ECONOMÍA
Colombia sigue, por ahora, con grado de inversión: S&P mantuvo la nota del país
En medio de la crisis económica más dura del último siglo, la calificadora dejó inalterada la puntuación del país.
Colombia recibió este miércoles un respiro por parte de las calificadoras de riesgo, incluso cuando espera cerrar el año con la economía cayendo en su peor cifra histórica.
Standard & Poor’s dejó inalterada la nota en BBB- con perspectiva negativa, lo cual quiere decir que la nación mantiene su grado de inversión. Este es un sello que tiene el país desde hace varios años y que lo hace más atractivo ante el mundo. Si se perdiera, se podría generar un mayor costo del financiamiento del Gobierno (deuda) y, en ese orden de ideas, de la economía.
A pesar de lo anterior, S&P señala que el panorama colombiano sigue siendo desalentador. Contrario a lo que piensa el Gobierno de que el PIB se contraería 5,5 por ciento, la firma prevé que el desplome sea del 8 por ciento.
“En el contexto de la pandemia, Colombia atraviesa una fuerte contracción económica, lo que se traduce en un aumento de la carga de la deuda del Gobierno y un perfil externo débil”, dijo la firma.
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Y agregó que “la perspectiva negativa refleja el riesgo de que una fuerte contracción económica este año, y solo una recuperación económica moderada en 2021, puedan erosionar el perfil financiero del soberano".
Lo anterior llevó a la calificadora a señalar que esperan que el Gobierno tome medidas para contener los déficits fiscales futuros a medida que ceda el impacto de la pandemia, un mensaje clave de cara a las reformas necesarias para el país.
Que salgan adelante dependerá, en buena medida, que el país mantenga la nota un año más por parte de S&P. De hecho, en el comunicado publicado este miércoles, señaló que eventualmente podrían rebajar la calificación de Colombia, en el caso de que se prolongue el pobre desempeño económico y que se presente un ajuste fiscal inadecuado.
“Por ejemplo, la deuda neta del Gobierno superará el 60 por ciento del PIB en 2021, desde un 44 por ciento de 2019. En este punto, una carga de la deuda persistentemente más alta aumentaría la vulnerabilidad de Colombia a choques externos adversos que podrían empeorar su posición de liquidez externa", explicó.
En contraste, la calificadora podría subir la nota, si se da que el Gobierno da pasos para estabilizar la economía, se sostienen las perspectivas del PIB y se presenta una política fiscal más fuerte. “Bajo ese escenario, la crecida de la deuda podría estabilizarse y, por ende, habría un alivio frente al reciente deterioro de las finanzas públicas”.
Sea uno u otro, lo cierto es que el país mantiene, por ahora, el grado de inversión. Esta decisión fue celebrada por economistas y directores de centros de estudios. Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, dijo que esta decisión “da un compás de espera necesario y prudente para que, en 2021, se implementen las reformas que se requieren para estabilizar la deuda pública”.
Por su parte, Julio César Romero, economista jefe de Corficolombiana, señaló que si bien es positivo que se mantenga la nota, la perspectiva negativa del país indica que aún hay riesgos latentes para que el país pierda este sello. Además, indicó que en los próximos días se conocerá la decisión de otra calificadora (Fitch Ratings), la cual podría ser también positiva para Colombia.
En esto coincidió Andrés Pardo, exviceministro de Hacienda, quien dijo que “en noviembre es el turno de Fitch y el riesgo de rebaja de calificación es más alto, pero mi expectativa es que la decisión será igual a la de S&P”.
Eso sí, el próximo año el riesgo de perder la nota será mayor y, en gran medida, dependerá de que el Gobierno tramite reformas de gran calado, como la pensional, la tributaria y la laboral. Esto con el fin de que se reduzca la disparada deuda, se aumente el recaudo tributario y se suba el gasto de los hogares, de tal modo que haya un buen crecimiento económico pospandemia.