguir los precios. Básicamente, vivimos una reducción de los ingresos, combinada con una altísima inflación, que sube nuestros costos e incrementa el valor de las inversiones, a lo que se suman las tasas de interés. Sin duda, todo esto afecta y a eso hay que agregarle la caída del consumo interno. Esa combinación es una bomba atómica frente a la necesidad de desatrasarnos como país”, señaló.
Esta situación se ha reflejado en las cifras financieras. Según las 100 empresas de SEMANA con datos de 2022, el sector de Telecomunicaciones y Tecnología fue el que tuvo el crecimiento más bajo en un año histórico de actividad económica. Mientras, en promedio, los sectores crecieron 37 por ciento en sus ingresos el año pasado frente a 2021, este sector solo lo hizo en 12 por ciento y la variación en sus utilidades netas fue de -3 por ciento. De hecho, entre las 25 empresas que más perdieron en 2022 hay seis de este sector.
Bajo ese panorama deben acometer nuevas inversiones, incluyendo precisamente 5G, que supone una nueva ola de recursos para el despliegue de esta tecnología, pero también, como explica Archila, invertir en la red que ya está desplegada porque, por ejemplo, en 2022 el incremento en el consumo de datos fue del 120 por ciento.
“Esto implica para el Gobierno nacional ser consciente sobre la valoración de este espectro y que la monetización o la forma de recobro de esas inversiones va a ser mucho más compleja. Eso obviamente debería reflejarse en el valor del costo del espectro”, dice Hernández, de Telefónica.
Aunque aún no se conoce el valor del espectro para la subasta, para algunos jugadores del sector, los costos que se han pagado por el mismo, entre obligaciones de hacer y recursos, pueden ser dos o tres veces más altos que el benchmark (promedio de referencia) de la región.
Precisamente, en la búsqueda de eficiencias apareció otro factor de tensión: dos jugadores, Telefónica y Tigo, anunciaron en junio que entrarían a compartir sus redes para participar en la subasta de 5G, proceso que está en curso en la Superintendencia de Industria y Comercio.
Según Hernández, se trata de un acuerdo para desarrollar una red compartida en la parte de acceso móvil en Colombia, mediante una nueva compañía en la que pondrán sus activos de infraestructura para hacer mucho más eficiente su uso. De acuerdo con sus cálculos, impactará aproximadamente a 35 millones de colombianos, 700 municipios donde tienen cobertura de las redes entre ambas empresas. “Cada uno de los dos operadores, de manera independiente, seguirá cumpliendo con sus obligaciones legales y regulatorias. Esto implica también que se mantenga una independencia comercial, jurídica y estratégica”, agrega.
Hace unos días, en un evento con medios, Archila habló de esta operación y la calificó de fusión, reviviendo tensiones entre estos dos tradicionales operadores. Hernández defendió la movida y dijo que no se trata de una fusión, sino de un modelo que se ha dado en otros mercados. De hecho, le envió una carta al ministro Mauricio Lizcano, sobre lo que calificó como declaraciones “imprecisas y sesgadas” de Claro Colombia, “el operador dominante”, al divulgar información “imprecisa, falsa y errónea” del proyecto de acuerdo de colaboración entre Telefónica Movistar y Tigo “con el fin de procurar un ambiente negativo en la opinión pública y calificando el proyecto como ‘fusión de dos importantes operadores’ o la supuesta ‘unión entre Tigo y Movistar’, así como exigiendo del MinTic que no se cambien las reglas de juego sobre aspectos como los topes de espectro y las reglas de la subasta”.
Según el presidente de Telefónica, estas afirmaciones buscan dilatar, desinformar y entorpecer, “para seguir afianzando su posición dominante y privilegiada de mercado, frente a la cual, a la fecha, no se han adoptado las medidas que tanto hemos solicitado los demás competidores en esta industria”. Por ahora, el sector está a la expectativa del avance del proceso y de los comentarios de los jugadores para que Colombia se monte en esta ola tecnológica que busca mejorar su competitividad, pero sin convertirse en un nuevo escenario de diferencias.